7 ciudades que hay que ver en Marruecos

Marruecos se sitúa como uno de los países preferidos por los españoles cuando salen al extranjero. La cercanía a nuestro país y una cultura muy diferente a la nuestra juegan a favor de Marruecos para que sean muchos los que elijan al país vecino como destino de sus vacaciones, pero ¿sabrías que ciudades visitar si viajas a Marruecos y cuáles son los monumentos principales de cada una de ellas? Nosotros te proponemos 7 ciudades muy interesantes que visitar en Marruecos.

Marrakech

Destino imprescindible si se viaja a Marruecos. Marrakech se encuentra siempre en las primeras posiciones de las ciudades más turísticas del país norteafricano. En buena parte, la culpa de que sea un destino tan demandado la tienen lugares como Jemaa el Fna, considerada una de las plazas más bonitas del mundo y con una atmósfera única. Vendedores de todo tipo, artesanos, encantadores de serpientes, malabaristas, cuentacuentos, turistas y locales se dan cita en un espacio que fue declarado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Aunque Jemma el Fna sea el lugar que ocupa las portadas de las guías de viajes, Marrakech posee otras construcciones interesantes como las murallas, hechas en adobe y arcilla roja y que rodean la medina o parte antigua de la ciudad. Precisamente, pasear por la medina de Marrakech se convertirá en una experiencia diferente. En ella hay numerosas mezquitas, siendo las más importantes las de Ben Youssef y la de Koutoubia. Como buena ciudad árabe, Marrakech también cuenta con zocos bulliciosos en los que es casi una obligación poner en práctica el arte del regateo. Si después de tanto ajetreo prefieres descansar, puedes dirigirte al Jardín Majorelle o a los Jardines de Menara, dos de los más importantes de la ciudad.

Casablanca

Casablanca no es solo uno de los principales focos industriales y económicos de Marruecos, sino también una de sus ciudades más turísticas. La Gran Mezquita de Hassan II es su monumento más importante. Destaca por sus impresionantes dimensiones: segunda mezquita más grande del mundo, minarete de 200 metros de altura y una sala de la oración con capacidad para más de 25000 personas. Además, su interior deslumbra por sus preciosos mosaicos, sus techos y por su cuidada decoración. Quizá la medina de Casablanca no es tan famosa como la de Fez o la de Chefcahouen, pero pasear por sus calles se convertirá en una de las mejores experiencias que puedes disfrutar en la ciudad marroquí. Entre los barrios más pintorescos se encuentra el de Habous, donde está la Nueva Medina y dos palacios: el Palacio Real y al Palacio Mahkama Pacha. Otros lugares imprescindible para visitar en Casablanca son la Plaza de Naciones Unidas, la Plaza Mohammed V y el Parque de la Liga Árabe.

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Fez

Si decíamos que Casablanca era uno de los focos económicos de Marruecos, Fez pasa por ser uno de los centros culturales más importantes del país, como lo demuestra el hecho de que posee la universidad más antigua del mundo.

Si lo que vienes buscando en Marruecos son las típicas medinas árabes caóticas y laberínticas, en Fez lo has encontrado. Esta locura de callejuelas que es la medina de Fez se encuentra en la zona de Fez el-Bali. En ella no te puedes perder la Bab Bou Jeloud, una de las puertas de la muralla y la entrada principal a la medina, la Madraza de Bou Inania, del año 1350, la Plaza Nejjarine, que aloja el bonito edificio conocido como Fondouk Nejjarine, el Mausoleo de MoulayIdriss II, la Madraza Al Attarine, la Mezquita Al Karaouine. Mención aparte merecen la Plaza Seffarine y la Curtiduría Chouwara. En la primera encontrarás a numerosos artesanos trabajando el metal, en la segunda se tratan pieles que más tarde se convertirán en productos de cuero. Fuera de la medina se encuentra la zona de Fez El Jdid, con el Palacio Real y el Mellah como lugares más destacados.

Chefchaouen

Chefchaouen pasa por ser la ciudad más sorprendente de Marruecos. Ubicada en el norte del país, a unas dos horas y media de Tánger, su peculiaridad y belleza reside en su medina teñida totalmente de azul. El corazón de la ciudad es la plaza de Uta El-Hamman, donde están dos de los monumentos principales, la Kasbah, una fortaleza del siglo XV y la Gran Mezquita. A partir de ahí te sumergirás en un mar azulado. Cualquiera de las callejuelas de la medina que elijas para caminar estará pintada de este color: puertas, fachadas, escaleras, ventanas… el azul lo inunda todo.

Tánger

De las ciudades importantes de Marruecos, Tánger es la que se encuentra más cerca de España. Esta circunstancia y que la ciudad estuvo durante varios años del siglo XX bajo protectorado español, han contribuido para que muchos de sus ciudadanos sean capaces de conversar en castellano. El centro neurálgico de Tánger corresponde a la Plaza 9 de abril, donde están la Mezquita Sidi Bouabid, el famoso Cinema Rif y, junto a ella, los jardines de Mendoubia. Desde esta plaza ya te podrás adentrar en la medina, mucho más tranquila y menos caótica que las de Marrakech y Fez, pero también con mucho encanto. En la parte alta se encuentra una de las zonas más bonitas de Tánger, la Kasbah, con el Museo de la Kasbah y la Mezquita Bit El - Mal. Saliendo de la ciudad, a unos 20 kilómetros, tenemos la posibilidad de visitar el Cabo Espartel, con magníficas vistas del estrecho, y las Cuevas de Hércules.

Tetuán

A poco más de una hora de Tánger se encuentra Tetuán, otra de las ciudades más bonitas del norte de Marruecos. Poco tiene que ver Tetuán con las bulliciosas Fez o Marrakech, algo que notarás nada más atravesar una de las siete puertas con las que cuenta la muralla y accedas a la medina. En la parte vieja de Tetuán podrás caminar sin prisa y pararte en los puestos de los diferentes zocos sin que los comerciantes te intenten vender sus productos a toda costa. Junto a la medina se encuentra la Plaza Hassan II donde está el Palacio del Jalifa, convertido en Palacio Real, posiblemente la plaza más bonita de Tetuán con permiso de la Plaza Feddan Park, desde donde podrás disfrutar de magníficas visitas de la ciudad. En la parte alta de la medina está la Kasbah.

Asilah

No es la ciudad más turística ni es un destino prioritario cuando se viaja al país vecino, pero sin duda estamos ante una de las localidades con más encanto de Marruecos. Su ubicación junto al Océano Atlántico juega claramente a su favor. La Puerta de la Kasbah es la entrada principal a la parte vieja de la ciudad. La Plaza Abdallah Guennoun y la Torre Borj al Kamra actúan de antesala de la medina de Asilah. A partir de aquí todo consiste en perderse por sus estrechas callejuelas y dejarse sorprender con la belleza de una de las medinas más coquetas y deliciosas de Marruecos. Muy cuidada por los vecinos, llama la atención la cantidad de murales que decoran muchas de sus fachadas. Para terminar de enamorarse de Asilah, nada mejor que disfrutar de un precioso atardecer con vistas al océano.