Hoy vamos a enseñarte la provincia de Valladolid desde otro punto de vista, el gastronómico. Y es que la ciudad cuenta con un buen puñado de razones culinarias que la convierten en un destino muy interesante para aquellos que poseen paladares exquisitos.

Nuestro viaje gastronómico nos llevará por la capital castellana y por la provincia para descubrir cuáles son los alimentos más importantes que se dan en estas tierras y darte hasta 6 razones gastronómicas para visitar Valladolid. Visitaremos bares, restaurantes y bodegas donde poder degustar diversos manjares. Como no podía ser de otra manera, un viaje gastronómico por Valladolid siempre debe acabar con un recorrido por los mejores lugares de tapeo de la capital. 

Deleitarse con el lechazo de Valladolid

El lechazo es un arte en Valladolid. Todo se controla para que el resultado sea perfecto: los campos donde pastan las ovejas churras, la leche con la que estas alimentan a los pequeños lechones, los hornos tradicionales donde se van tostando las piezas a fuego lento y la manera de presentarlos; en muchos casos el lechazo sólo va acompañado de una ensalada verde, pan castellano y una buena copa de vino de Ribera del Duero. Sólo cuando se han cumplido todos los requisitos llega el lechazo a la mesa. Una piel crujiente y una carne tierna y jugosa hacen las delicias del comensal.

En la provincia de Valladolid hay varios pueblos donde comer buen lechazo. Uno de los templos del lechazo es el restaurante Mannix, en el pueblo de Campaspero, considerado como el lugar donde mejor se elabora este manjar. También en Traspinedo encontramos buenos asadores donde disfrutar del lechazo, en especial en el Mesón Molinero. Peñafiel es otro de esos lugares de la provincia que se han hecho populares por la forma de cocinar el lechazo.

Si nos desplazamos a la capital también encontramos buenos restaurantes donde la elaboración del lechazo es todo un arte; si hubiera que destacar alguno de ellos nos quedamos con el Figón de Recoletos, enfrente del Campo Grande y con la Parrilla de San Lorenzo, junto al Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.

Probar el pan castellano y visitar el Museo del Pan

El pan es un alimento básico en la cocina de todo el mundo; el que se elabora en Valladolid se puede incluir entre los mejores de España.

Aquel que viaje por las tierras del noroeste de la provincia vallisoletana verá como enormes campos de cereales inundan el paisaje. Estamos en Tierra de Campos, una comarca que comparte Valladolid con las provincias de Palencia, Zamora y León; aquí las vastas llanuras y los campos de cereales son los protagonistas indiscutibles.

Si a una materia prima abundante se le añade el buen trabajo realizado por los profesionales del pan, primero en los antiguos molinos y más tarde en los modernos obradores, el resultado es un gran pan de corteza crujiente y fina y miga compacta.

A este alimento tan antiguo le han querido rendir homenaje en el pueblo de Mayorga de Campos con la creación del Museo del pan. El museo se divide en varias plantas y en cada una de ellas se muestra un rasgo relacionado con el mundo del pan: los cereales como materia prima, la elaboración en los molinos, tipos de molinos, historia y cultura del pan y como es la elaboración de este producto.

Conocer los espárragos de Tudela de Duero

No, no nos hemos equivocado. Somos conscientes de que en Tudela de Navarra (y en toda la región) se dan unos magníficos espárragos; pero en Valladolid hay un pueblo que, gracias a una especie de microclima creado por la influencia del río Duero, posee unos espárragos que nada tienen que envidiar a los de su pueblo homónimo navarro.

Para dar a conocer los beneficios de este manjar se celebra en Tudela de Duero la última semana de mayo la “Fiesta de la exaltación del espárrago”, un acontecimiento que desde hace más de 35 años atrae a productores y consumidores.

Merendar con los famosos mantecados de Portillo

A apenas 25 kilómetros de la capital vallisoletana está Portillo, un pueblo orgulloso de dos cosas: su castillo y sus mantecados.

