Albarracín, considerado uno de los pueblos más bonitos de España; Valderrobres, con una llamativa entrada al casco histórico que sorprende al viajero que se acerca a conocerlo; Calaceite y sus inconfundibles portales-capillas; Rubielos de Mora, con un extenso catálogo monumental y Cantavieja, pueblo que destaca por su espectacular ubicación en lo alto de una mole rocosa, serán las poblaciones protagonistas de este viaje.

Albarracín

Albarracín se encuentra rodeado de un bonito entorno natural en la sierra homónima, junto al Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno. Su espectacular paisaje es el primer punto a favor de Albarracín para ser considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. La segunda es su ubicación en lo alto de un promontorio rocoso que es abrazado por el río Guadalaviar. El entorno y la ubicación son solo el acompañamiento, el plato principal es un casco histórico de corte medieval y con reminiscencias árabes, de callejuelas estrechas y empinadas, que esconden encantadores secretos a la espera de ser descubiertos por el viajero.

Unos secretos que llevan nombres como “Casa de la Julianeta”, “Rincón del abanico” o “Casa Azul”, quizá los rincones de la localidad más buscados por los amantes de la fotografía. Sin embargo, guardar la cámara es un error en Albarracín, ya que muy pronto habrá que sacarla de nuevo para recoger las imágenes que nos regala la Plaza Mayor con el edificio del ayuntamiento del siglo XVI (otro de los secretos de Albarracín es un precioso balcón esquinero que hay en una de las construcciones de la plaza); la magnífica Catedral del Salvador, del siglo XVI; el conjunto fortificado compuesto por las murallas, el alcázar y las torres del Andador y Doña Blanca o el tono rojizo de las construcciones del casco antiguo.

Valderrobres

Asentado sobre una colina, en la comarca de la Matarraña, se encuentra Valderrobres, otro de los pueblos con mayor encanto de la provincia turolense.

La entrada al pueblo se hace a través de un bellísimo puente medieval del siglo XVI que culmina en el Portal de San Roque, que da acceso al casco histórico. Ambas construcciones, puente y portal, nos anuncian lo que nos espera en el casco histórico de la localidad.

Y lo que nos espera no es ni más ni menos que un bonito casco antiguo de pequeñas callejuelas que nos van guiando hasta algunos de los puntos claves de la localidad. En lo más alto de Valderrobres están el Castillo-Palacio, del siglo XII, y la Iglesia de Santa María la Mayor, uno de los mejores ejemplos del estilo gótico levantino de todo Aragón. La Casa Consistorial, del siglo XVI o la Casa de los Moles, son algunos de los edificios de Valderrobres que completan un conjunto monumental declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 2004.

Calaceite

Calaceite posee un casco urbano que fue declarado Conjunto de Interés Histórico-Artístico en 1973. El pueblo, de marcada estampa medieval y que tiene en sus particulares portales-capillas su rasgo distintivo, se vertebra en torno a la Plaza Mayor, desde donde parten las calles principales del pueblo y que desembocan en algunos de sus monumentos más importantes: la Iglesia Parroquial de La Asunción, del siglo XVII y de estilo barroco; el edificio del ayuntamiento, del siglo XVII; la Torre de Calaceite y numerosas casas señoriales de los siglos XVII y XVIII. Cerca de la localidad existen varios yacimientos arqueológicos.

Rubielos de Mora

Viajamos al sur de la provincia, a la comarca de Gúdar-Javalambre, para descubrir otro de los pueblos más bonitos de Teruel, Rubielos de Mora, conocido, gracias a las vistas que nos regala, como “El Pórtico de Aragón”.

Rubielos de Mora estuvo protegida por una muralla con siete puertas que permitían el paso a la localidad. De aquellas siete puertas, hoy en día se conservan dos: la Puerta de San Antonio y la Puerta del Carmen.

Una vez que crucemos una de las dos puertas, nos encontraremos con un casco histórico de calles empedradas que esconde un importante conjunto monumental presidido por la preciosa Excolegiata de Santa María la Mayor, a la que acompañan otras construcciones religiosas muy interesantes como el Convento de las Agustinas o varias ermitas. Si nos centramos en los edificios civiles, tenemos que hacer referencia a la Casa Consistorial, edificio renacentista del siglo XVI y, en especial, a las numerosas casas solariegas que embellecen un casco histórico que también fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Cantavieja

Finalizamos esta pequeña ruta por cinco de los pueblos más bonitos de la provincia de Teruel en Cantavieja. Sin duda, lo que más llama la atención de esta población es su extraordinaria ubicación a más de 1300 metros de altura sobre una enorme mole rocosa, ofreciéndonos una estampa única.

El casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1981, tiene un claro acento medieval, con calles empedradas y varios rincones que nos trasladan a otras épocas. Entre los lugares más bonitos de Cantavieja hay que incluir la plaza de Cristo Rey, con varios edificios de piedra porticados y donde se alza otra de las construcciones más interesantes del pueblo, la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, barroca del XVIII. De la Iglesia de San Miguel del siglo XV sobresale su bellísimo sepulcro. Otros monumentos destacados de Cantavieja son el ayuntamiento y las ermitas de San Juan Barranco y de la Virgen del Loreto.

Cantavieja ha sido protagonista de varios hechos históricos, entre ellos las Guerras carlistas. Por esta razón, puede ser una buena idea terminar la visita a la localidad visitando el Museo de las Guerras Carlistas, ubicado en una casa del siglo XVII y que nos sirve para conocer un poco más lo que significó aquel acontecimiento para este pequeño pueblo turolense.