Sin embargo, más allá de estos lugares que atraen a un gran número de visitantes, la provincia de Tarragona cuenta con pequeñas calas y coquetos pueblos de interior que invitan a disfrutar de otro tipo de viaje, en el que prima la belleza del paisaje y la tranquilidad. Estos dos requisitos los encontramos en una ruta que proponemos por 5 pueblos con encanto en Tarragona.

Así es, proponemos una ruta que comienza cerca de Tarragona, en la Costa Dorada, para después adentrarnos en el interior de la provincia, en los bellos paisajes que nos ofrecen en la provincia las Montañas de Prades. Terminaremos descubriendo una población con mucho encanto que se encuentra junto al Ebro.

Pueblos con encanto en Tarragona

Estos son cinco de los pueblos más bonitos de Tarragona.

Altafulla

La ruta por 5 pueblos con encanto en Tarragona puede comenzar en la capital. Tarragona está a apenas una hora en tren de Barcelona y cuenta con un impresionante conjunto monumental en el que destaca por encima de todo el famoso anfiteatro romano. Desde allí no nos será difícil acercarnos a la localidad de Altafulla, muy cerca de la ciudad de Tarragona.

El pueblo de Altafulla se encuentra en plena Costa Dorada, una de las zonas costeras que más turismo atrae de toda España. La localidad ofrece al visitante todo lo que se pide a un destino de costa: playas limpias de aguas tranquilas y un clima templado, además de un hermoso paseo marítimo y restaurantes y bares donde poder saborear los platos más atractivos de la región.

Pero no nos engañemos. Altafulla no es sólo playas, sino que pasear por sus lindas callejuelas y visitar algunos de sus monumentos como el castillo se convierte en otro buen plan. Como lo es acercarse a lugares cercanos a la localidad de gran valor arquitectónico como Tamarit, con su precioso castillo junto al mar, o a la Villa Romana del Munts, con restos de construcciones de aquella época.  

Montblanc

Dejamos la costa para adentrarnos en el interior de la provincia de Tarragona, concretamente nos dirigimos hasta la comarca de la Conca de Barberá para descubrir su capital, el pueblo de Montblanc.

Montblanc es un pueblo con un fuerte carácter medieval y un patrimonio monumental que puede presumir de su buen estado de conservación. Historia y leyenda, leyenda e historia, se dan cita en esta localidad, pues se dice que aquí se sitúa la leyenda de Sant Jordi y el dragón.

Sin duda, la construcción más importante del pueblo es su muralla del siglo XIV, de más de 1,5 km de longitud y cuyo muro y torres presentan un magnífico estado de conservación. Es posible caminar por el paseo de Ronda de la muralla.

Pero el casco histórico de Montblanc invita a caminar despacio y a sorprenderse con la espectacular Iglesia de Santa María la Mayor, templo gótico del siglo XIV. Otros monumentos destacados son el Convento de San Francisco y varias casas señoriales. El barrio judío nos hace perdernos por estrechas callejuelas.

Quizá no quieras abandonar el pueblo, absorto con su belleza, pero si lo haces puedes acercarte a conocer uno de los monumentos más impresionantes de toda Cataluña, el Monasterio de Santa María de Poblet.

Prades

Nos sumergimos en los paisajes que nos ofrece la Montañas de Prades, para conocer el pueblo que da nombre a la sierra. No es difícil adivinar que uno de los atractivos de Prades es, gracias a su especial ubicación, su hermoso entorno natural.

Si nos adentramos en Prades y recorremos sus calles, nos encontraremos con una villa medieval cuya singularidad radica en el color rojizo de sus casas y construcciones (por esa razón es conocida como “Vila Vermella” (Villa rojiza). La Iglesia de Santa María la Mayor, que combina los estilos gótico y renacentista, es su principal atractivo turístico, sin olvidarnos de su castillo árabe o de las murallas.

Por supuesto, el entorno natural del pueblo ofrece numerosas propuestas para los amantes de la naturaleza.

Siurana

Si continuamos avanzando por las Montañas de Prades, llegaremos hasta un hermoso lugar dominado por un pantano y por un hermoso paisaje. Es allí donde se encuentra el siguiente pueblo de nuestra ruta por los pueblos con encanto de la provincia de Tarragona.

Varias cosas sorprenden de este pueblo, además de su entorno natural. Lo primero que llama la atención de aquel que visita Siurana es su ubicación en un promontorio rocoso. Lo que le da un aspecto de pueblo infranqueable. Lo siguiente que quizá nos sorprenda es la belleza que ofrecen las calles empedradas de uno de los últimos pueblos que resistieron al asedio árabe en Cataluña. Igualmente, destacan sus dos monumentos más conocidos: la Iglesia románica de Santa María del siglo XII y la fortaleza árabe. Pero si hay un lugar que nos deja sin habla, ese es el conocido como Salto de la Reina Mora, en el que se unen leyenda y vistas impresionantes.

Miravet

Salimos al encuentro del Ebro (o, mejor dicho, es el Ebro el que sale a nuestro encuentro), río muy importante para la provincia de Tarragona, para llegar hasta la localidad de Miravet, pueblo con el que concluimos esta pequeña ruta por los pueblos con encanto de Tarragona.

La estampa de Miravet es la siguiente: el río Ebro forma un meandro cuando llega a Miravet. Desde ahí, las casas del pueblo se agolpan y trepan en dirección al castillo. En lo alto del cerro, nos espera un castillo templario del siglo XI, sobre una antigua fortaleza árabe. Desde lo alto del castillo, unas impresionantes vistas del Ebro y del entorno natural nos transmiten una sensación de calma. Caminando por el pueblo, sale a nuestro paso la Iglesia Vieja. Todo el conjunto viene a contarnos que Miravet es un destino diferente.