Muchas veces relacionamos Tasmania con ese animal que habita en esa isla y que tan célebre se hizo gracias a unos dibujos animados; pero afortunadamente Tasmania tiene mucho más que contar y que ofrecer al turista, aunque para ello haya que atravesar (literalmente) medio mundo.
Hasta no hace demasiado tiempo Tasmania estaba unida a la isla de Australia, pero hará unos 10000 años aproximadamente que ambas tierras comenzaron a distanciarse; estando a día de hoy separadas ambas islas por el estrecho de Bass, siendo Tasmania un estado perteneciente a la Mancomunidad Australiana.
Tasmania es un excelente lugar para hacer actividades al aire libre, debido a su exuberante naturaleza y a los numerosos espacios al aire libre con los que cuenta. Parques nacionales, cascadas, playas, montes o cataratas dibujan este paisaje.
Comenzaremos la ruta en la capital de Tasmania, donde se encuentra el aeropuerto para, desde aquí, dar una vuelta en círculo en sentido contrario a las agujas del reloj y terminar así nuestro viaje en el punto de partida después de haber recorrido la isla.
La capital de Tasmania es Hobart que se encuentra situada en el sudeste de la isla y donde, como ya hemos comentado, comenzaremos y finalizaremos nuestro viaje. Además es Hobart un lugar magnífico en el que comenzar la ruta ya que es perfecto para pasar un par de días realizando distintas actividades. El río Derwent atraviesa esta ciudad, y alrededor del río y de la playa se mueve la vida de esta ciudad. Uno de los lugares donde disfrutar de la vida de la ciudad es Salamanca Place, lugar ideal en el que pasar un día de compras, especialmente los sábados por la mañana, día en el que está el Salamanca Markets. Es el Salamanca Markets un animado mercadillo en el que encontrar numerosos artículos y recuerdos del lugar. Otro lugar animado para visitar es la zona de North Hobart, donde exiten multitud de bares y restaurantes. Pero si lo que desea el viajero es tranquilidad una opción es pasear por las bellas playas de la ciudad, acercarse hasta la isla de Bruny o subir hasta la cima del monte Wellington a más de 1200 metros de altitud, que se encuentra cerca de la ciudad de Hobart y desde donde se tienen unas vistas magníficas de la ciudad.
Desde aquí, y antes de ponernos en marcha dirección norte recomendamos acercarse hasta el Tasman National Park donde disfrutar de preciosas formaciones rocosas en el mar.
Subiendo por la costa este llegamos hasta uno de los lugares más importantes de Tasmania, se trata del Parque Nacional de Frecynet. Tal y como comentamos anteriormente, Tasmania es un lugar repleto de lugares al aire libre, y el Parque Nacional de Frecynet es un ejemplo de ello. Se trata de un buen lugar para acampar y hacer senderismo. Una de esas rutas desenderos nos lleva hasta el mirador de Wineglass Bay, donde disfrutaremos de unas vistas maravillosas de la bahía y desde donde divisaremos playas de color azul turquesa y de arena dorada y fina. Además en el parque habitan algunos animales muy interesantes, como ciertos roedores y mamíferos.
Si seguimos dirección norte por la costa este, llegaremos hasta el pueblo de Bicheno, lugar donde podemos avistar pingüinos enanos.
Seguimos nuestra ruta por la isla y llegamos a la zona norte de la misma, donde se encuentra otra de las ciudades más importantes de Tasmania, Launceston. Ciudad muy interesante tanto por su vida cultural como por la naturaleza que la rodea. Se trata de una pintoresca ciudad con casas de estilo victoriano y con museos muy interesantes como el Queen Victoria Museum & Art Gallery. Además cuenta con preciosos espacios naturales como la sorprendente reserva Cataract Gorge con su impresionante cañón.
También en la parte norte de la isla, pero ya cercanos a la costa, encontraremos otras dos ciudades encantadoras, se trata de Devenport y Burnie. En la primera podemos disfrutar de un agradable día en el puerto y en la segunda de las espectaculares plantaciones de eucaliptus.
Desde Burnie nos dirigimos en dirección sur para visitar 3 de los espacios naturales más bellos de Tasmania. El primero que nos encontramos en nuestro camino son las Cradle Mountain, un lugar repleto de magia donde podemos realizar una buena caminata entre montañas y lagos por la ruta conocida como Overland Track. En este lugar se encuentra el lago St.Clair, considerado el lago más profundo de Australia.
Un poco más al sur de las Cradle Mountain llegamos hasta el Franklin-Gordon Wild Rivers National Park situado en la Reserva Natural de Tasmania. A lo largo y ancho del parque aparecerán enormes gargantas junto con valles profundos, nos sorprenderá una vegetación exuberante y atravesaremos los ríos Franklin y Gordon, que dan nombre al parque.
Si continuamos en dirección sur llegamos hasta el Southwest National Park, otro enorme parque nacional que fue declarado Patrimonio de la humanidad por la Unesco. En la zona norte del parque se encuentra el lago Pedder, una maravilla natural que no nos dejará indiferentes.
Desde aquí, y después de unos días entre preciosos parajes naturales y ciudades con mucha vida, volvemos a la capital de Tasmania para acercarnos al aeropuerto y regresar a casa.
En resumen, aunque Tasmania sea un lugar muy lejano, recomendamos a todo aquel que tenga en mente el hacer un viaje a Australia, el acercarse hasta esta isla donde disfrutará de unos espacios naturales increíbles y, donde con un poco de suerte, podrá ver a algún demonio de Tasmania.