Si bien es cierto que, por sus cumbres nevadas y la estación de Baqueira Beret, solemos relacionar esta zona del pirineo leridano con el invierno, también lo es que la primavera, cuando el paisaje de montaña abandona su letargo y comienza a mostrar sus colores, puede ser una época ideal para realizar una ruta por algunos de los pueblos con más encanto del Valle de Arán. 

Vielha 

Un buen punto de partida para comenzar la ruta por los pueblos con encanto del Valle de Arán es Vielha. Son varias las razones: es la capital, el núcleo poblacional más grande, y donde encontramos un mayor número de servicios que nos ayudarán a preparar el viaje por el Valle de Arán. 

Las altas cimas marcan el paisaje de Vielha, de hecho, no muy lejos de la localidad se encuentran el pico del Aneto, la más alta cumbre de los Pirineos.  

Vielha se encuentra situada junto al río Garona, uno de los protagonistas del paisaje del valle. En el casco histórico ya se pueden apreciar los elementos tradicionales de las construcciones de la zona: casas de piedra con tejados de pizarra. Recorriendo sus calles medievales encontraremos bellos ejemplos del románico (estilo que se deja ver con mucha frecuencia por estas tierras). Las Iglesias de San Miguel, de Santa Eulalia de Arrós y el cercano Santuario de Artiga de Lin se convierten en las obras religiosas más importantes. Muy interesantes son igualmente los dos museos principales de la localidad: el Musèus dera Val d’Arán, espacio ideal para conocer el estilo de vida de las gentes del valle, y el Museo de la Lana.  

Arties 

Tomando la carretera C-28 llegamos hasta el segundo de los pueblos de la ruta por el Valle de Arán, Arties, localidad que pertenece al municipio de Alto Arán. 

El río Garona vuelve a querer ser protagonista y también se deja ver por esta localidad, eso sí, en Arties comparte el protagonismo con el río Valerties, que llega a su encuentro por el sur. Quizá ninguno de los dos se quieren perder la visita a uno de los pueblos más hermosos del Valle de Arán. 

Monumentos importantes de Arties son la Iglesia de Santa María, del siglo XII y en la que predomina el románico; la Iglesia de San Juan, en este caso construcción de estilo gótico del siglo XIV y que cuenta con un museo con exposiciones; o la Casa de Portalá, del siglo XVI y que se ha utilizado para albergar el Parador de Turismo.  

Salardú 

Basta con seguir la C-28 y el cauce del río Garona para plantarnos en pocos minutos en otro de esos pueblos del Valle de Arán pequeños en tamaño pero rodeados de enorme belleza. 

Una de las principales características de Salardú es su proximidad a la famosísima estación de Baqueira Beret, lo que lo convierte en un destino fácil de alcanzar para los aficionados que se acercan a la estación invernal para practicar su gran pasión.  

Es el río Unhòla el que en esta ocasión sale al encuentro del Garona en Salardú (y que se convertirá durante un tramo del viaje en compañero inseparable de nuestra ruta por los pueblos con encanto del Valle de Arán).  

Estamos ante un pueblo medieval en el que, una vez más, volvemos a encontrar los elementos más comunes de esta zona del pirineo (la piedra, la madera y la pizarra). Sin lugar a duda, la Iglesia de San Andrés destaca entre el resto de las construcciones de la villa, llamando la atención en este monumento del siglo XIII su torre octogonal. Sin embargo, el pueblo invita a recorrer unas calles que nos hacen viajar a épocas pasadas y a dejarse deslumbrar por el imponente paisaje pirenaico que desde aquí se tiene. 

Unha  

Dejamos por un momento al inseparable Garona para seguir el cauce del río Unhòla, cauce que nos llevará a otro pequeño pueblo del Alto Arán, Unha. Destaca la localidad por su especial ubicación en el Pui d’Unha, creando pueblo y entorno una imagen de postal. Entre su rico patrimonio monumental hay que mencionar la Iglesia de Santa Eulalia, con su singular torre octogonal.  

Baguergue 

Continuamos el recorrido a orillas del río Unhóla para poder alcanzar Baguergue, pueblo imprescindible en una ruta por los lugares con más encanto del Valle de Arán. No obstante, está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Y no es para menos, su ubicación a más de 1400 metros sobre el nivel del mar (convirtiéndolo en el que a mayor altitud se encuentra de todo el valle), el entorno natural y su importante conjunto monumental hacen de él un destino imprescindible. 

Precisamente, de su patrimonio arquitectónico cabe destacar la Iglesia de San Félix y la Ermita de Santa Margarita. Mención aparte merece el Museo Eth Corrau, imprescindible para conocer en profundidad la vida en el valle a través de los más de 2000 objetos que se exponen en él. 

Les  

Para llegar a Les, el último de los pueblos con encanto del Valle de Arán de los que hablaremos en la ruta de hoy, tendríamos que volver sobre nuestros pasos, dejar de nuevo atrás Vielha, y continuar dirección norte por la carretera N-230 hasta llegar casi a la frontera francesa. Allí saldrá a nuestro encuentro una localidad rodeada de hermosos paisajes que nos transmiten paz y calma. Cuenta con monumentos de la talla de la Iglesia de San Juan Bautista y la capilla románica de San Blas de Sabaste.  

Sin embargo, lo que hace especial y único a este pueblo son las aguas termales, convirtiéndolo en uno de los mejores lugares del Valle de Arán para disfrutar del turismo de salud y relax. Nada como disfrutar de un baño relajante en aguas termales mientras contemplamos la preciosa estampa que nos regala el paisaje pirenaico del valle.