Viajamos hasta una de las localidades más bonitas de una de las regiones más turísticas de Portugal, el Algarve. En la ruta de hoy nos acercamos a conocer cuáles son los lugares imprescindibles que hay que ver en la ciudad de Faro.
LUGARES MÁS IMPORTANTES QUE VER EN FARO
Faro es, junto con el Cabo de San Vicente, uno de los puntos más meridionales del Portugal continental. Situada en el extremo sur del Algarve, la localidad cuenta con un encantador casco histórico amurallado y un precioso entorno natural que tiene al Parque Natural da Ría Formosa como el gran protagonista.
VILA ADENTRO, EL CASCO HISTÓRICO DE FARO
Una de las primeras cosas que hacer en Faro es recorrer su precioso casco antiguo, al que se conoce con el nombre de Vila Adentro. Tras atravesar alguna de las puertas de acceso de la muralla, nos adentramos en un bonito centro histórico formado por un entramado de pequeñas callejuelas empedradas y bonitas casas blancas, a veces ornamentadas con los famosos azulejos tan típicos en el país vecino. Además de detenerse a contemplar sus monumentos más característicos (de los que hablaremos a continuación), esta parte de Faro invita a recorrerla sin prisa, parando a las veces que sean necesarias a tomar una foto, comprar algún souvenir en sus tiendas de recuerdos o simplemente sentarse a tomar un café en alguna de las terrazas de los bares y restaurantes que salpican el casco viejo farense.
MURALLAS DE FARO
Como buena ciudad costera, Faro posee un conjunto amurallado que se levantó en su día para protegerla de los posibles ataques que llegasen por mar. Lo más llamativo de las murallas de Faro son las puertas que permitían el acceso al casco antiguo: Arco da Vila, Arco do Repouso y Porta Nova.
Arco de la Villa (Arco da Vila): Principal puerta de acceso al centro histórico y uno de los imprescindibles que ver en Faro. No esperes encontrar un pequeño arco de entrada, ya que la puerta medieval original fue ampliada con la construcción de un gran edificio neoclásico a comienzos del siglo XIX. Está declarada Monumento Nacional.
Arco del Reposo (Arco do Repouso): La otra puerta principal de entrada al casco antiguo es el Arco del Reposo o Arco do Repouso, de 1249 y llamado así porque se cree que en él descansó el rey Alfonso III tras la reconquista de la ciudad. Destacan sus dos torres defensivas.
PLAZA DE LA CATEDRAL
Atravesar las puertas de la muralla nos permitirá conocer los lugares más importantes que hay que ver en el casco histórico de Faro, siendo uno de los principales la Plaza de la Catedral, espacio que cuenta con varias construcciones interesantes como el Seminario, el Palacio Episcopal y, especialmente, la Catedral.
Catedral de Faro: La Catedral de Faro (o Iglesia de Santa María) es el principal templo religioso de la ciudad. Fue construida en el año 1251, ya tras la reconquista de la ciudad. Su aspecto viene definido por la cantidad de avatares que ha padecido a lo largo de su historia: incendios, terremotos, reconstrucciones, ataques, ampliaciones, reformas… Como la mayoría de iglesias de Faro, su aspecto exterior no destaca excesivamente. Más llamativo es su interior, que esconde un interesante conjunto artístico. Junto a ella está la coqueta Capilla de San Miguel. Una de las cosas que hacer en la catedral es subir al campanario y disfrutar de las magníficas vistas del entorno natural de Faro.
CAPELA DOS OSSOS
Desde fuera, la Igreja do Carmo no tiene nada de particular. Se trata de una construcción de comienzos del siglo XVIII, escoltada por dos esbeltas torres y con un interesante interior con bonito retablo y varias capillas. Sin embargo, este templo posee un pequeño secreto que es lo que atrae verdaderamente al visitante: la Capela dos Ossos o Capilla de los Huesos, un osario en el que están perfectamente colocados los huesos de más de mil monjes y que recuerda un poco al osario de Wamba, en la provincia de Valladolid. Al igual que esta, la Capela dos Ossos también nos habla de la fugacidad de la vida y de que todos somos mortales.
PLAZA DE ALFONSO III
Otro de los imprescindibles de Faro es la Plaza de Alfonso III, en la que destaca una estatua de este importante rey portugués que reinó entre 1247 y 1279. El monumento más sobresaliente de la plaza es el Convento Nuestra Señora de la Asunción, que cuenta con bonito claustro y que acoge el Museo Municipal de Faro, donde se exponen numerosas piezas que hacen un recorrido por la historia de la región. Su mayor tesoro es el conocido como Mosaico del Océano.
PALACIOS DE FARO
El conjunto monumental de Faro se completan con varias casonas o palacetes de notable valor. Uno de ellos es el Palacete Belmarço, de comienzos del siglo XX que actualmente no es posible visitar. Ya fuera de la ciudad está el Palacio de Estoi.
MARINA DE FARO
Tras patear la ciudad, llega el momento de relajarse. Uno de los mejores lugares de Faro para ello es la Marina de Faro, puerto deportivo de la ciudad en el que las opciones de ocio se multiplican. Tras hacernos la foto de rigor junto a las letras de Faro, podemos optar por dar un agradable paseo por la zona, desconectar en el Jardín Manuel Bivar, tomar algo en alguno de sus múltiples bares y restaurantes o simplemente sentarnos a contemplar los quehaceres de las pequeñas embarcaciones que se mecen en las aguas de la Marina mientras el sol se esconde en el horizonte.
PARQUE NATURAL DA RÍA FORMOSA
Precisamente, de la Marina parten algunas de las excursiones que nos permiten conocer el más importante espacio natural de Faro, el Parque Natural da Ría Formosa. A lo largo de unos 60 km de costa, un amplio sistema de marismas, humedales e islas decoran la zona más meridional del Algarve portugués. Además de por su valor paisajístico, el Parque Natural da Ría Formosa es famosa por la presencia de numerosas especies de aves, que lo convierten en un paraíso para los amantes del turismo ornitológico. De las cinco islas que forman el parque, la más importante de todas es la Ilha Deserta o Isla Desierta. Además, en este espacio es donde se encuentran las principales playas de la localidad.