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Qué ver y hacer en Brujas


Brujas entraría dentro de un grupo de ciudades de la región belga de Flandes que podríamos considerar ciudades con un fuerte carácter romántico. Si sabemos escoger los lugares adecuados y el momento del día en el que hay menos turistas, la experiencia de descubrir todo lo que hay que ver en Brujas, así como su lado más romántico, puede ser muy gratificante.

Datos Útiles


País:
Idioma: Flamenco
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: EUR
Requisitos de entrada:

Entre viejas calles de adoquines y canales surge una de esas ciudades que no te permite guardar la cámara de fotos ni por un momento, siempre hay algo que ver o fotografiar en Brujas. De hecho, su casco histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad.

Además de su indudable belleza, Brujas atrae a muchos turistas por su buena conexión con la capital belga, Bruselas, y con otras ciudades europeas. Esta dualidad, belleza y accesibilidad, ha convertido a Brujas en uno de los destinos preferidos del viejo continente, lo que traído consigo que pierda un poco de ese carácter romántico del que hablábamos al comienzo.

Sin embargo, en Brujas quedan todavía lugares tranquilos y alejados del bullicio y del ruido, rincones donde es aún posible experimentar la paz, la tranquilidad y la belleza de una ciudad que, si se sabe cómo tratarla, nos devolverá momentos inolvidables.

Todavía no sabemos cuándo podremos recorrer de nuevo las ciudades más bellas de Europa sin peligro, pero de momento queremos descubrir para ti cuáles son los lugares imprescindibles que ver en Brujas y las mejores actividades que hacer en la ciudad belga. De esta manera, Brujas puede convertirse en un buen destino para conocer en cuanto se pueda viajar con total seguridad por Europa.

 

Cómo llegar a Brujas

En Bruselas hay dos aeropuertos internacionales: Charleroi, aeropuerto donde suelen llegar vuelos baratos, y Zaventem. Desde Bruselas se puede llegar a Brujas en tren. Los trenes entre ambas ciudades salen cada 20 minutos aproximadamente y tardan una hora en recorrer los 90 kilómetros que separan a ambas ciudades. Igualmente, Brujas tiene buenas conexiones por tren con otras ciudades belgas como Amberes o Gante.

 

Qué ver en Brujas

Grote Markt y la torre Belfort

Es común en las ciudades centroeuropeas la existencia de una plaza del mercado en el centro de la ciudad. Esta característica se da, por ejemplo, en muchas ciudades alemanas; Bélgica es otro país con esta particularidad y la plaza del mercado de Brujas es uno de los lugares más interesantes que ver en la ciudad belga.

Así, en Brujas tenemos la Grote Markt. Esta plaza se ha convertido en el centro neurálgico de la ciudad y es la más buscada por las hordas de turistas. La plaza está rodeada por interesantes edificios medievales, muchos de ellos eran sedes de los distintos gremios de la ciudad. De entre las construcciones más destacadas de la plaza están el museo conocido como Historium y el juzgado provincial. En el centro hay una estatua de bronce que homenajea a dos personajes de la ciudad llamados Jan Breydel y Pieter De Koninck.

Sin embargo, si hay un monumento en la plaza que se lleva todas las miradas, ese es, sin duda, la Torre Campanario Belfort. Se trata de una enorme torre medieval de más de 83 metros de altura que ha tenido diferentes funciones a lo largo de la historia. Fue construida en estilo gótico en el siglo XIII. Con esa altura, no es de extrañar que la torre ofrezca una magnífica panorámica de la ciudad. Eso sí, quien quiera disfrutar de esas preciosas vistas tendrá que subir peldaño a peldaño sus 366 escalones.

Plaza Burg

Cerca de la Grote Markt está otra de las plazas más bonitas de Brujas, la Plaza Burg. Esta plaza cuadrada guarda dentro de sus límites algunos de los edificios más notorios de la ciudad belga y alguna que otra reliquia.

En un recorrido por la Plaza Burg hallaremos la Basílica de la Santa Sangre. Se trata de una construcción religiosa de dos pisos, uno románico y otro neogótico, que guarda en su interior un recipiente que dicen contiene una tela con la sangre de Cristo.

El ayuntamiento (o stadhuis) es el segundo de los edificios destacados de la plaza Burg. Fue construido entre finales del siglo XIV y comienzos del XV, es de estilo gótico y posee dos maravillosos espacios conocidos como Salón gótico y sala histórica.

El tercero de los edificios destacados de la plaza son los tribunales de justicia, del siglo XVIII,  y decorados con una enorme y majestuosa chimenea.

Plaza Jan Van Eyck

Una tercera plaza que merece la pena visitar en Brujas es la Plaza Jan van Eyck. La ciudad homenajea al célebre pintor flamenco bautizando la plaza con su nombre y colocando una estatua en el centro de la misma. En la plaza está el edificio de la Aduana, pues era en esta plaza donde se llevaban a cabo las funciones típicas de las aduanas.

