El norte de Gran Canaria es un claro ejemplo de que hay otra isla. Allí nos encontramos territorios cubiertos de un manto verde, olas embravecidas que chocan contra las rocas y frondosos valles que esconden pueblos de casas blancas y de aspecto colonial. A continuación, proponemos una ruta por el norte de Gran Canaria que nos ayudará a ver a la isla con otros ojos.

Paisaje del norte de Gran Canaria

Esa ruta por el norte de Gran Canaria se interna por paisajes de contrastes. En la parte septentrional de la isla canaria se mezclan plantaciones de plátanos y vid con verdes valles y con barrancos y acantilados que se asoman a un mar embravecido.

Buena parte del paisaje que nos ofrece el norte de la isla lo ocupa el Parque Rural de Doramas, donde lugares como el Barranco de Azuaje se encargan de recoger los suspiros de los caminantes cuando tienen ante sí las preciosas vistas de estos parajes. Pero el Parque también es un buen lugar para desconectar. Uno de los mejores sitios para ello es la extensa Finca de Osorio. El Parque Rural de Doramas invita igualmente a la práctica del senderismo y a descubrir las numerosas especies vegetales y animales que lo pueblan. 

Algunos se deciden por realizar la ruta que lleva desde Agaete hasta la Aldea de San Nicolás atravesando otro de los paisajes más espectaculares del norte de Gran Canaria, el Parque Natural de Tamadaba. En el camino, el viajero encontrará lugares tan impactantes como “Charco Azul” o “El Mirador de El Balcón”, éste último cercano ya a la Aldea de San Nicolás.

Y, aprovechando que las distancias no son muy grandes, queremos incluir a un paraje de la parte central de la isla en esta ruta por el norte de Gran Canaria. Cerca de Tejeda, pueblo del que hablaremos en la reseña, se encuentran dos de los símbolos de la isla canaria: el Roque Bentayga y el Roque Nublo, espectaculares formaciones rocosas con forma de monolito que surgen de la tierra y del mar y que alcanzan alturas de hasta 80 metros, como es el caso del Roque Nublo, y que eran de especial importancia para la población aborigen por su carácter sagrado. Una visita imprescindible en Gran Canaria.

Yacimientos arqueológicos

Antes de la llegada de los españoles, la isla estuvo habitada por distintas poblaciones aborígenes que dejaron su huella en varios lugares del norte de Gran Canaria. Así, cerca de Agaete tenemos el Parque Arqueológico Maipés, con una necrópolis escondida entre una colada volcánica que esconde más de 700 tumbas de los antiguos canarios.

En otra de las poblaciones con encanto de la isla, Gáldar, está el Parque Arqueológico de la Cueva Pintada, uno de los mejores sitios donde disfrutar del arte rupestre de las Islas Canarias. En una roca de origen volcánico se abre una cueva en la que se han hallado magníficas pinturas rupestres con formas geométricas. Otro de los yacimientos arqueológicos con el que nos premia el norte de Gran Canaria es la Necrópolis La Guancha.

Pueblos para conocer en una ruta por el norte de Gran Canaria

Agaete

La ruta por los pueblos del norte de la isla de Gran Canaria puede comenzar en Agaete, al norte del Parque Natural de Tamadaba, y rodeada de un entorno natural que apabulla al visitante.

Agaete es un tranquilo pueblo de carácter marinero donde todavía se puede ver a sus gentes desempeñando tareas y oficios relacionados con el mar en sus calles y playas. El pueblo invita a perderse entre estrechas calles que esconden típicas casas canarias embellecidas de un blanco impoluto. Una de esas callejuelas lleva hasta el corazón de Agaete, donde se encuentra la Iglesia de la Concepción. Otro de los lugares más interesantes que ver en la localidad es el Jardín Botánico Huerto de las Flores. Para aquellos que disfrutan del mar tienen una cita con el Puerto de las Nieves y la Ermita del mismo nombre y con el “Dedo de Dios”.

Gáldar

Tomando la carretera GC-2 desde Agaete se llega hasta Gáldar, otra de las bonitas poblaciones del norte de Gran Canaria. Allí nos espera una localidad hermosa y tranquila declarada conjunto histórico y rodeada de imponente entorno. Casas de diferentes colores y tonalidades se pierden por un casco antiguo que tiene en la plaza y la Iglesia de Santiago a su protagonista principal. Junto a ella, el ayuntamiento guarda un tesoro en forma de drago. El Teatro Municipal, el Casino de Gáldar y el Mercado completan la lista de lugares de interés que visitar en Gáldar (aparte del Parque Arqueológico de la Cueva Pintada, del que ya hemos hablado anteriormente). Muy cerca de Gáldar está Guía, municipio por el que merece la pena perderse un rato y disfrutar de un casco histórico que ha sido declarado conjunto histórico-artístico con la Iglesia de Santa María, del siglo XV, como reclamo turístico más importante.

Firgas

Atravesando el Parque Rural de Doramas, cerca del Barranco de Azuaje, en lo alto de una montaña, está Firgas. Un pueblo que sorprende por dos paseos, el Paseo de Gran Canaria y el Paseo de Canarias, que utilizan azulejos para crear imágenes de los escudos de los municipios de Gran Canaria y de las siete islas canarias. Una manera interesante de repasar la geografía de las Islas Canarias a la vez que se hace turismo.

Arucas

Un volcán y el hecho de que se asiente sobre el antiguo poblado aborigen de Arehucas, hacen de Arucas un lugar envuelto en una atmósfera como de leyenda.

Sorprende la singular Iglesia de San Juan Bautista, de 1909, construida con piedras de Arucas y con un estilo arquitectónico único en la isla. Además de esta particular iglesia, el turista se encontrará con otros puntos de interés como la Plaza de la Constitución, la Casa de Cultura, el ayuntamiento y, en especial, la Casa de Gourié.

Teror

Descendiendo por la GC-43 desde Arucas, se llega a Teror, pueblo que puede presumir de un entorno natural envidiable. Sin duda, la Basílica de Nuestra Señora del Pino es su monumento más conocido, pues allí se guarda una imagen de la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria.

Se trata de uno de esos pueblos que invitan a pasear sin pensar en el reloj. Y es que las coloridas casas de la Calle Real, el estilo colonial de sus edificios, o rincones como la Plaza de la Alameda o la Plaza Teresa de Bolívar, consiguen hacer desconectar al viajero y le hacen sentir como si el tiempo se hubiera detenido y no hubiera obligaciones.

Tejeda

Situada en el centro de la isla, Tejeda, por su espectacular entorno natural y por su particular fisionomía, con hermosas casas blancas que se agarran con uñas y dientes a los desniveles de la montaña, es el único pueblo de la isla que ha sido incluido en la lista de los pueblos más bonitos de España. Entre sus monumentos destacan la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro y el Parador Cruz de Tejeda, uno de los paradores más bonitos de España.