LUGARES IMPRESCINDIBLES QUÉ VER EN LA CIUDAD DE ÁVILA

Ávila es la capital de provincia de España que se encuentra a mayor altitud (1311 metros sobre el nivel del mar), lo que contribuye a que sus inviernos sean fríos. Sin embargo, esto no debe ser óbice para acercarse a descubrir los lugares con mayor encanto de la ciudad, empezando, como no podía ser de otro modo, por la célebre muralla de Ávila, que tiene el honor de ser una de las mejor conservadas del mundo. Fueron levantadas en el siglo XII en estilo románico. Sus dimensiones nos pueden dar una ligera idea de su monumentalidad: 12 metros de altura, más de 2500 metros de longitud (rodeando todo el casco histórico), 88 torreones y 9 puertas. Posteriormente, en los siglos XV y XVI, se adosaron a la muralla casas y palacios habitados por gente de la nobleza.

La muralla comparte protagonismo en Ávila con la Catedral, considerada como la primera catedral de estilo gótico de España. Los comienzos de su construcción datan de 1172, pero las obras se demorarían hasta el siglo XV. El interior del templo guarda valiosos tesoros como el Retablo del Altar Mayor, obra de Pedro Berruguete, los altares de San Segundo y Santa Catalina, la Girola y el Trascoro.

Otros monumentos destacados de la ciudad son la Basílica de San Vicente, obra cumbre del románico abulense y que contiene una cripta con la imagen de la Virgen de la Soterraña o el Real Monasterio de Santo Tomás, con tres claustros conocidos con los nombres de “Del Noviciado”, “Del silencio o de los difuntos” y “De los reyes” y que alberga los muesos de Arte oriental y de Ciencias Naturales.

Por último, y tratándose de Ávila, no podemos olvidarnos de Santa Teresa de Jesús y de las construcciones relacionadas con su figura, como el Convento y el Museo de Santa Teresa. Este último consta de diez salas que nos permiten conocer mejor la vida y milagros de la santa a través de libros, pinturas y otros objetos.

PUEBLOS MÁS BONITOS DE ÁVILA

Como hemos podido ver, la ciudad de Ávila esconde un sinfín de sorpresas para el viajero. Sin embargo, una vez que dejamos atrás la capital, la provincia también puede presumir de bellísimos pueblos que invitan a hacer un alto en el camino. Nosotros hablaremos de cinco de los pueblos más bonitos de Ávila.

Madrigal de las Altas Torres

Situada en el norte de la provincia, Madrigal de las Altas Torres es un pueblo que ha sido testigo de importantísimos hechos históricos como el nacimiento de Isabel la Católica, la muerte de Fray Luis de León o el casamiento de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal. Algunos de sus monumentos más importantes son el Convento Agustino de Extramuros, las murallas, la Iglesia de San Nicolás de Bari, el Real Hospital de la Purísima Concepción y, en especial, el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia (antiguo Palacio de Juan II), cuyos muros vieron nacer un 22 de abril del año 1451 a Isabel la Católica.

Piedrahíta

Uno de los pueblos más interesantes del sur de Ávila es Piedrahita. La protagonista de la villa es su plaza mayor porticada, fiel reflejo de las típicas plazas castellanas. Sin embargo, el más monumental de los lugares de la localidad es el Palacio de Los Duques de Alba, levantado en el siglo XVIII. Las calles de Piedrahíta acogen también importantes construcciones religiosas como los conventos de las Carmelitas Descalzas y de Santo Domingo o la Iglesia de la Asunción.

El Barco de Ávila

Situado junto al Parque Regional de Sierra de Gredos y con el río Tormes como espectador privilegiado, El Barco de Ávila ofrece una magnífica experiencia al viajero gracias a un amplísimo patrimonio arquitectónico que le valió para ser declarado en su día como Conjunto Histórico-Artístico. Aunque la lista es extensa, algunos de las construcciones imprescindibles de El Barco de Ávila son el Castillo de Valdecorneja, la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, la Casa del Reloj o el puente medieval.

Arenas de San Pedro

Con los picos de la Sierra de Gredos como perfecto telón de fondo, Arenas de San Pedro recibe al visitante con una gran selección de monumentos y rincones con encanto: el Castillo de la Triste Condesa, el Palacio del Infante Don Luis de Borbón, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la iglesia de San Juan Bautista… Sin embargo, uno de sus mayores tesoros lo encontramos a unos kilómetros de la localidad, concretamente en el Cerro del Águila, junto a Ramacastañas. Es allí donde están las Cuevas del Águila, un lugar repleto de magia en el que podemos admirar las curiosas figuras que estalactitas y estalagmitas han ido formando a lo largo de miles de años.

Candeleda

Y para terminar este viaje por la provincia de Ávila nos acercamos a Candeleda, localidad situada junto al Valle del Tiétar y rodeada de un bellísimo entorno natural. Pero no solo de imponentes paisajes vive Candeleda, sino que en las calles de la localidad encontraremos un buen número de monumentos que invitan a sacar la cámara una y otra vez, como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la Ermita de San Blas, el ayuntamiento o la Casa de las Flores.

Aunque no hay mejor manera de despedirse de la provincia de Ávila que degustando algunos de sus manjares más famosos. De primero podemos saborear unas exquisitas sopas de ajo castellanas, unas judías de El Barco de Ávila o unas deliciosas patatas revolconas. De segundo, y estando en tierras castellanas, seguramente no nos resistiremos a probar sus magníficas carnes, como la ternera, el cordero lechal o el cochinillo asado. Por supuesto, de postre no pueden faltar las Yemas de Santa Teresa, los Huesos de Santo o, si es Semana Santa, las torrijas.