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Ruta de los tres templos, increíbles construcciones entre bellos paisajes


Son tres. Muy diferentes entre sí. Cada uno con un estilo propio (barroco, románico y contemporáneo). Ubicados en distintas localidades con paisajes diversos. Y, sin embargo, juntos forman una ruta muy especial. El Santuario de Loyola, la Ermita de la Antigua y el Santuario de Aránzazu forman la conocida como “Ruta de los tres templos”.  

Datos Útiles


País: España
Idioma: Español, Euskera
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

Se trata de una ruta de algo más de 45 kilómetros que recorre una parte del interior de la provincia de Guipúzcoa y que corresponde al inicio del Camino Ignaciano, es decir, una parte del recorrido del camino de peregrinaje que realizó Ignacio de Loyola en 1522 y que le llevó desde Azpeitia, su localidad natal, a la población barcelonesa de Manresa. 

Realizar la Ruta de los tres templos no significa sólo poder admirar tres de las construcciones más famosas del País Vasco, sino también adentrarse en increíbles paisajes perfilados por las siluetas de frondosos valles y cortados por los cauces de tranquilos ríos, y, al igual que sucede con el Camino de Santiago, realizar un viaje en el que el silencio y la espiritualidad forman parte importante de la ruta.  

 

Santuario de Loyola  

La Ruta de los tres templos comenzaría junto al macizo de Izarraitz, cerca de Azpeitia, población que vio nacer a Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas. Habría que desplazarse hasta ese lugar para visitar el Santuario de Loyola, un conjunto monumental levantado junto a la casa natal del beato en el que destaca la Basílica de Loyola

De grandes dimensiones, la Basílica de Loyola está considerada como uno de los monumentos más famosos e importantes del País Vasco. Se trata de un conjunto barroco que se construyó entre la segunda mitad del siglo XVII y la primera del XVIII, inaugurándose en 1738.  

La influencia de Bernini, de quien era discípulo, se aprecia en la enorme cúpula de 65 metros de altura y 20 metros de diámetro que diseñó el arquitecto de la Basílica, Carlo Fontana. Sin duda, la cúpula es el elemento más destacado del edificio, pero hay otros que llaman la atención del visitante como el altar mayor, el órgano de más de 2000 tubos y la estatua hecha en plata de San Ignacio de Loyola. 

La otra construcción importante del conjunto monumental es la Casa-Torre de los Loyola, lugar donde nació Ignacio de Loyola en el año 1491. Se trata de una casa de cuatro plantas con clara influencia mudéjar levantada a finales del siglo XIV.  

Para aquellos que quieran ampliar la vista, pueden acercarse a Azpeitia y descubrir sus lugares de interés como la Iglesia de San Sebastián de Sereasu, el Palacio Antxieta o el Museo del Ferrocarril. 

 

Ermita de la Antigua 

En un bello paisaje entre montañas, en la localidad de Zumárraga, se encuentra el segundo de los edificios que forman la Ruta de los tres templos.  

Llegamos hasta el Ermita de Santa María, llamada también “La Antigua”, tras haber dejado atrás Azpeitia y el Santuario de Loyola, y haber atravesado algunos hermosos rincones del paisaje del interior de la provincia guipuzcoana.  

A la Ermita de Santa María se la conoce como “La Catedral de las Ermitas”, sobrenombre que nos puede dar una idea de la majestuosidad del edificio. Las primeras noticias que tenemos sobre el templo son de 1366. Posteriormente sería abandonada y, por suerte, poco a poco rehabilitada, con una importante reforma ya en el siglo XX.  

Se trata de una ermita románica de una sola nave con planta rectangular. Sin duda, lo que más llama la atención del edificio es el armazón de madera del techo que cuenta con numerosos elementos decorativos. Sin duda, estamos ante un estilo de construcción distinto a lo que estamos acostumbrados, pero que realmente nos deja con la boca abierta. También destaca la imagen gótica de la virgen. 

Merece la pena, una vez visitada la Ermita, acercarse a conocer los bonitos parajes del entorno en el que se encuentra la conocida como “Catedral de las Ermitas”. 

 

Santuario de Aránzazu 

Para terminar la Ruta de los tres templos hay que llegar hasta Oñati para descubrir el Santuario de Aránzazu, una construcción muy particular no solo por su estilo arquitectónico, sino también por su ubicación junto a un impresionante barranco en el Parque Natural de Aizkorri-Aratz. 

En este idílico espacio natural se levantó, a mediados del siglo XVI, en el mismo lugar donde se cuenta que a un pastorcillo se le apareció la virgen en un espino, una iglesia. De aquella iglesia primigenia no queda actualmente nada debido, entre otras razones, a que la construcción ha sufrido a lo largo de los años algunas adversidades, entre ellas varios incendios.  

El templo que conocemos hoy en día fue una obra que se llevó a cabo en la década de los 50 del siglo XX. El resultado fue la creación de uno de los conjuntos más importantes de la arquitectura vasca contemporánea. De hecho, en la construcción de la basílica participaron, cada uno en su campo, algunos de los nombres más importantes del siglo XX. Por ejemplo, las puertas de hierro son de Chillida, los 14 apóstoles de la fachada son de Jorge Oteiza y el increíble retablo de 600 metros cuadrados es del pintor abstracto madrileño Lucio Muñoz. En el interior del templo destaca una imagen del siglo XIII de la Virgen de Aránzazu, patrona de Guipúzcoa. 

Cada año, la Basílica de Aránzazu recibe a un gran número de peregrinos por ser un retiro especial de espiritualidad. Además, son muchos los viajeros que aprovechan para conocer otros rincones de la localidad de Oñati como la Iglesia de San Miguel Arcángel, el Palacio de Don Pedruena, la Ermita de San Martín y, por encima de todo, la magnífica Universidad Sancti Spiritus, obra renacentista del siglo XVI que fue le primera universidad construida en el País Vasco. 


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