En los tiempos en los que vivimos, el día a día puede llegar a agotarnos, a llevarnos al límite de nuestras fuerzas… Y es entonces cuando aparecen esos momentos en nuestra vida en las que necesitamos parar, respirar profundo y tratar de encontrarnos a nosotros mismos.
Te proponemos 6 lugares de España en los que es posible desconectar del ruido del día a día y en donde sólo escuchar el silencio.
UN PUEBLO: MIRANDA DEL CASTAÑAR
Tranquilidad es lo que nos ofrecen los pueblos de la Sierra de Francia como La Alberca, Mogarraz o Miranda del Castañar.
Abriéndonos paso entre los castaños que dan nombre a la población, llegamos hasta Miranda del Castañar para conocer un pueblo donde el ritmo de vida es tranquilo, donde sus gentes se refugian en sus casas durante los largos días de los duros inviernos de la sierra salmantina, donde con la llegada de la primavera, esas mismas gentes, salen a las calles para dar la bienvenida a los turistas que llegan al pueblo. Turistas cuyo único fin es el de perderse por el entramado de calles medievales de la localidad. Calles protegidas por una muralla de más de 600 metros que a día de hoy se conserva intacta y por un castillo que es la joya arquitectónica del pueblo.
Viajeros que disfrutan contemplando las casas blasonadas de mampostería y de madera de Miranda y que tan características son de la Sierra de Francia o que prefieren acercarse hasta la plaza del pueblo, del siglo XVI, para sentarse y dejar pasar el tiempo olvidando, por un momento, las preocupaciones del día a día.
Y todo ello rodeado del parque Natural de las Batuecas, en plena sierra de Francia; un paisaje tan bello que por un momento crees que allí te encuentras tú sólo con la naturaleza.
UN MONASTERIO: HOSPEDERÍA DEL MONASTERIO CARMELITA DE SAN JOSÉ DE LAS BATUECAS
A apenas 30 kilómetros de Miranda del Castañar nos encontramos con el Monasterio Carmelita de San José de las Batuecas. Un convento, enclavado en un paisaje espectacular, que cuenta con una hospedería con 22 habitaciones con calefacción y cuarto de baño.
La finalidad de esta hospedería es la de acoger a aquellas personas que desean pasar unos días participando del ambiente contemplativo del lugar.
Soledad y silencio son dos de las cosas que los huéspedes encuentran en el monasterio. Soledad y silencio que ayudan a pasar unos días de vida contemplativa en los que las personas tratan de encontrase consigo mismas.
Un lugar de purificación donde dejar atrás las necesidades superfluas de la vida diaria y donde desconectar la mente para estar lo más cercano a ti mismo.
Los huéspedes tienen la posibilidad de participar en las oraciones de la comunidad; actividad que les ayudará a acercarse más a ese estilo de vida contemplativa que se busca en el convento.
El monasterio fue fundado a finales del siglo XVI por el Padre Tomás de Jesús en medio de un paraje montañoso que ayudase a llevar una vida de retiro y silencio. En 1836 los carmelitas son expulsados y en 1872 el convento sufre un incendio que hace que quede reducido casi a la nada. En el año 1950 se restaura para que monjes y visitantes puedan disfrutar de los beneficios del silencio y la vida contemplativa.
UN TEMPLO BUDISTA: MONASTERIO BUDISTA DAG SHANG KAGYÜ
Y de un monasterio cristiano donde poder encontrarnos con nosotros mismos a través de la vida contemplativa a un monasterio budista donde retirarnos a meditar.
En el norte de la provincia de Huesca, en la pequeña población de Panillo y a unos 10 kilómetros de Graus, se encuentra el monasterio budista de Dag Shang Kagyü.
Un templo enclavado en el prepirineo y rodeado unos bellos paisajes naturales que favorecen la misión de los monjes budistas y de los visitantes: la meditación y el retiro espiritual.
