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Luarca, un pueblo con encanto marinero en la costa asturiana


Cuando oímos que tal o cual pueblo es un pueblo de montaña o marinero, algo hace “clic” en nuestra cabeza y nos entran de repente unas ganas inmensas de conocerlo. Hoy nos acercamos a un pueblo con mucho encanto marinero para saber todo lo que hay que ver en Luarca.

Asturias Asturias Asturias Asturias
Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

Y es que, si hablamos de pueblos con encanto marinero, Asturias tiene mucho que ofrecernos ¡Son tantos los pueblos con encanto de la costa asturiana que nos dejan esa estampa tan típica de pequeños barcos faenando en el inmenso mar mientras cientos de gaviotas lo sobrevuelan sin un rumbo fijo! En nuestra ruta, nos acercamos a recorrer uno de esos pueblos de la costa asturiana que más se acerca a la idílica imagen de pueblo marinero, Luarca.

Qué ver en Luarca

Luarca es un pueblo situado en la costa occidental asturiana. Se encuentra a unos 45 minutos de Avilés, a una hora de Gijón y a poco más de una hora de Oviedo. Pertenece al Concejo de Valdés, del cual es su capital. Sin duda, el puerto de Luarca se convierte el corazón de la localidad, sin embargo, perderse por el centro histórico o disfrutar de las magníficas vistas que nos regala la zona de la atalaya, son otros de los imprescindibles de Luarca.

Centro histórico de Luarca

Una buena opción es empezar a visitar Luarca recorriendo las calles de su centro histórico, en la zona baja de la localidad. Allí, además de algunas plazas y calles con encanto, están algunos de los edificios más importantes de la conocida como la “villa blanca de la costa verde”. Una de las construcciones más destacadas es la Iglesia de Santa Eulalia, templo de la segunda mitad del XIX levantado cerca de la lonja y del puerto. El Palacio del Marqués de Ferrara es un conjunto de varias edificaciones de los siglos XIII, XVI y XVIII que está declarado como Monumento Histórico-Artístico. Por su parte, la Casa de los Marqueses de Gamoneda es un bonito edificio del siglo XVIII que perteneció al Marqués de Gamoneda y que acoge el Museo de Severo Ochoa.

Casas de indianos: Los indianos fueron aquellas personas que entre finales del siglo XIX y comienzos del XX marcharon a América para intentar hacer fortuna. Este movimiento se dio sobre todo entre la población cántabra y asturiana. Tras haber hecho fortuna allende los mares, muchos de ellos construyeron grandes casonas en su población de origen. En las calles de Luarca podemos ver varias casonas indianas que fueron levantadas por aquellas gentes que hicieron riqueza durante su estancia en América como la Villa Tarsila o Casa Guatemala.

Puente del Beso

Una de las arterias que atraviesa Luarca es el río Negro, que cruza la localidad antes de morir en el mar. Hay varios puentes que permiten a las gentes del lugar atravesar este río, sin embargo, solo hay uno que tiene detrás de él una leyenda de corsarios y amores imposibles: el Puente del Beso.

Puerto de Luarca

Decíamos que el Puerto de Luarca es el que da al pueblo su verdadera esencia. Se trata de uno de los puertos pesqueros con mayor encanto de toda la costa asturiana, un lugar en donde los pequeños barcos salen a faenar cada mañana y en donde el olor a mar lo impregna todo. Una postal de villa marinera que se amplia con lugares como la Lonja, el espigón, la atalaya (con el faro y la ermita) y los típicos barrios de pescadores como el Barrio Pescadería y, en especial, el Barrio del Cambaral, con sus típicas casas blancas que trepan por la ladera de una pequeña atalaya.

La atalaya de Luarca

Así es, desde el puerto es posible ascender hasta la zona conocida como la atalaya, una zona que años atrás fue utilizada como recinto defensivo ante los ataques piratas y en la que hoy en día encontramos algunas de las pequeñas maravillas que nos regala Luarca como la Mesa de los Navegantes, el faro, la Ermita de Nuestra Señora la Blanca o el cementerio.

Mesa de Mareantes y Navegantes: Era el lugar de reunión del consejo de la villa en la Edad Media y donde los marineros decidían si salían a faenar. En este lugar hay un pequeño monumento hecho con azulejos que cuenta la historia de los navegantes de la villa marinera.  

Cementerio de Luarca: Su magnífica ubicación, en lo alto de la atalaya y junto a un acantilado, lo convierten en uno de los cementerios más bonitos del norte de España. Las vistas que ofrece son de esas que se quedan guardadas por mucho tiempo en la retina del viajero. Además, allí está la tumba del hijo más importante de Luarca, el premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 1959, Severo Ochoa.

Bosque-Jardín de la Fonte Baxa

Aquellos que busquen el descanso, en Luarca tienen varias opciones: acercarse a algunas de sus playas o perderse entre flores, árboles, paseos y estanques en el Bosque-Jardín de la Fonte Baxa.

Miradores de Luarca

Siempre recomendamos comenzar o terminar si es posible la visita a un lugar en alguno de sus miradores, solo así podemos hacernos una idea de lo que vamos a ver (si comenzamos la visita en un mirador) o de lo que hemos visto (si terminamos la visita en un mirador). Uno de los mejores miradores de Luarca lo tenemos junto al Barrio de la Pescadería, cerca de la Ermita de San Roque y San Martín, y se le conoce como Mirador de El Chano, que nos regala unas vistas maravillosas del pueblo.

Dos lugares fuera de Luarca para visitar

Por último, y solo como apunte, existen dos lugares en los alrededores de Luarca a los que merece la pena acercarse. El primero de ellos es para aquellos que buscan la belleza en esos lugares abandonados que han sido víctimas del paso del tiempo, las Ruinas de la Iglesia de Santiago. El segundo no tiene nada que ver con el primero, pues se trata de otro de esos lugares de la costa asturiana que nos regala espectaculares vistas, la Ermita de la Regalina.


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