Toda gran ciudad europea cuenta con numerosos rincones y monumentos que son reconocidos y admirados en todo el mundo. Se tratan de aquellos lugares de los que se sienten orgullosos sus ciudadanos y que buscan los turistas con avidez cuando llegan a estas ciudades.

Sin embargo, hay algo que une a estas grandes ciudades europeas; un nexo de unión, por así decirlo. Toda gran ciudad europea cuenta con una calle que es el emblema de la ciudad, su calle más importante, en la cual se concentran autóctonos y turistas para ir de compras o disfrutar del tiempo libre.

En la mayoría de casos, esta calle icónica corresponde con su calle más comercial; allí donde se concentran la mayoría de tiendas, restaurantes y hoteles. Calles que son, sin duda, las más transitadas de la ciudad. En otras ocasiones, se tratan de calles que tienen de gran belleza o donde sucedieron importantes hechos históricos.

En la ruta de hoy vamos a pasear por las calles más emblemáticas y representativas de siete de las principales ciudades europeas: Berlín, Barcelona, París, Londres, Madrid, Praga y Edimburgo.

Unter den Linden (Berlín):

No hay calle enBerlín que cuente con más monumentos emblemáticos y edificios históricos que la avenida Unter den Linden.

Podríamos traducir el nombre de la calle como “bajo los tilos”, porque eso es lo que han hecho los habitantes de Berlín desde mediados del siglo XVII, pasear bajo los tilos de Unter den Linden. Lo que comenzó siendo un simple camino para que Federico Guillermo I pudiera cazar, acabó convirtiéndose en una famosa avenida que ha vivido innumerables hechos históricos, especialmente durante los años de la segunda guerra mundial y de la guerra fría, hasta la caída del muro de Berlín.

La avenida de Unter den Linden comienza (o acaba, según semire) en la Puerta de Brandeburgo, junto al famoso hotel Adlon, y finaliza allá donde comienza la isla de los museos; si bien no hay que despreciar el seguir avanzando hasta llegar a Alexander platz y subir a la torre de televisión, de 370 metros de altura, desde donde se disfruta de unas vistas de Berlín inmejorables. Pero volvamos a Unten den Linden porque en esta calle hay  muchos monumentos que ver: la Universidad Humboldt, la Neue Wache con la sobrecogedora Piedad de Kollwitz, la Puerta de Brandeburgo, la Catedral de Berlín… recorrer esta calle es como dar un paseo por la historia de la ciudad.

Paseo de Gracia (Barcelona)

Un ejemplo claro de que en algunas ciudades su calle más emblemática corresponde con la más comercial lo encontramos en Barcelona, en el Paseo de Gracia. Pero sería muy injusto decir que el Paseo de Gracia es la calle más icónica de Barcelona por sus tiendas de lujo y sus hoteles; para ser justos habría que hablar también de arquitectos modernistasy, por supuesto, de Gaudí.

El Paseo de Gracia comienza en la Plaza Cataluña y finaliza en la calle Gran de Gracia, un poco más arriba del obelisco de la diagonal, en los jardines de Salvador Espriu.

Hace años Barcelona era una ciudad protegida por una muralla (todavía quedan restos de esta muralla en la ciudad condal), barrios actuales como el barrio de Gracia eran, por aquel entonces, pueblos independientes de Barcelona. Para poder llegar hasta el pueblo de Gracia había que recorrer un camino llamado camino de Jesús, este camino fue el germen de lo que siglos más tarde se convertiría en una de las avenidas más importantes del viejo continente.

El Paseo de Gracia fue inaugurado en el año 1827, convirtiéndose en uno de los lugares de Barcelona que atrajo a la burguesía y a las clases altas de la ciudad. No es de extrañar que desde los comienzos del siglo XX, en la capital catalana se levantaran magníficos edificios de los mejores arquitectos modernistas. Este momento de esplendor quedó reflejado maravillosamente en la conocida como manzana de la discordia, donde se agrupan cinco preciosos edificios de los mejores arquitectos modernistas: la Casa Lleó i Morera de Lluís Domènech i Montaner, la Casa Mulleras de Enric Sagnier, la Casa Bonet de Marcel lí Coquillat, la Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch y la Casa Batlló de Gaudí. Sin olvidarnos de una de las mejores obras de Gaudí en Barcelona, la casa Milà o, como es popularmente conocida, la Pedrera.

Campos Elíseos (París):

Si siempre encontramos a París entre las ciudades más visitadas del mundo es por contar con lugares como la Avenida de los Campos Elíseos. El punto de partida de esta gran calle parisina es el Arco del triunfo, otro de los iconos de la ciudad, terminando, tras cerca de dos kilómetros de vía, en otro emblema de la ciudad, la Plaza de la Concordia.

Entre el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia encontramos numerosas tiendas, la mayoría de ellas de lujo, y zonas verdes donde relajarse y apartarse un poco de la muchedumbre que suele patear cada día la calle parisina. Otra opción para escapar del gentío es pararse en uno de los famosos cafés parisinos y degustar con tranquilidad una deliciosa taza de café.

