En el norte de Polonia, a orillas del mar Báltico, se encuentra Dánzig, a la que se la conoce como “La ciudad del ámbar”, por ser allí donde se guardaba la mayor parte del ámbar que se producía en el mundo. Además de por este hecho, Dánzig también es famosa por haber sido epicentro de relevantes episodios históricos, especialmente en el siglo XX.
Sin embargo, la razón
por la que muchos viajeros se acercan a ella es para descubrir los numerosos lugares
de interés y monumentos que hay que ver en Dánzig.
Conociendo un poco de historia de Dánzig…
Antes de comenzar la ruta por Dánzig, conviene conocer, aunque sea brevemente, su historia. Ciudad importante y próspera en el pasado, la llegada del siglo XX trajo consigo una vorágine de acontecimientos y la situó como la protagonista principal de algunos de los episodios más importantes del siglo. De hecho, conocer la historia de Dánzig durante el convulso siglo XX ayudará a entender mejor el desarrollo de los acontecimientos mundiales de ese siglo.
Comenzó el siglo XX perteneciendo a Prusia, para después de la Primera Guerra Mundial convertirse en la Ciudad Libre de Dánzig. Pero otra guerra, en este caso la Segunda Guerra Mundial, volvió a amenazar a Europa y al mundo, siendo Dánzig una de las grandes protagonistas de la segunda gran guerra. Y es que, es en ella cuando el 1 de Septiembre de 1939 da comienzo la Segunda Guerra Mundial con los bombardeos alemanes en Westerplatte para conseguir la anexión de la ciudad al Tercer Reich, hecho que, tras una heroica resistencia, se consumaría, volviendo a pertenecer a Alemania. Tras la victoria de los aliados, Dánzig acabará siendo ya de manera definitiva una ciudad polaca.
Pero la apasionante historia de la ciudad en ese siglo no acaba aquí. En la década de los 80 volvió a ser una de las protagonistas de la historia de la humanidad, pues sería aquí, en sus astilleros, donde surgió el movimiento Solidaridad con su líder Lech Walesa al frente. Este movimiento conseguiría el hito de ser uno de los primeros que lucharon para acabar con el comunismo y con el poder de la Unión Soviética en la Europa del Este.
Lugares más importantes que ver en Dánzig
Reconstruida tras la II Guerra Mundial, Dánzig es una ciudad no demasiado extensa que se puede recorrer perfectamente en un par de días. Para conocerla mejor, dividiremos la ruta por ella en cuatro zonas: Empezaremos nuestro recorrido en la paseando por la conocida como Ruta Real, que tiene al Mercado Largo (Dlugi Targ) como eje principal; después nos acercaremos hasta la Zona del Muelle; volveremos a adentrarnos en el corazón de Dánzig por la calle Mariacka, en donde prestaremos especial atención a la Basílica de Santa María, para terminar el recorrido visitando esos otros lugares y monumentos que se encuentran a las afueras de esta apasionante ciudad polaca.
La Ruta Real de Danzig
La conocida como Ruta Real atraviesa los puntos turísticos más famosos de Dánzig. Este paseo nos guiará por las calles principales del centro histórico, la Calle Dluga (Calle Larga) y Dlugi Targ (Mercado Largo), delimitadas por dos puertas, la Puerta Dorada y la Puerta Verde, desembocando en el muelle del río Motlawa. Pero tomemos aire y recorramos la Ruta Real (por donde en su día solo paseaban los reyes) tranquilamente de norte a sur para poder saborear todos esos monumentos y lugares importantes que adornan este eje tan importante y animado de la ciudad de Dánzig.
Puerta Alta y Torre de la prisión: Aunque se encuentra fuera de la Ruta Real, podemos empezar el recorrido de esta parte de Dánzig en la Puerta Alta, que era la que antiguamente daba acceso a la ciudad. Tras ella saldrá a nuestro encuentro la Torre de la Prisión, construcción del XIV que pertenecía a las estructuras defensivas que protegían Dánzig. Entre sus usos principales están los de prisión y como Museo del Ámbar, resina de gran valor que ha tenido gran importancia económica en la historia de la ciudad.
