HONDARRIBIA

Comenzamos nuestra ruta en la parte más oriental de la costa guipuzcoana para visitar el pueblo de Hondarribia. Es este uno de los pueblos más importantes de la provincia por 4 motivos principales: el primero es que es en Hondarribia donde desemboca el río Bidasoa, uno de los ríos más importantes del País Vasco; la segunda razón es que este pueblo sirve de frontera entre España y Francia; el tercero de los motivos es que muy cerca de esta localidad se encuentra el aeropuerto, lo que hace que Hondarribia sea una buena elección como comienzo de viaje para todas aquellas personas que decidan conocer la costa guipuzcoana; y la última y más importante razón por la que aconsejamos la visita a este pueblo es por ser uno de los pueblos pesqueros con más encanto de toda la costa. Y es que Hondarribia vive del y para el mar; testigo mudo de la importancia del mar en este pueblo es la bellísima bahía de Txingudi. Pero si hay un lugar en Hondarribia donde podemos tener una idea clara de su esencia pesquera y marítima, ese lugar es sin duda el barrio de la Marina, y en especial la Calle de San Pedro, donde destacan con fuerza sus coloridos balcones y donde se pueden de gustar los deliciosos pinchos tan típicos de esta región. Además de su marcado carácter de pueblo pesquero, cuenta esta localidad con varios edificios de notable interés: el Castillo de Carlos V (actualmente alberga el parador nacional), la casa consistorial de mediados del siglo XVIII, el Palacio de Zuloaga (actualmente sede de la biblioteca municipal) o la Casa-Palacio Etxebestenea son algunos ejemplos de los grandes monumentos con los que cuenta esta villa guipuzcoana.

PASAJES:

Muy cerca de San Sebastián nos encontramos con este pueblo de marcada tradición marinera. Entre los montes de Jaizkibel y Ulia se encuentra esta localidad que tiene su origen en la unión de cuatro famosos barrios: Pasai Antxo, Trintxerpe, San Pedro y Donibane; siendo estos dos últimos los que concentran la mayor parte de la riqueza monumental y paisajística de la localidad. Algunos de los monumentos más representativos de Pasajes son el palacio Arizabalo, la iglesia de San Juan Bautista, la Basílica del Santo Cristo de Bonanza y la Iglesia Parroquial de San Pedro. Pero lo que convierte a Pasajes en un lugar de visita obligada es el aroma marítimo que lo envuelve. Este aroma se deja ver en los numerosos restaurantes de la localidad, en la arquitectura de estilo marinero de muchas de sus construcciones o en lugares como Albaola, donde podemos conocer las técnicas que se usaban en la construcción de las distintas embarcaciones.

 ORIO:

 Pasamos de largo de San Sebastián, y continuando nuestro camino en dirección oeste llegamos hasta el pueblo de Orio. Orio es otro de esos pueblos de la costa de Guipuzcoa en los que la actividad pesquera ha tenido un gran peso en la economía de la localidad. Merece la pena visitar el “Goiko Kale” que es la parte vieja del pueblo, se trata de un laberinto de callejuelas empinadas del siglo XII. Allí encontramos la Iglesia de San Nicolás de Bari, uno de los monumentos principales de la localidad junto con la Ermita de San Martín de Tours.

Al igual que comentábamos anteriormente al hablar de los pueblos de Hondarribia y Pasajes, es el mar y el puerto el que hacen de Orio un lugar con encanto; prueba de esta relación con el mar es el olor a Besugo al horno que desprenden muchos de los restaurantes del lugar.

Otro de los aspectos que hacen de esta villa un lugar turístico importante dentro de la provincia guipuzcoana es su relación con el Camino de Santiago, ya que es uno de los puntos claves dentro del Camino de Santiago de la costa.

Además, es Orio un lugar inmejorable para realizar la práctica del senderismo. Pero si lo que queremos es descansar y pasar un buen día de playa podemos hacerlo en las playas de Antilla o de Oribazar.

ZARAUTZ

Zarautz será el último de los pueblos que veremos en la ruta de hoy. El principal motor turístico de esta localidad es su espectacular playa de más de dos kilómetros y medio y de arena fina que atrae a turistas de toda Europa y a surfistas de todo el mundo, y es que, si por algo es famosa la localidad de Zarautz es por ser uno de los destinos preferidos por los amantes del surf.

Uno de los paisajes principales de Zarautz es el conocido como Biotopo Protegido de Iñurritza; una zona que se encuentra al final de la playa de Zarautz y que cuenta con la zona de dunas más grande de todo el litoral.

Dentro del casco histórico de Zarautz encontramos algunos monumentos de especial valor, destacaremos la Iglesia de Santa María la Real o la Torre Luzea como dos de los más importantes con los que cuenta la villa.

Al igual que la mayoría de pueblos del litoral guipuzcoano, Zarautz es un lugar perfecto para degustar los exquisitos platos de su famosísima gastronomía. Entre otros muchos, aquí encontraremos el restaurante de Karlos Arguiñano. Aunque una de las mejores cosas que podemos hacer en Zarautz es realizar una ruta de pintxos que podremos acompañar con una buena botella de txakolí.