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Valle del Sajambre y desfiladero de los Beyos


Dentro de los mil y un lugares fascinantes que nos brinda la Cordillera Cantábrica debemos incluir el impactante desfiladero de los Beyos, una angosta garganta que se encuentra en el límite de las provincias de León y Asturias.

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Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada: DNI Válido

Te proponemos una ruta de tres días, a través de la N-625, que comienza en la población leonesa de Riaño y finaliza en el concejo asturiano de Cangas de Onís. En nuestro caminar descubriremos los cautivadores pueblos del Valle del Sajambre, donde pararemos para realizar una ruta a pie entre dos de ellos, y viajaremos en coche entre las colosales paredes del desfiladero de los Beyos.

DÍA 1 POR LA MAÑANA – DESCUBRIENDO RIAÑO:

Riaño es un pueblo leonés, situado en el Parque Regional de los Picos de Europa, marcado por la construcción de un embalse en el año 1987 que cambió la vida y la historia de varios pueblos de la comarca; siete de estos pueblos desaparecieron al ser absorbidos por las aguas del embalse. En el caso de Riaño, se creó un nuevo pueblo cerca del embalse, aunque su alma quedaría hundida para siempre bajo las aguas.

El mayor atractivo de Riaño es el paisaje que lo rodea. Las imponentes montañas de los Picos de Europa sirven como telón de fondo al embalse, creando así una bonita postal.

Algunas de las construcciones más representativas de Riaño tuvieron que ser trasladadas desde su antigua ubicación con el propósito de que no se perdieran bajo las aguas, tal es el caso de la Ermita de Nuestra Señora del Rosario y la Iglesia Parroquial de San Martín.

Pero como decíamos anteriormente, la belleza de la localidad reside en su entorno. Aconsejamos dar un paseo por el emotivo Paseo del recuerdo; en este paseo, a orillas del embalse, se nos muestra la vida y la historia, ya lejana, de unos pueblos que desaparecieron o se transformaron con la llegada del embalse.

Actualmente, el embalse sirve como punto de encuentro para los amantes de deportes acuáticos como la vela y el surf. También es posible recorrerlo a bordo de un barco.

DÍA 1 POR LA TARDE – DE RIAÑO A OSEJA DE SAJAMBRE

Después de haber comido alguno de los platos típicos leoneses, nos ponemos en marcha por la carretera N-625. Antes de llegar a nuestro destino, Oseja de Sajambre, atravesaremos los paisajes del puerto del Pontón. Si antes de llegar al destino todavía tenemos ganas de ver más cosas, la Fuente del infierno puede ser un atractivo lo suficientemente interesante como para hacer una parada y descubrir el punto en el que nace el río Sella (río que nos va a acompañar en buena parte de nuestro viaje).

Llegamos a Oseja de Sajambre, localidad en el que haremos noche y que nos servirá como punto de partida para descubrir otros pueblos del Valle de Sajambre.

Ya en Oseja de Sajambre se adivina el comienzo del desfiladero de los Beyos. La Iglesia de Santa María de Oseja se convierte en un magnífico emplazamiento desde el que observar la Pica Ten, un pico que es fiel reflejo de aquellas montañas perfectamente triangulares que dibujábamos cuando éramos pequeños.

Mientras paseamos por las calles de la localidad, respirando el aire puro que nos proporciona un entorno natural de seductora belleza, es posible que nos tropecemos con varios de los hórreos que ya se dejan ver por estos pueblos del Valle de Sajambre. Sin embargo, para conocer mejor el modo de vida de las gentes de la zona, conviene acercarse hasta el Museo etnográfico.

El caserío se sumerge poco a poco en la oscuridad de la noche y llega el momento de irnos a descansar y esperar a un nuevo día que está a punto de asomar.

DÍA 2 POR LA MAÑANA: RUTA SENDERISTA DE OSEJA DE SAJAMBRE A SOTO DE SAJAMBRE:

Nos levantamos y desayunamos abundantemente para coger fuerzas ya que nos espera una mañana de caminata entre las montañas del valle.

La ruta que te proponemos nos lleva por los caminos de la Senda del Arcediano, camino que une a los pueblos del Valle de Sajambre y que era la que utilizaban los vecinos de las localidades del Sajambre para poder desplazarse de una localidad a otra.

Se puede realizar la ruta circular que nos llevaría de Oseja a Soto, de Soto a Ribota y de Ribota de nuevo a Oseja. Esta ruta tiene 10 kilómetros aproximadamente y se tarda unas 5 horas en recorrer. Nosotros optamos por una ruta mucho más fácil que nos llevaría desde Oseja de Sajambre a Soto de Sajambre. Este camino tiene unos 4,5 kilómetros y es de dificultad baja.