Este espacio fue fundado en 1985 para la práctica del budismo. Lo que en un principio era un pequeño terreno con un edificio en ruinas pasó a convertirse en un lugar que cuenta con templos donde monjes y visitantes acuden a meditar. La zona cuenta también con un albergue que sirve de alojamiento para aquellos que llegan hasta este lugar de los pirineos con el fin de disfrutar del retiro espiritual y de la paz que consiguen transmitir el conjunto formado por los templos y el precioso paisaje que los envuelve.
UN FARO: FARO DE CUDILLERO
Cuando llegamos hasta un faro y ante nuestros ojos sólo tenemos la inmensidad del océano, tenemos la sensación de que hemos llegado al fin de la tierra conocida y que más allá de ese punto sólo está lo desconocido.
Así es como uno se siente cuando llega hasta el Faro de Cudillero y contempla la bravura del mar cantábrico chocando contra las rocas donde se asienta el faro.
El faro de Cudillero se levantó en el año 1858, en un acantilado de 75 metros situado en Punta Rebollera, para sustituir al antiguo sistema de encender hogueras que se utilizaba por aquel entonces para guiar a los barcos que llegaban a puerto por un sistema más moderno.
Aunque no se puede visitar el interior del recinto, sólo el hecho de llegar hasta este lugar y pasar unas horas contemplando la fuerza del mar chocando contra las rocas, nos ayudará a desprendernos por un rato de nuestros pensamientos negativos y a reconciliarnos con la naturaleza.
UNA PLAYA: PLAYA DE LOS MUERTOS EN ALMERÍA
Otro de los lugares perfectos para encontrar tranquilidad y la paz son las playas. Pero si hablamos de una playa de aguas azules cristalinas, enclavada en medio de una zona protegida de un parque natural, es cuando nos encontramos directamente en el paraíso terrenal.
En Almería, en el Parque Natural del Cabo de gata, se encuentra la Playa de los muertos (llamada así porque hasta aquí llegaban los cuerpos de náufragos arrastrados por las corrientes), considerada una de las playas más bonitas de España y la más bonita de Almería.
Aunque en temporada alta puede llegar a estar un poco masificada, en otras épocas del año se convierte en un enclave perfecto para desconectar del estrés del día a día.
Se trata de una playa virgen donde no encontrarás chiringuitos, tiendas o restaurantes que rompan el descanso; sólo encontraremos en la playa a otros bañistas (algunos vestidos y otros desnudos) que buscan pasar un día de playa nadando, buceando o simplemente descansando en su fina arena.
Además, el acceso hasta la playa es complicado, lo que hace que no todo el mundo pueda acceder a ella.
La playa principal tiene más de un kilómetro de largo y unos 30 metros de ancho y próxima a ella se encuentran otras dos pequeñas calas.
En resumen, la playa de los muertos de Almería es un lugar perfecto para descansar y olvidarte de la rutina.
UN BOSQUE: SELVA DE IRATI
El último lugar donde hemos elegido perdernos para buscar la paz y tranquilidad que necesitamos es la Selva de Irati.
La Selva de Irati es uno de los mayores bosques de haya y abeto de Europa con más de 17100 hectáreas (sólo superado por la Selva Negra). Este tesoro natural se encuentra ubicado en el pirineo navarro, en una cuenca rodeada de montañas.
Un lugar donde fundirse con la naturaleza y escuchar el silencio de los valles ayudan a encontrarte contigo mismo. Un silencio que sólo se rompe con los sonidos que emiten algunos animales como el ciervo durante la berrea o con el fluir de las aguas de los ríos que atraviesan los verdes valles del bosque. Un lugar en el que te encontrarás minúsculo rodeado de una abundante vegetación compuesta por abetos, hayas, enebros, avellanos y sauces.
La selva de Irati es uno de esos rincones mágicos de la geografía española que hacen que te reconcilies contigo mismo gracias al contacto con una naturaleza en estado casi virgen.