Tierra de vinos y de cavas, zona de paso y de mezcla de culturas, la comarca catalana del Alt Penedès sorprende al visitante por la fuerza de sus paisajes, dominados por el cultivo de la viña y la producción de vino, y por su arraigo cultural, pero también por su rico patrimonio y sus raíces históricas. Degustar un cava, conocer el proceso de producción de esta bebida, visitar las bodegas, descubrir un pantano escondido o perdernos en castillos que fueron testigos de la lucha entre católicos y musulma
Situada a menos de una hora de Barcelona, la comarca del Alt Penedès tiene su principal actividad productiva en la elaboración de vino y cava, así como también en el Enoturismo, una actividad que crece año a año gracias a la combinación de enología, paisaje, patrimonio y cultura. Estos cuatro ingredientes pueden ser el eje de una visita a la comarca, en la que no podemos dejar de visitar atractivos como:
- Vilafranca del Penedès: conocida como la Capital del Vino, esta pequeña ciudad conjuga con maestría patrimonio, paisaje y viticultura, a lo que habría que añadir un arraigo por las tradiciones (los castellers tienen aquí uno de sus feudos), una dinámica vida cultural y un buen tiempo que resulta un atractivo ingrediente para pasar unos días o unas horas en perfecta sintonía. El pueblo tiene sus orígenes en el siglo XII y, por este motivo, podemos ver en sus calles varios edificios de origen medieval, como la Basílica de Santa María o varios palacios. Además, la ciudad tuvo un importante auge durante los primeros años del siglo XX, lo que le ha dejado una imponente huella modernista (la propia fachada del Ayuntamiento es un ejemplo de este estilo). No podemos irnos de Villafranca sin visitar el Museo del Vino, donde se explica el proceso de elaboración y la historia del vino, así como también la vinculación histórica del municipio con la agricultura en general y la viticultura en particular.
- Sant Sadurní d'Anoia: esta población es mundialmente famosa por ser el epicentro de la producción de cava, el vino espumoso que rivaliza con el champagne francés. Sus orígenes son mucho más antiguos, pero su gran crecimiento se produjo en el siglo XVIII, cuando la demanda de vino del mercado americano dio el empujón definitivo a un sector que hasta entonces había vivido del consumo local. La plaga de la filoxera en las viñas francesas auspició con fuerza el crecimiento del sector en esta zona, pero la temible enfermedad de las cepas llegó también a España en 1887 y Sant Sadurní vio como se derrumbaba su economía local hasta que unos cuentos agricultores de la zona (llamados popularmente Los Siete Sabios de Grecia) decidieron emplear tácticas aprendidas en Francia para combatir la plaga. De esta manera, la población se convirtió en el principal reducto de la lucha contra la filoxera en Cataluña. Las primeras botellas de cava se empezaron a producir en 1872 y, desde entonces, este producto se ha vinculado estrechamente con la población. Tanto es así que Sant Sadurní d'Anoia produce actualmente el 90% de las botellas de cava que se elaboran en España. El museo dedicado a este vino espumoso (Fassina Centre d'Interpretació del Cava) es una visita que no podemos perdernos si nos interesa la historia de la viticultura en la zona, mientras que si queremos conocer de primera mano el proceso productivo y participar en catas y degustaciones, varias bodegas (como Codorniu, Freixenet, Juvé Camps o Gramona) ofrecen visitas guiadas en las que se puede conocer su funcionamiento y probar su productos.
- Pantano de Foix: para los amantes de la naturaleza, las excursiones al aire libre y el senderismo, nada como una visita al Pantano de Foix y sus bellos alrededores. Esta gran masa de agua se ubica en el término municipal de Castellet i la Gornal, muy cerca de la vecina comarca del Garraf, donde se encuentran poblaciones costeras tan famosas como Sitges o Vilanova i la Geltrú. Es también un lugar ideal para tomar fotos y para relajarse contemplando la naturaleza.
- Castellet i la Gornal: esta pequeña localidad merece una visita por su bella estampa, ya que se ubica, con su imponente castillo, sobre el Pantano de Foix. La fortaleza (declarada Bien Cultural de Interés Nacional), ya se menciona en textos del año 977 y conserva mucho elementos medievales (del siglo XII), así como también algunas partes de estilo gótico y otras más recientes.
- Sant Martí Sarroca: otra localidad del Alt Penedès famosa por su castillo es Sant Martí Sarroca. Se trata de una población de tamaño medio- pequeño que creció alrededor de conocido como Cerro de la Roca. Su conjunto monumental ubicado en esta elevación de terreno incluye el Castillo de Santa Martí (de origen islámico y datado en el siglo X) y la Iglesia de Santa María.