El comienzo y final de la avenida se convierten en los dos monumentos más representativos de la calle. El Arco del Triunfo, con la tumba del soldado desconocido, es un punto perfecto para disfrutar de unas preciosas vistas de la ciudad. La Plaza de la Concordia, final de los Campos Elíseos, es una bella plaza octogonal con elementos tan representativos como el obelisco y los dos Palais, el Grand Palais y el Petit Palais.

Si tienes la suerte de visitar los Campos Elíseos en el mes de Julio, podrás ver al pelotón del Tour de Francia en la última etapa de la famosa carrera francesa.

Oxford Street (Londres):

No hay en el mundo una ciudad como Londres en la que se encuentre tal variedad de estilos. Da igual si hablamos de últimas tendencias o de ropa de segunda mano; da igual si hablamos de estilo alternativo, clásico, deportivo o bohemio; Londres es la capital que va un paso por delante de las demás en lo que a estilo se refiere.

Si hay una calle mítica londinense donde descubrir cientos de tiendas, comercios y grandes almacenes, esa es Oxford Street, una de las calles más transitada del mundo. En los dos kilómetros y medio de calle, que comienza en Marble Arch, encontraremos algunos de los almacenes más famosos del Reino Unido como Selfridges, Harrods o Marks & Spencer.

Gran Vía (Madrid):

Realmente, no sabemos qué es lo que convierte tan icónica a esta calle de la capital; puede que sean algunos de sus edificios emblemáticos, puede que sea el ser una calle de referencia en la vida cultural y de ocio de la ciudad, puede que sean los míticos anuncios que vemos en algunas de las fachada y que hemos visto en películas y series, o puede que sea una mezcla de todo esto y mucho más lo que dan a la Gran Vía ese aura de calle icónica de la ciudad.

Otra calle mítica de Madrid, la calle de Alcalá, es la queda el relevo a la Gran Vía. Llevó casi 20 años su construcción, pues fue una gran obra que produjo una profunda transformación de esta parte de la ciudad y que trajo consigo la demolición de más de 300 edificios. Un siglo más tarde la Gran Vía se muestra maravillosa con sus teatros, sus cines, su plaza Callao, sus edificios Metrópolis y Telefónica, sus carteles de Schweppes y de Rolex, con sus cafés, con su Plaza de España y con miles de madrileños y turistas recorriéndola de arriba abajo cada día.

Callejón de Oro (Praga):

No sólo las grandes avenidas y las calles más comerciales se convierten automáticamente en las más emblemáticas de una ciudad. Una calle que contradice esta máxima es el Callejón de Oro de Praga.

La calle es muy pequeña, apenas un puñado de casas; sin embargo, es icónica por muchos motivos: por su antigüedad, por su belleza, por los colores de sus casitas, por encontrarse dentro de los límites del famoso castillo de Praga y por haber estado habitada por famosos personajes, entre otros motivos.

El Callejón de Oro se encuentra dentro del área del castillo, las pequeñas casas que forman esta preciosa calle se construyeron como morada de la guardia personal de Rodolfo II. Posteriormente fueron ocupadas por orfebres y, tras una época de decadencia, se convirtieron en refugio de escritores y artistas, entre ellos Franz Kafka, quien vivió en el Callejón de Oro durante un año.

Hoy es una de las calles más visitadas de Praga, miles de turistas se acercan a ver las pequeñas casitas de colores del callejón ocupadas por pequeñas tiendas. Aunque no todo en el Callejón de Oro es belleza y encanto, también tienes la posibilidad de visitar en el callejón una oscura mazmorra con objetos de tortura en su interior.

Para poder acceder al Callejón de oro es necesario comprar una entrada. Existe la posibilidad de comprar una entrada combinada con la cual podrás visitar varios monumentos de la zona del castillo, entre ellos el Callejón de Oro.

Royal Mile (Edimburgo):

Cerramos la lista de calles míticas europeas con la famosa Royal Mile de Edimburgo. Una calle que debe su nombre a que mide exactamente lo mismo que una milla escocesa: 1,8 km. Los casi dos kilómetros de calle comienzan en el Castillo de Edimburgo y finaliza en el Palacio de Holy rood house, atravesando la parte antigua de la ciudad.

Un paseo por esta calle nos llevará a descubrir algunos de los monumentos más importantes de la ciudad y a disfrutar de sus viejos edificios de piedra.

La Royal Mile se encuentra dividida en 4 zonas, cada una con su especial encanto: empieza con Castlehill, le sigue la zona conocida como Lawnmarket, a continuación está High Street, para finalizar el recorrido en la zona de Canongate.

A lo largo y ancho de la Royal Mile, además de bares, pubs y tiendas, descubriremos edificios como The Hub, Gladstone’s Land, la famosa catedral de St. Giles, la iglesia Tron Kirk, el People’s Story Museum, el palacio Holyroodhouse o el moderno edificio del parlamento escocés.