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Madagascar


Apartada del continente africano, la isla de Madagascar ha desarrollado una identidad especial y única mezclando sus tradiciones y cultura más antiguas juntamente con la incursión del occidentalismo del hombre blanco. Paraísos naturales, excelente artesanía, sabrosa gastronomía y una biodiversidad sin parangón con un 58% de las especies que viven en nuestro planeta, son unos de los atractivos que encontraremos en “La gran isla roja”.

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Datos Útiles


País: Madagascar
Idioma: Malgache, Francés
Zona Horaria: GMT +3
Moneda: Ariary (MGA)
Requisitos de entrada: Pasaporte válido, visa

Antananarivo

La capital malgache, también conocida como “Tana” o “la ciudad de los 1.000” debido a los 1.000 hombres que la protegieron después de su fundación, se encuentra hundida en medio de 12 colinas. La peculiaridad de su ubicación ha marcado totalmente su paisaje, el pronunciado desnivel de la capital permite ver los edificios encaramados a riscos y rodeados de vivos verdes, un paisaje particular y curioso que encantará al viajero.

Por las calles de Tana encontraremos restaurantes y bares para que podamos saborear la gastronomía malgache. Basada en legumbres o arroz y carne  de cerdo o cebú, aunque en las localidades costeras es muy típico el pescado o el marisco. En las recetas se suelen utilizar frutas tropicales para dar un contrapunto dulce a los platos como la papaya, el mango, cocos o piñas.

Los mercados son una visita obligatoria si queremos ver y comprar artesanía y productos típicos del país. El más importante se celebra los viernes en Zoma. Este mercado es el más grande de la ciudad y del país, como es de esperar en él podremos comprar casi cualquier cosa, desde ropas tradicionales, a alimentos autóctonos pasando por artesanía popular y muchísimos más artículos. El regateo es la actividad más popular del mercado y muy recomendable porqué es posible que los dependientes abusen mucho del precio de salida.

El edificio más notable de la ciudad es el Palacio de la Reina o “Rova”. El palacio fue la residencia de los reyes Merivas  desde el siglo XVII hasta el XIX. Este famoso palacio fue la residencia de uno de los personajes más nefastos de la historia malgache, la Reina Ranabalona I. Esta reina que gobernó durante el siglo XIX quiso erradicar el cristianismo de la isla y fue muy aficionada a las torturas, llegando a diezmar a casi la mitad la población del país siendo bautizada como “la Bloody Mary de Madagascar” o “la Calígula Femenina”. 

Si somos amantes del senderismo las colinas que flanquean la capital son un escenario perfecto. Los montes más preciados para los caminantes son el Ambohimanga, el Antsahadinta o Analamanga.

Finalmente Tana también tiene una zona con discotecas, pubs y otros establecimientos dedicados al ocio nocturno. El barrio se llama Hauteville y es muy recomendable llevar un buen par de zapatos porqué sino tendremos problemas para entrar en los recintos.

Nosy Be

Situada en el norte del país, esta pequeña isla es uno de los puntos turísticos más importantes de Madagascar.  La isla también es conocida como “la isla perfumada” debido a su producción de patchouli, vainilla, limones, y otros elementos que emanan sensibles olores.

Las playas que disfrutaremos presumen de finas arenas  blancas y mares de profundos azules turquesa, una delicia para relajarse en el paraíso. La playa más famosa es Ambatoloaka y la encontraremos a escasos minutos de la capital de la pequeña isla, Hellville.

Cada mayo se celebra en Nosy Be el Festival de Música Tradicional Donia. Este festival agrupa diferentes artistas malgaches, africanos y de las islas cercanas del océano índico. El festival se celebra desde 1994 y actualmente consigue reunir entre 45.000 y 55.000 espectadores cada año.

Entre Nosy Be y la isla nodriza de Madagascar se alza la pequeña isla y reserva natural de Nosy Komba. Esta pequeña isla sin electricidad ni coches es el hogar de una gran variedad de Lemures entre muchas otras especies. Un edén virgen que esconde un gran número de pequeñas calas y playas de perfil caribeño.

Parque Nacional de Bemaraha


Para finalizar nuestra ruta por este sorprendente país nos dirigimos al oeste de la capital malgache para visitar uno de los paisajes más desconcertantes e impactantes de nuestro querido planeta, los bosques pétreos de Tsingy.

Este gigante bosque de piedras de forma arbolea abarca una extensión  de 660 km2 donde nos tendremos que ir moviendo a través de puentes entre desfiladeros que llegan a los 30 metros de altura. Se recomienda extrema precaución por lo peligroso de su orografía, aunque si vistamos “la gran isla roja” es obligatorio maravillarse con este paisaje extraterrestre.


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