Es de sobra conocida la importancia de Samarkanda en la Ruta de la Seda y, en la mayoría de las ocasiones, esta ciudad se posiciona como destino prioritario cuando alguien está pensando en hacer un viaje a Uzbekistán. Sin embargo, existe en este mágico país otra bellísima ciudad que también está estrechamente vinculada a la Ruta de la Seda y que, además, se convirtió en paso obligado de sabios y maestros.
Lugares imprescindibles que ver en Bujará
Antes de descubrir cuáles son los rincones y monumentos más interesantes que hay que ver en Bujará (también conocida como Bukhara o Bujara), merece la pena hacer un pequeño recorrido por la historia de la ciudad, sólo así podremos dar la importancia que se merece a este increíble lugar.
Breve historia de Bujará
Ya en el siglo IX Bujará era la capital del reino Samánida, convirtiéndose en uno de los centros culturales, religiosos y económicos más relevantes de Oriente en aquella época. Así, la importancia cultural de la ciudad quedó reflejada en la construcción de varias madrasas y de una de las bibliotecas más grandes del mundo; la religiosa encontró su máxima representación en la edificación de varias mezquitas; su importancia económica en el pasado quedó plasmada en que fue parada obligatoria para aquellos comerciantes que realizaban las rutas de la seda y las especias. Además de esa relevancia cultural, religiosa y económica, Bujará también se posicionó como un centro intelectual clave, estableciéndose en ella algunos de los pensadores más importantes de la época como Avicena.
Sin embargo, los buenos tiempos de Bujará acabarían cuando sucumbió a la furia del sangriento guerrero mongol Gengis Kan, quien arrasaría la ciudad y con ello todos los símbolos de su glorioso pasado. Por suerte, en el siglo XVI Bujará resurgiría de sus cenizas, convirtiéndose de nuevo en un importante centro religioso y cultural. Un pasado glorioso y un renacimiento que tuvo su eco en los monumentos que nos encontramos a lo largo y ancho de la ciudad uzbeka. Madrasas, mezquitas y minaretes dan buena cuenta de la importancia de esta ciudad en Oriente.
Plaza Lyabi Hauz
El centro neurálgico de Bujará es la plaza de Lyabi Hauz. Se trata de un agradable lugar en el que poder disfrutar de un té mientras observamos las tranquilas aguas del estanque que hay en medio de esta plaza. En Lyabi Hauz se encuentra una de las madrasas más grandes de Asia Central y la de mayores dimensiones de Bujará conocida como Madrasa Kukeldash. Fue construida en el siglo XVI bajo el reinado de Abdullakhan II participando en su construcción los mejores artesanos de la época. Una parte de la madrasa es a día de hoy la sede del Museo Memorial de Sadriddin Ayni, considerado como uno de los más importantes escritores de la región en el siglo XX. En esta plaza está otra de las madrasas más famosas de la ciudad, la de Nadir Divan Begi, construcción del siglo XVII en la que destaca por encima de todo su precioso Pishteq o puerta de entrada, decorada con azulejos que crean un precioso mosaico de formas islámicas.
Complejo Poi Kalon
Por los monumentos que lo componen, el complejo de Poi Kalon es el lugar más importante de Bujará. Aquí se alza el Minarete de Kalyan, única de las construcciones que aún se conservan de la época anterior a la destrucción de la ciudad por Gengis Kan, ya que precisamente fue Gengis Kan quien ordenó que no se destruyera un edificio de tanta belleza. Fue levantada en el año1127 y está realizada en ladrillo cocido. Sus dimensiones lo dicen todo: 47 metros de alto, 9 de diámetro en la base y 6 en la parte superior, convirtiéndolo en uno de los minaretes más grandes del mundo musulmán. Por su altura fue utilizado como faro para las caravanas de comerciantes que se dirigían a la ciudad.
En el mismo complejo de Poi Kalon está la madrasa de Miri-Arab del siglo XVI. Está escuela coránica es una de las más importantes madrasas de Asia Central. Aunque no es posible acceder al interior de ella, sí merece la pena estar un buen rato admirando el exterior.
El último de los edificios que componen el complejo de Poi Kalon es la Mezquita Kalon. Fue construida a finales del siglo VIII, destruida posteriormente por Gengis Kan y reconstruida de nuevo ya en el siglo XVI. Hoy en día es una de las mezquitas más importantes de Bujará.
Mezquitas de Bolo Haouz y Chor Minor
La mayoría de los monumentos más importantes de la ciudad se reparten, como hemos visto, entre la plaza Lyabi Hauz y el complejo Poi Kalon, pero Bujará cuenta con otras construcciones destacadas repartidas por otros puntos de la ciudad. Así, fuera de esas dos zonas principales está la mezquita Bolo Hauz, un tanto llamativa porque posee una entrada formada por finísimas columnas y techos de madera. También llamativa resulta la mezquita Chor Minor, compuesta por cuatro curiosos minaretes.
Mausoleos de Ismail Samani y de Chasma Ayub
Igualmente, dentro del conjunto arquitectónico de la ciudad hay que destacar dos mausoleos: el Mausoleo de Ismail Samani hace honor al fundador de la dinastía Samánida, de cuyo reino era capital Bujará. El segundo de los mausoleos es el de Chashma Ayub, aunque este no tiene la misma importancia que el de Ismail Samani.
Fortaleza de Ark
El último de los edificios de los que hablaremos en la ruta de hoy por los lugares imprescindibles que hay que ver en Bujará es Ark, por tratarse de una fortaleza que sirvió como defensa de la ciudad entre los siglos V al XX.
Por cierto, no nos podemos ir de Bujará sin acercarnos antes a alguno de sus múltiples bazares y comprar algunos de los productos típicos de la región.