Puerta Dorada: Tras la Torre de la Prisión aparece la Puerta Dorada, que podemos considerarla como el verdadero comienzo de esta bulliciosa e imprescindible calle del centro histórico de Dánzig. Fue levantada a comienzos del siglo XVII en estilo manierista holandés y fue reconstruida tras la 2ª Guerra Mundial.
Casas y edificios de la Ruta Real: En la Ruta Real nos encontramos con algunos de los monumentos más importantes de Dánzig. Sin embargo, conviene no bajar la cabeza en ningún momento para admirar las coloridas casas que pertenecieron en su día a ricos comerciantes de la zona (muchos de ellos hicieron fortuna gracias al ámbar), quienes decidieron edificar sus magníficas casas en la calle más importante de la ciudad.
Dlugi Targ o Mercado Largo: Y así, mientras paseamos por la calle Dluga o Larga en dirección al Motlawa, dejando a nuestro paso casas de colores, bares, restaurantes y otros atractivos turísticos, llegará un momento en el que se convierta en el Dlugi Targ o Mercado largo. Esta zona concentra algunas de las construcciones más interesantes de la ciudad.
Ayuntamiento de Dánzig: Uno de los puntos de interés de la Ruta Real es el Ayuntamiento, edificio construido en ladrillo oscuro donde destaca la torre del reloj. En su interior está la sede del Museo Histórico de Dánzig.
Corte de Arturo: Posiblemente, uno de los edificios más llamativos de este tramo de la Ruta Real sea el conocido como “Corte de Arturo”. Se trata de un edificio gótico del siglo XIV relacionado con la leyenda del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda. Era el lugar donde se reunían los gremios de la ciudad y se ha utilizado para distintos eventos. Hoy en día acoge una sucursal del Museo de Historia de Dánzig.
Fuente de Neptuno: Junto al edificio de la Corte de Arturo veremos una preciosa fuente del siglo XVII adornada con una escultura que representa a Neptuno, dios romano del mar.
Puerta Verde: La Ruta Real se cierra con otra puerta, la Puerta Verde, que da acceso a la zona del muelle y al río Motlawa. Quizá pueda confundir el nombre, ya que en su estructura no encontramos este color. Es de la segunda mitad del siglo XVI y está inspirada en el Ayuntamiento de Amberes. Acoge el Museo Nacional.
Muelle de Dánzig
Tras atravesar la preciosa Puerta Verde entramos de lleno en la zona del muelle. Este lugar es perfecto para dar un agradable paseo a orillas del río Motlawa y para parar a tomar un refresco o una cerveza en algunas de las terrazas de las tabernas que salpican esta parte de la ciudad. Aquí encontramos dos de los símbolos de Dánzig: una enorme grúa de la época medieval y el buque Soldek, que tiene el honor de ser el primero que se construyó en los astilleros de la ciudad.
Calle Mariacka con la Iglesia de Santa María
Volvemos a entrar en la ciudad desde la zona del muelle por la Puerta de María para recorrer la calle Mariacka, una calle que discurre paralela a la Ruta Real y que tiene en la Basílica de Santa María su punto culminante. Uno de los aspectos que más llaman la atención de la calle Mariacka es que es en ella donde se ubican la mayor parte de las joyerías de la ciudad en las que es posible comprar artículos realizados con ámbar. Sin embargo, es un gran templo que hay al final de la calle el que se lleva todas las miradas. Se trata de la Basílica de Santa María (o de Nuestra Señora), del siglo XIV (aunque finalizada en el 1502), que está considerada como la iglesia más grande del mundo construida en ladrillo. En su interior destaca el reloj astronómico. En su exterior, la esbelta torre de casi 80 metros de altura con maravillosas vistas de la ciudad.
Otros lugares que ver cerca de Danzig
No queremos terminar la ruta sin hablar, aunque sea de pasada, de otros lugares que, si se tiene tiempo, merece la pena acercarse a conocerlos. La zona de Oliwa se antoja como un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en sus parques y jardines, con la Catedral de Oliwa como construcción más destacada. A una hora al sur de Dánzig está el imponente Castillo de Malbork, uno de los más importantes de Polonia y declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1997.