Los mantecados son una especie de bollos típicos de algunos pueblos del sur de Valladolid, siendo los mantecados de Portillo los más conocidos dentro y fuera de la provincia.

Se trata de un producto que ya se elaboraba en la edad media y que está hecho con manteca de cerdo, azúcar, clara de huevo y aroma de anís, entre otros ingredientes. Se suele tomar por las tardes con un café y en algunas épocas del año como en la navidad.

Para aquellos que deseen probar esté riquísimo dulce los pueden encontrar en cualquiera de los obradores familiares que hay repartidos por el pueblo vallisoletano. En uno de los bares más míticos y bonitos de Valladolid, “el penicilino”, te lo sirven junto a un vino dulce.

Disfrutar de vinos con Denominación de Origen

Valladolid es tierra de vinos. A lo largo y ancho de la provincia encontramos hasta cinco zonas con denominación de origen, siendo la provincia de España que cuenta con mayor número de regiones con denominación de origen: vinos de D.O de Rueda, vinos de D.O. de Ribera del Duero, Vinos de D.O. de Cigales, vinos de D.O. de Toro y vinos de D.O. de Tierra de León.

En prácticamente todos los bares y restaurantes de Valladolid podrás pedir un Ribera, un Rueda o un Cigales y acompañarlos con tu tapa preferida.

Si eres un apasionado del mundo del vino, te recomendamos visitar algunas de las bodegas que existen en las zonas vitivinícolas de la provincia. Y si no eres un apasionado, pero quieres conocer todo sobre el mundo del vino, acércate al impresionante castillo de Peñafiel para visitar el Museo provincial del Vino.

Tapear por las calles de Valladolid

Castilla y León es sinónimo de buen tapeo. Salir de tapeo en Burgos, Salamanca o León se convierte en una magnífica experiencia.

El tapeo por la capital vallisoletana también ha conseguido justa fama y Valladolid se incluye entre las mejores ciudades de España para salir de tapas. No es de extrañar que aquí se celebre cada año el concurso nacional de pinchos y el certamen mundial.

Hay varias zonas donde degustar exquisitas tapas en Valladolid, aunque el mayor número de bares y restaurantes se concentra en los alrededores de la Plaza Mayor y en la zona de La Antigua. Algunos de los establecimientos de Valladolid que te recomendamos para disfrutar de buenas tapas y pinchos son:

Los Zagales: Cerca de la Plaza Mayor. Ha conseguido numerosos premios en distintos concursos de tapas y pinchos. En este lugar podrás degustar elaboraciones con nombres tan curiosos como “Tigretostón” y “Obama en la casa blanca”.

Restaurante Casa Jero: En una calle adyacente a la plaza mayor. Ellos llaman a sus pinchos “delicias en miniatura”, nosotros lo llamamos deliciosa mezcla de sabores.

La Criolla: Uno de los clásicos de Valladolid. No hay vallisoletano que no haya oído hablar de La Criolla.

El Corcho: Su pincho estrella es la croqueta. Deliciosas. También merece la pena la tapa de bacalao rebozado.

Villa Paramesa: Otro restaurante en la zona de tapas de la Plaza Mayor. Uno de los locales de moda para tapear en Valladolid en los últimos años.

Alarcón: Si no tienes problemas en saltarte la dieta por un día prueba los exquisitos torreznos de este establecimiento.

Sarmiento: Cuando estés en el Sarmiento pide un “miguelito”, es decir, una tosta de jamón con salsa holandesa, la tapa estrella del local.

La sepia: Junto a la plaza mayor. Otro de los míticos de la ciudad. Creemos que no es necesario explicar cuál es la tapa estrella de este bar.

La venta del fraile: Esperamos que no te de vergüenza pedir en este lugar unos “huevos de fraile”, ya que de lo contrario te estarás perdiendo la posibilidad de probar una de las tapas más famosas de la ciudad.