Muelle del rosario

¿Es el Muelle del Rosario el rincón más bonito de Brujas? No podemos contestar con rotundidad a esta pregunta, pues en Brujas hay innumerables rincones que podrían ostentar este título, lo que sí que estamos seguros es que es el lugar que atrae un mayor número de miradas de los visitantes. Y no es de extrañar que tantos turistas se acerquen a fotografiar este rincón mágico de la ciudad belga compuesto por un canal y preciosas casas medievales como telón de fondo. Si el rincón ya es bonito por el día, por la noche se convierte en un lugar de cuento.

Parque Minnewaterpark

Son por lugares como el Muelle del Rosario o el Parque Minnewater que Brujas está considerada como una de las ciudades más románticas de Centroeuropa.

El parque cuenta con todos los elementos necesarios para dejarse llevar por el romanticismo: tranquilidad, el discurrir sereno de las aguas del canal, atardeceres de película, un lago llamado” Lago del Amor”, elegantes cisnes flotando en las cristalinas aguas del lago… en resumen, una imagen idílica.

Puente de San Bonifacio

Y para completar esta ruta romántica por Brujas, que mejor lugar que el Puente de San Bonifacio. Si el Muelle del Rosario y el Parque Minnewater parecen de cuento, el Puente de San Bonifacio se antoja el rincón perfecto de Brujas para acudir con la persona amada.

Begijnhof

Declarado Patrimonio de la Humanidad, el Begijnhof es uno de los rincones más interesantes que visitar en Brujas. En este sereno espacio viven en la actualidad monjas de la Orden de las Benedictinas, pero su historia viene de lejos. El Beaterio, que así se llaman a estos lugares, fue construido en el año 1245 con el fin de que en ellos pudieran vivir mujeres que se encontraban solas, en su mayoría eran viudas de los cruzados, y que querían vivir de forma independiente. Estas mujeres llevaban aquí una forma de vida retirada y una de sus labores era la de ayudar a los más pobres. Si necesitas alejarte por un rato de las zonas más turísticas de la ciudad y buscas un lugar en el que pasear y reflexionar, no encontramos mejor lugar en Brujas que el Begijnhof.

Iglesia de Nuestra Señora y Catedral de San Salvador

Las dos grandes construcciones religiosas de Brujas son la Iglesia de Nuestra Señora y la Catedral de San Salvador.

La de Nuestra Señora es una iglesia de estilo gótico del siglo XIV. En su exterior sobresale una enorme torre de ladrillo de más de 120 metros de altura, una de las más grandes que hay en Europa. En el interior está la obra escultórica de Miguel Ángel conocida como “Virgen con niño”. También podemos contemplar en su interior magníficos mausoleos.

El otro edificio religioso que hay que ver en Brujas es la Catedral de San Salvador, iglesia más antigua de la ciudad, del siglo XIII, con magnífica decoración en el interior.

 

Qué hacer en Brujas

Pasear por calles y canales

Una de las mejores cosas que hacer en Brujas es pasear por sus calles y envolverse en ese aroma medieval que desprende la ciudad. Un recorrido por el casco histórico nos llevará por antiguas callejuelas adoquinadas, casas y edificios medievales y rincones de indudable belleza.

Pero si nos cansamos de patear las calles, podemos montarnos en una de las pequeñas embarcaciones que recorren cada día los canales de la ciudad flamenca. Estas embarcaciones parten desde distintos muelles de la ciudad y realizan recorridos de media hora a 45 minutos con un coste de 8 €.

Llegar hasta la zona de los molinos

Como si de una ciudad holandesa más se tratara, Brujas tiene su propia zona de molinos. En el parque de Kruisvest, ya en las afueras de la ciudad, encontraremos algunos ejemplares de estas construcciones que tan famosas son en el país vecino. A día de hoy quedan 4 molinos en el parque, siendo el de Sint-Janshuis el más famoso de los cuatro.

Visitar museos

Si eres de esos que cuando están de viaje en una ciudad necesitan entrar en algún museo, te damos dos opciones en Brujas:

El museo Groeninge es el más popular de Brujas. Muestra lo mejor del la pintura belga con obras de Jan Van Eyck, Hugo van der Goes o Augustin van den Berghe, entre otros.

Una segunda opción que te ofrecemos es la de acercarte hasta el antiguo hospital de San Juan, considerado uno de los hospitales más antiguos de Europa, y visitar la colección de pinturas del siglo XV que exhibe el Museo Memling. Entre las obras que se muestran hay 6 pinturas de Hans Memling.

Otras opciones, esta vez dirigidas a los más golosos, serían visitar los museos del chocolate o de las patatas fritas.

Probar la cerveza belga

Por lo general, la cerveza belga es reconocida en el mundo entero como una cerveza de gran calidad. En Brujas tienes la posibilidad de comprobarlo visitando la fábrica de cervezas “De Halve Maan”. Esta cervecería familiar lleva produciendo cervezas desde mediados del siglo XIX. Se puede hacer una visita guiada por sus instalaciones y degustar algunas de las cervezas que fabrican. También cuentan con museo y comedor.


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