Fue en un ya lejano 1946 cuando el escritor Camilo José Cela se echó la mochila al hombro para recorrer algunos de los rincones más bellos que hay que ver en la comarca de La Alcarria. Un extraordinario viaje que le llevaría a conocer pueblos, paisajes y gentes de esta zona de Guadalajara y que dos años después quedaría reflejado en su magnífica obra “Viaje a la Alcarria”.
Cinco pueblos que hay que ver en La Alcarria
La comarca de La Alcarria abarca zonas de las provincias de Cuenca, Guadalajara y Madrid. Sin embargo, nuestra visita se limitará a conocer cinco de los pueblos más bonitos de la Alcarria de Guadalajara: Torija, Hita, Brihuega, Cifuentes y Pastrana.
Torija
Nuestra ruta por algunos de los pueblos más bonitos de la Alcarria de Guadalajara comienza en la localidad de Torija, al que podemos considerar como punto de partida ideal para iniciar nuestro recorrido por la comarca.
Son muchos los encantos con los que nos sorprende Torija, sin embargo, seguramente sea su castillo el que se lleve la mayor parte de las miradas de los turistas. Destaca por su ubicación en la imponente Plaza de la Villa. Se trata de una construcción de planta cuadrada del siglo XV que ha acogido a varios personajes ilustres. Uno de los elementos a los que hay que prestar especial atención es a su Torre del Homenaje, ya que alberga el Museo de Viaje a la Alcarria. Una visita imprescindible para todos aquellos que quieran conocer mejor la Alcarria y descubrir, a través de fotografías y otros objetos, como fue el famoso viaje que el premio Nobel realizó por tierras guadalajareñas.
Pero la visita Torija no se puede limitar solo al castillo, aunque esta sea su construcción más importante, sino que hay que conocer otros rincones de la localidad como la Plaza de la Villa, que muestra la arquitectura tradicional de estas tierras, y la magnífica Iglesia de la Asunción, del siglo XVI.
Hita
La siguiente parada en nuestra visita a cinco de los pueblos más bonitos de la Alcarria de Guadalajara es Hita. Atravesada por el río Badiel, las gentes de Hita pueden sentirse orgullosas de su pueblo por varios motivos. El primero de ellos es que fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1964 por su importancia y monumentalidad. A esto hay que sumar que se encuentra incluida dentro de la lista de los “Pueblos más bonitos de España”. La tercera de las razones la encontramos en la relación que tiene la localidad con Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, quien escribió uno de los libros más importantes de la literatura española, el Libro del Buen Amor.
Por Hita pasaron distintos pueblos, entre ellos el árabe, algo que se deja ver en algunos de los monumentos de la población. Entre las construcciones religiosas hay que destacar la Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XIV, y las ruinas de la Iglesia de San Pedro. Además de estos monumentos de carácter religioso, hay otras construcciones interesantes como son la muralla con la Puerta de Santa María, de estilo gótico, y la Plaza del Arcipreste.
Por último, no podemos finalizar la visita a esta localidad de la Alcarria sin hacer por lo menos una mención al Festival Medieval de Hita, declarado de Interés Turístico Nacional y que se celebra a comienzos del mes de julio.
Brihuega
Brihuega es uno de esos pueblos en los que no sabes realmente con qué quedarte, si con la belleza de su entorno natural o con su magnífico patrimonio monumental.
Junto a las aguas del Tajuña se encuentra esta pequeña villa declarada Conjunto Histórico Artístico en 1973... y no nos extraña que fuese reconocida con tal distinción, ya que estamos hablando de un lugar que cuenta con un importante conjunto arquitectónico de carácter medieval.
Seguramente, la mejor forma de comenzar la visita a Brihuega sea en su Plaza Mayor, donde se encuentra la cárcel de Carlos III. Otro de los rincones más seductores de la villa guadalajareña es, sin duda, la Real Fábrica de Paños. Y es que, hay que rendirse ante la majestuosidad de unos jardines que invitan a hacer una parada, a sentarse y a dejarse llevar por la belleza del espacio. A su importante pasado medieval nos traslada la muralla, construcción que todavía conserva varias puertas de entrada, siendo una de las más importantes la de la Cadena. Y suponemos que Cela disfrutaría en su día recorriendo los recios muros del Castillo de la Peña Bermeja, obra del siglo XIII que combina los estilos románico y gótico. Sin duda, uno de los protagonistas de Brihuega. Varias son las iglesias que descubrimos en las calles de la localidad, entre ellas, la Iglesia de San Felipe, del siglo XII, la Iglesia de San Miguel del siglo XIII y, en especial, la Iglesia de Santa María de la Peña. Completa el vasto conjunto monumental el Convento de las Jerónimas de San Ildefonso.
Antes de abandonar la localidad hay que visitar las cuevas árabes y, por supuesto, maravillarnos con los preciosos campos de lavanda que decoran el paisaje de Brihuega y que muestran su mayor esplendor en pleno verano.
Cifuentes
Seguimos tirando millas por tierras de la Alcarria, mientras vamos dejando a nuestras espaldas paisajes e historias. Por suerte, todavía nos resta hacer parada en dos de los pueblos de la comarca con más encanto.
El primero de ellos es Cifuentes. Su nombre ya nos da una pista de la relación que la villa tiene con el agua. Además, la localidad es famosa por haber sido el lugar de nacimiento de la princesa de Éboli. Cifuentes puede presumir de contar con un conjunto monumental de primera categoría. Uno de sus monumentos principales es el castillo, obra que debemos al infante Don Juan Manuel. Sin embargo, la construcción más importante de Cifuentes la encontramos en la Plaza Mayor: nos estamos refiriendo a la imponente Iglesia de San Salvador, del siglo XIII, en la que destaca su magnífica portada renacentista. El conjunto patrimonial de la localidad villa lo completan varios conventos y algunas casonas nobles. Por último, puede ser buena idea despedir nuestro recorrido por Cifuentes en la Ermita del Remedio, pequeño templo del siglo XV.
Pastrana
Concluimos el viaje por cinco de los pueblos más bonitos de la Alcarria en Pastrana, otra de esas poblaciones que son capaces de fusionar a la perfección la belleza de sus paisajes con la monumentalidad de sus calles y plazas. De carácter medieval, por las encantadoras callejuelas de Pastrana han paseado ilustres personajes. Sin embargo, si hablamos de Pastrana tenemos que hacer referencia de nuevo a la Princesa de Éboli y al Palacio Ducal. Tras pasar su encierro en diferentes lugares, en 1581 se traslada a la noble al Palacio Ducal de Pastrana para que cumpla allí con su encierro. Si nos acercamos a la Plaza de la Hora, podremos ver el balcón enrejado al que podía salir durante una hora al día la Princesa de Éboli durante su confinamiento, pasando el resto del tiempo entre los muros del Palacio Ducal.
Otro de los lugares imprescindibles de Pastrana es la Colegiata, que guarda una rica colección de tapices. Completan el rico conjunto monumental de la localidad varios conventos, ermitas y casonas.