¿Sabías que existe un lugar en el planeta que tiene un castillo de algodón?... bueno, en realidad no es un castillo… ni tampoco es de algodón. Para poder entender mejor esta especie de acertijo, lo mejor es que sigas leyendo este artículo sobre los lugares imprescindibles que hay que ver en Pamukkale.
Lugares más importantes que ver en Pamukkale
Grosso modo,la localidad de Pamukkale solo cuenta con cuatro lugares principales que ver. Sin embargo, los cuatro son tan importantes y de tanta belleza que lo convierten en uno de los destinos más impresionantes y turísticos de toda Turquía, habiendo sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El “Castillo de Algodón” de Pamukkale
Pamukkale se encuentra ubicado en la provincia de Denizli, en la zona suroeste de Turquía. Sin duda, el lugar que más llama la atención y el que vienen buscando la mayor parte de los turistas es su “Castillo de Algodón”. Y aunque Pamukkale significa precisamente eso “castillo de algodón” en turco, lo cierto es que se trata de un nombre un tanto mentiroso, ya que no es castillo ni es de algodón.
Pero entonces, ¿por qué se le conoce como “Castillo de Algodón? La respuesta es sencilla: porque desde lejos tiene esa apariencia debido a su tamaño y su color blanco impoluto. En realidad este lugar tan fascinante está formado por terrazas de travertinos, curiosas formaciones geológicas de carbonato cálcico creadas por los movimientos de las placas tectónicas y los terremotos y que poseen pequeñas pozas de aguas termales. Se trata de una “rara avis” cuya singularidad atrae cada vez a más viajeros deseosos de meter los pies en unas aguas de las que se dice que poseen propiedades medicinales y de subir después las increíbles fotos de este lugar a sus redes sociales.
Sin embargo, a pesar de su enorme belleza, el “Castillo de Algodón” de Pamukkale también tiene una parte no tan bonita, ya que hace varios años algunas de estas pozas quedaron secas cuando los hoteles de la zona utilizaron sus aguas para llenar sus piscinas. Ante esta situación, la Unesco trazó un plan cuyo objetivo era alejar la infraestructura hotelera de esta maravilla geológica para no dañar más un paisaje que es único en el mundo.
Una de las actividades más buscadas por los visitantes de Pamukkale es la de volar en globo por encima del “Castillo de Algodón” y disfrutar desde las alturas de una panorámica de ensueño.
Piscina de Cleopatra
Otro nombre curioso para otro de los lugares imprescindibles que hay que ver en Pamukkale es la conocida como Piscina de Cleopatra, llamada así porque parece ser que la reina de Egipto viajaba hasta aquí atraída por las propiedades medicinales de sus aguas termales. Lo que diferencia a la Piscina de Cleopatra o Antique Pool, como también es conocida, de otras piscinas de aguas termales es que esta alberga ruinas de templos con cientos de años de antigüedad. La zona se encuentra perfectamente equipada con duchas, vestuarios, restaurantes… para que aquellos que decidan pagar la entrada puedan disfrutar de la experiencia única de nadar entre ruinas milenarias.
Ruinas de Hierápolis
El último de los protagonistas de Pamukkale es Hierápolis o, más concretamente, las ruinas que quedan de esta antigua ciudad helenística fundada en el siglo I a.C. Con el tiempo, pasó a ser cuidad romana y a ella acudían los nobles romanos para descansar y disfrutar de los beneficios que proporcionaban sus aguas termales. Más adelante pasaría a manos bizantinas. Su declive llegó en la primera mitad del siglo XIV tras ser víctima de un terremoto que la dejó en ruinas. A pesar de ello, merece mucho la pena recorrer el yacimiento arqueológico para maravillarse con lugares como el Templo de Apolo, los baños romanos, las puertas bizantina y de Domiciano, la Necrópolis y, en especial, su espectacular Anfiteatro del siglo II con capacidad para 15000 espectadores, que contaba con tres secciones (Cávea, Escena y Orquesta) y que hoy en día sigue presentando un magnífico aspecto. Las ruinas de Hierápolis fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Museo Arqueológico de Hierápolis
Por supuesto, entre las ruinas de la antigua ciudad de Hierápolis se encontraron numerosas antigüedades como joyas, monedas o esculturas. Para exponer todos estos objetos que aparecieron entre las ruinas de Hierápolis (y también los objetos encontrados en un yacimiento arqueológico vecino situado a tan solo 10 kilómetros de Pamukkale perteneciente a una antigua ciudad romana llamada Laodicea), se abrió al público, ocupando lo que antes eran unos baños romanos, el Museo Arqueológico de Hierápolis.