Hoy nos queremos centrar en las que consideramos dos de las más bellas ciudades alemanas, ciudades que, aunque no tengan el tamaño de otras ciudades alemanas, si que se pueden comparar a ellas en lo que a la belleza de sus calles y monumentos se refiere.
Qué ver en Heidelberg y Rotemburgo
Así es. Heidelberg y Rotemburgo no tienen el tamaño ni la importancia de otras ciudades del país como Berlín, Hamburgo o Múnich, ni sus monumentos se encuentran entre los más importantes de Alemania. Sin embargo, ambas pueden presumir de unos encantadores cascos históricos que los posicionan como dos de las más bellas localidades de Alemania ¿quieres conocer por que son tan especiales estos dos lugares? Acompáñanos y te lo contamos.
Heidelberg
Medieval y romántica. Estos serían los dos adjetivos que mejor definen a la encantadora Heidelberg. La combinación del paisaje que rodea a la ciudad, el río, el puente, el castillo, las calles empedradas de la localidad y los monumentos que pueblan dichas calles convierten a esta ciudad situada en el oeste de Alemania en un destino de cuento.
Königstuhl
Antes de adentrarnos en las calles de Heidelberg, puede ser una buena idea llegar hasta un lugar conocido como Königstuhl (Silla del rey) para poder disfrutar y recrearnos con las maravillosas vistas que se tienen de esta bonita ciudad alemana desde ese punto. El Königstuhl es una pequeña colina de unos 570 metros de altura rodeada de frondosos bosques que nos regala unas espectacular panorámica del valle del Rin. Por sus especiales características, aquí se instaló a finales del siglo XIX un observatorio astronómico.
Castillo de Heidelberg
Otro lugar desde el que disfrutaremos de unas espectaculares vistas de la ciudad es desde su castillo, monumento más famoso de Heidelberg. Se trata de una fortaleza de color rojizo en la que se pueden distinguir hasta 3 estilos diferentes en su construcción. El monumento ha sufrido numerosos destrozos desde que se levantó allá por el año 1225, daños ocasionados tanto por los ataques de diferentes ejércitos (siendo definitiva para la fortaleza el ataque de las tropas francesas en el año 1689), como por elementos de la naturaleza (fue objetivo del impacto de dos rayos que ocasionaron graves destrozos en buena parte del recinto). A pesar de todos estos infortunios, fue reconstruido a finales del siglo XIX y a día de hoy se sitúa como el monumento más importante de Heidelberg. Algunas de las zonas del castillo son el patio de armas, el Museo de la Farmacia o el impresionante tonel de más de 200000 litros que se encuentra en una de sus dependencias. Todos estos atractivos, junto con las vistas que de la ciudad se tienen desde él, justifican la visita a esta fortaleza.
Recorriendo las calles de Heidelberg
Tras disfrutar de las vistas de la ciudad que nos dejan el Königstuhl y el castillo, es momento de “bajar a tierra” y empezar a conocer Heidelberg de cerca, accediendo a sus calles por el Alte Brücke o Puente Viejo. Uno de los primeros monumentos que veremos, y también uno de los más conocidos, es la Iglesia del Espíritu Santo o (Heiliggeistkirche, en alemán), situada en una de las plazas más importantes de la ciudad, la Plaza del Mercado, donde también se encuentra el edificio del ayuntamiento.
La Heidelberg universitaria
Pero Heidelberg no es solo conocida por su belleza y por el estilo medieval que emana de sus calles, sino también por ser una de las ciudades universitarias más importantes de Alemania. Prueba de ello es que son muchos los monumentos que posee que están relacionados con el mundo universitario y la vida estudiantil, entre ellos la Universidad Vieja (Alte Universität), la Universidad Nueva (Neue Universität), la preciosa Biblioteca Vieja (Alte Bibliothek) o la curiosa Cárcel de estudiantes (Studentenkarzer), lugar donde se metía a aquellos estudiantes que no se portaban de la manera correcta.
Rotemburgo
Rothenburg ob der Tauber es una ciudad situada en el estado de Baviera. Aunque pequeña en tamaño (apenas cuenta con unos 10000 habitantes), está considerada como una de las más bellas de Alemania.
Se describe a Rotemburgo como un lugar de “cuento de hadas”. Cuando te acercas a conocerla te das cuenta de que esta descripción no es exagerada. Las murallas que la rodean, sus calles empedradas, las casas del pueblo y algunos de sus monumentos más emblemáticos confirman que Rotemburgo puede convertirse perfectamente en escenario ideal para un libro o una película de hadas (de hecho, algunas películas relacionadas con mundos mágicos han tenido a esta pequeña localidad alemana como escenario para su rodaje).
Monumentos más importantes que ver en Rotemburgo
El lugar más famoso de la ciudad es la plaza con forma de triangulo conocida como Plönlein. Otra bellísima plaza de Rotemburgo es la Plaza del Mercado, en donde está ubicado el ayuntamiento de la localidad. Si lo deseamos, es posible subir a su torre y disfrutar de unas preciosas vistas de los alrededores. En Rotemburgo hay dos construcciones religiosas destacadas. La primera de ellas es la Iglesia de St Jakobs, templo del siglo XV que alberga el Altar de la Sagrada Sangre representando la última cena. La segunda es la Iglesia Johannis Kirche de estilo gótico. Si a todo esto le sumamos la figura de varias torres que dibujan el perfil de la ciudad junto con la imagen medieval que confieren al conjunto las murallas que la rodean, el resultado es un lugar mágico que parece sacado de un cuento.