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Avilés, ciudad histórica


Con restos de arqueológicos de más de 100.000 de antigüedad, no cabe duda de que la ciudad de Avilés, por la que hoy os proponemos pasear, está bañada de historia.

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Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada: DNI válido

Consagrado como, quizás, el más importante puerto del cantábrico en el siglo X, la “Villa de Avilés” recibe a manos del rey Alfonso VI unos fueros propios, lo cual le da categoría de “Villa de Realengo” o también llamada “ciudad libre”, con voto propio en cortes hasta que fue implantada la unidad jurisdiccional en el siglo XIX.

Vista desde fuera, la ciudad puede dar impresión de ser un simple núcleo industrial; pero oculto en su interior, descubriremos uno de los centros históricos más bellos y mejor conservados de Asturias.

Centro cultural Oscar Niemeyer

Al acercarnos a la Villa desde la carretera de Gijón, una de las primeras visiones que nos llamará la atención será la de un conjunto de peculiares construcciones junto al margen de la ría. Se trata del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer. Donado en 2007 por el famoso arquitecto brasileño ya fallecido durante la celebración de los premios Príncipe de Asturias.

En él tienen lugar toda clase de acontecimientos culturales a lo largo del año, desde exposiciones a conciertos, además de talleres y proyecciones de películas; merece la pena pararse para echar un vistazo al resumen de actividades o simplemente para darse un paseo por el conjunto de edificios, admirando tan majestuosa obra.

Paseando por la ría

Tras visitar el centro Niemeyer, tomamos el paseo de la ría. La ría de avilés fue muy castigada durante todo el siglo pasado, cuando la actividad industrial y comercial de la ciudad estaba en su apogeo. A lo largo del paseo (de 3 km) podemos ver diversas fotografías de su antiguo estado y su evolución con los años.

Tras unos minutos nos encontraremos con el puerto deportivo, encabezado por la escultura “Avilés”. A la otra orilla, el puerto comercial, lugar de constante entrada y salida de enormes barcos mercantes y cruceros.

Casco histórico

Desde el paseo de la ría, subiendo por la calle Ruiz Gómez, nos adentramos directamente en el casco histórico de la ciudad.

Es aquí donde se funden a la perfección las distintas etapas que ha visto la villa. Cómo inicio de recorrido es bueno tomar la Plaza de España, desde la que salen sus calles más importantes.  A veces a esta plaza también se la llama “Plaza mayor”, ya que en ella se sitúa el ayuntamiento, pero esto puede dar lugar a confusiones si consultáis el mapa, ya que existe en Avilés otra llamada “Plaza Mayor” que nada tiene que ver con esta.

Rodeada de soportales, esta amplia plaza destaca por la conservación de los antiguos edificios de galerías, en perfecto estado y aún habitados. Coronada por el ayuntamiento, si prestamos atención veremos en lo alto del reloj la escultura de un velero, símbolo de la importancia que ocupa el mar para toda la Villa.

Tomando la calle La Fruta llegamos a la Plaza de Camposagrado, llamada así porque en ella se encuentra el mejor ejemplo de arquitectura barroca de Asturias, el Palacio de Camposagrado. Actual Escuela Superior de Arte del Principado.

Volviendo a la plaza, nos encaminaremos ahora a la calle más popular de Avilés, la calle Galiana. Toda la calle en sí es un monumento; a ambos lados de su recorrido tendremos diferentes edificios históricos, desde arquitectura barroca hasta modernista, todo cargado con un tremendo aire indiano, presente en toda la ciudad. Bajo sus soportales de piedra están ubicados los mejores lugares para degustar platos propios de la tierra, sin olvidarnos de los mariscos y los quesos típicos de la zona. De vinacotecas a sidrerías, además de cervecerías de estilo irlandés; el abanico de posibilidades es muy amplio.

Casi al final de la calle, prácticamente escondida, se encuentra la entrada al corazón verde de la ciudad, el Parque de Ferrera. Este amplio parque es el lugar perfecto para tomarse un descanso en el camino, sentarse junto al estanque para dar de comer a los animales, tumbarse un rato al sol en sus jardines o disfrutar paseando entre los árboles.

El Mercado Franco de Alcabala

En el año 1479, la villa sufre un devastador incendio que prácticamente reduce a cenizas la mitad de la ciudad. Para ayudar a levantarla nuevamente y para favorecer la repoblación, los Reyes Católicos le otorgan una serie de beneficios, de los que quizás el más destacable sea la concesión de un mercado semanal. Los puestos se repartieron por las diferentes calles, y estas, fueron recibiendo su nombre en función de los puestos que en ellas se montaron.

Para recordar este hecho, cada agosto y desde hace varios años se viene celebrando una recreación histórica de dicho mercado. Desde puestos de comida árabe, hasta productos típicos de la comarca, pasando por puestos de especias y manualidades. La recreación trata de ser lo más fiel posible a la realidad de entonces. Varias calles del casco antiguo, como la calle Fruta, Ferrería o Sol, se cubren de banderines y juglares. Todos los vendedores llevan vestimenta de la época, y por todo el casco nos encontraremos con juegos para niños con ambientación medieval, así como con diversos actores disfrazados, paseando entre la gente. Nobles, monjes, soldados o mendigos.

Los actores desempeñan no sólo papeles esporádicos, sino que representan auténticas obras por las calles. Por lo que si no hemos ojeado el programa, puede que nos encontremos de pronto en medio de la persecución de un ladrón y su posterior arresto.

La recreación del Mercado Franco de Alcabala tiene lugar del 26 al 28 de Agosto de cada año, durante las fiestas grandes de la Villa de Avilés.


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