Comenzamos la ruta a pie por una empinada cuesta del pueblo que desemboca en la Ermita de San Roque. Aquí encontramos unos bancos y una fuente por si queremos descansar y llenar la botella de agua antes de empezar con la caminata.

La primera parte de la ruta tira siempre hacia arriba, con algún pequeño llano en el que respirar y coger fuerzas. La vegetación es más abundante en la parte final del recorrido, cuando ya descendemos a Soto de Sajambre; sin embargo, aconsejamos parar de vez en cuando para disfrutar de unas vistas donde ya se dejan ver los primeros muros del desfiladero de los Beyos. Tras 2,5 kilómetros de subida llegaremos hasta un cruce de caminos bien señalizado donde tomaremos la dirección que marca a Soto de Sajambre. En este punto comienza un descenso continuo que nos deja en la entrada del pueblo. Durante nuestra bajada nos acompañarán las aguas cristalinas del río. Un puente de madera nos indica que ya sólo nos queda el repecho final para entrar en Soto de Sajambre.

DÍA 2 POR LA TARDE-  VISITA A SOTO DE SAJAMBRE:

Rodeado por enormes cumbres, Soto de Sajambre muestra demanera precisa la arquitectura tradicional de los pueblos de la montañaleonesa. Es un pueblo bien cuidado, de rincones encantadores y con ese entornonatural que asusta cuando las nubes se deslizan por debajo de los picos.

Entre los edificios más destacados del pueblo están la Iglesia parroquial y varios hórreos.

Mención aparte merecen dos edificios del pueblo relacionados con Félix de Martino, un hombre que emigró a México y regresó de allí rico: La escuela pública, levantada con el dinero donado por D. Félix y La casa de los tiros (también conocida como la Casa de Don Félix) que impresiona por las numerosas marcas de balas que se dejan ver en su fachada a causa de los enfrentamientos que se produjeron en el pueblo en los años de la guerra civil.

Regresamos a Oseja para dormir y soñar con la etapa que nos espera al día siguiente: el desfiladero de los Beyos.

DÍA 3 POR LA MAÑANA - DESFILADERO DE LOS BEYOS:

Llega el día grande. Es el día en el que cogemos de nuevo el coche y recorremos la carretera que atraviesa uno de los desfiladeros más largos (y sin duda más espectaculares) de España, el desfiladero de los Beyos.

Lo más espectacular del desfiladero se encuentra en la primera mitad del recorrido (teniendo en cuenta que partimos desde la zona leonesa). Es aquí donde la garganta se estrecha y donde los muros del desfiladero nos desafían con alturas de hasta 1000 metros. A nuestro lado, el Sella avanza tranquilo, sin acobardarse ante tales creaciones de la naturaleza y dejamos atrás algunas pequeñas poblaciones escondidas tras los muros de piedra del desfiladero.

Por fin, el río Sella se va abriendo hueco entre las enormes paredes, y estas dejan paso a otro tipo de paisaje más característico de la montaña asturiana. A partir de este momento el desfiladero va muriendo poco a poco y al final del camino nos espera la población de Cangas de Onís.

DÍA 3 POR LA TARDE – CANGAS DE ONÍS:

Nos metemos de lleno en el Principado de Asturias y dejamos atrás paredes verticales y altas montañas para descubrir Cangas De Onís.

Siguiendo la carretera que nos ha servido para atravesar el desfiladero de los Beyos, entramos en Cangas de Onís y nos da la bienvenida la que es su construcción más importante, el puente romano.

Aunque se llame puente romano, en realidad es un puente medieval; el apellido de “romano” se debe a que está asentado sobre un antiguo puente que levantaron aquí en su día los romanos. Este puente de 6 arcos es, sin duda, la imagen más representativa del pueblo. Del arco central cuelga una copia de la cruz de la Victoria, símbolo de la victoria en la mítica batalla de Covadonga.

Por su parte, la Iglesia de Santa Cruz posee un importante valor histórico, pues es la primera construcción cristiana de Asturias. En su interior aloja un dolmen de hace miles de años.

La iglesia parroquial de la localidad es de construcción reciente y en ella destaca su espigada torre; enfrente de este edificio religioso hay una estatua que rinde homenaje a Don Pelayo.

Otros edificios importantes de Cangas de Onís son la Capilla de San Antonio, el Aula reino de Asturias y el palacio Pintu. Si visitas este pueblo en domingo aconsejamos que te acerques a conocer su mercado.

A muy pocos kilómetros de Cangas de Onís están el paraje natural de los lagos de Covadonga y el santuario de la Virgen de Covadonga.


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