Atravesada por dos ríos, el Saona y el Ródano, Lyon es una de las ciudades más importantes de Francia. La mayoría de sus monumentos y lugares de interés se concentran en sus tres barrios más importantes, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Vieux Lyon, Presqu’ile y Fourvière.

Además, Lyon puede presumir de su importancia histórica, ya que fue la capital de la Galia durante la época romana y siglos más tarde se convertiría en el epicentro del comercio de la seda, y de haber acogido a personajes ilustres como Antoine de Saint-Exupéry o los hermanos Lumière.

Qué ver en Lyon en tres días

Si decides que Lyon puede ser una buena opción si dispones de tres o cuatro días libres, estos son algunos de los lugares de interés que encontrarás en la ciudad gala.

Basílica de Notre-Dame de Fourvière

Uno de los barrios más importantes de Lyon a los que hacíamos referencia es el Barrio de Fourvière, cuyo principal encanto radica en que se sitúa en lo alto de una colina y dispone de unas maravillosas vistas de la ciudad. Tanto si llegas a él andando como si coges el funicular, disfrutarás de una atractiva zona de Lyon que tiene en la Basílica de Notre-Dame de Fourvière su construcción más importante.

Fue levantada en la segunda mitad del siglo XIX y en ella se distinguen elementos románicos y bizantinos, como se puede apreciar en su fachada principal, de gran belleza. En el interior también se advierte la influencia bizantina, destacando algunos mosaicos, esbeltas columnas de mármol y preciosas vidrieras. Una vez que hayas visto el interior del templo, conviene dar un paseo por los alrededores y disfrutar de las vistas que nos regala esta parte de Lyon.

La huella romana en Lyon

En tiempos de los romanos, a Lyon se la conocía como Lugdunum y era la capital de la Galia. Fruto de esa importancia son algunos vestigios romanos que se conservan en la ciudad, en Fourvière. El teatro galo-romano es del siglo I y podía acoger a 10000 personas. Hoy se utiliza para espectáculos culturales de distintos tipos. Un poco posterior es el Odeón, teatro que podía llegar a albergar a 3000 personas. Para conocer la vida en época romana en Lyon, nada mejor que acercarse al Museo “Lugdunum” que se encuentra junto a los vestigios romanos. Otro espacio relacionado con la época del imperio romano en la Galia que podemos ver en Lyon son las termas romanas.

Callejear por el Vieux Lyon

Somos conscientes de que son muchos los viajeros que cuando visitan una ciudad buscan su parte vieja, el casco antiguo, con el fin de perderse por sus callejuelas empedradas y respirar su aroma medieval. En Lyon esto nos lo ofrece el Vieux Lyon (o Viejo Lyon), sin duda, una de las zonas con más encanto de la localidad francesa. El Vieux Lyon invita a pasear sin rumbo fijo, a entrar en una pequeña tienda y comprar alguno de sus productos tradicionales mientras charlamos con el dependiente, a disfrutar de una agradable comida en los conocidos como Bouchons, los restaurantes típicos de esta parte de Lyon, o a descubrir los Traboules, unos pasajes que conectan los patios interiores de las viviendas. El Vieux Lyon es sinónimo de patear y sorprenderse.

Catedral de Lyon

Junto a la Basílica de Notre-Dame de Fourvière, la Catedral de San Juan Bautista de Lyon es otro de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad. En el encantador Vieux Lyon, junto a uno de los ríos que cruza la ciudad, el Saona, se alza la Catedral de Lyon. Se trata de un edificio que combina los estilos románico y gótico, ya que, al demorarse 300 años su construcción (de 1180 a 1480) se introdujeron elementos de ambos estilos arquitectónicos. Maravilloso exterior e interior. Lo que más llama la atención de la catedral es un precioso reloj astronómico que hace las delicias del visitante.

Ópera de Lyon

Dejamos las construcciones religiosas para hablar de uno de los monumentos más sorprendentes de Lyon, la Ópera. Lo que tiene de especial este edificio es la mezcla del estilo neoclásico con una bóveda moderna de metal y cristal. Esto se debe a que Jean Nouvel rediseñó a las puertas del siglo XXI (1993) un edificio de 1831.

Place des Terraux

Nos acercamos a otro de los barrios con más encanto de Lyon, el conocido como Presqu’ile, zona de la ciudad abierta a los dos ríos que la atraviesan. Uno de los lugares más buscados por turistas y residentes para descansar o tomar algo en sus bares y terrazas es la Place des Terraux. Se trata de una plaza peatonal que cuenta con varios monumentos interesantes como el Hotel de Ville (ayuntamiento, de mediados del XVII), el Museo de Bellas Artes o una fuente obra de Bartholdi.

Place Bellecour

En el corazón de Lyon encontramos la Place Bellecour, una de las más importantes de la ciudad. Si la Place des Terraux destacaba por su belleza y por su magnífico ambiente, la de Bellecour lo hace por su tamaño, pues estamos ante una de las plazas peatonales más extensas de Europa. Llaman la atención dos estatuas que hay en ella: la estatua ecuestre de Luis XIV y la de Antoine de Saint-Exupéry, uno de los más ilustres personajes de la localidad francesa.

Lugares culturales en Lyon

Si eres de los que busca cultura y arte en las ciudades que visitas, en Lyon tendrás donde elegir. Antes de que te metas en alguno de los museos de la ciudad, te recomendamos que patees la ciudad en busca de los más del centenar de murales que adornan la ciudad, algunos muy queridos entre los lioneses como el Mur des Canuts o el Mur des Lyonnais. Si eres un amante del cine, y más concretamente de la historia del cine, entonces no puedes irte de Lyon sin visitar el Institut Lumière, espacio dedicado a los hermanos que inventaron el cinematógrafo. Como veíamos anteriormente, uno de los edificios más importantes de la Place des Terraux es el Museo de Bellas Artes, que alberga una importante colección de arte con obas de grandes pintores como Picasso, Miró o Van Gogh.

Lugares donde desconectar en Lyon

Como hemos podido ver, Lyon da para mucho. Afortunadamente, la ciudad gala cuenta con hermosos espacios donde descansar, el Parque de la Tete d’Or es uno de esos lugares de Lyon para pasear tranquilos o descansar rodeados de naturaleza. Otra opción es pasear junto a los ríos que cruzan la ciudad, el Ródano y el Saona, o disfrutar de las vistas de la ciudad desde puentes como la Passarelle Saint-Vicent o el Pont de la Guillotière.