Alemania suele situarse cada año entre los 10 países del mundo que más turistas reciben. Las razones para elegirlo como país de vacaciones son muchas: su estabilidad política, su situación en el centro de Europa, magníficas ciudades, paisajes increíbles o monumentos espectaculares. Nosotros nos centraremos en estos últimos, concretamente, en descubrir 7 monumentos imprescindibles que hay que visitar en Alemania.
Los 7 monumentos más importantes de Alemania
No cabe duda de que la lista podría ser mucho más extensa y no sería difícil hablar de 20 o 30 increíbles monumentos de Alemania. Sin embargo, nosotros hemos queridos poner el foco en siete construcciones que, bien por su belleza, o bien por su importancia histórica, merecen estar en esta lista.
Muro de Berlín
Más que por su belleza estética, el Muro de Berlín destaca por su importancia histórica. La segunda mitad del siglo XX no se entendería sin su presencia. El Muro de Berlín se levantó en el año 1961 como barrera entre la zona oriental y la occidental. Su objetivo era evitar el paso de ciudadanos de la parte soviética a la zona occidental repartida entre Francia, EE.UU y Gran Bretaña, quedando de esta manera como símbolo de la división del mundo en dos bloques en los años de la Guerra Fría. Por fin, un 9 de noviembre de 1989 que quedará grabado en los libros de historia, el Muro de Berlín cae, anticipando la unificación de las dos Alemania. En la actualidad es uno de los lugares más visitados de Berlín. De lo que queda en pie del muro, llama la atención la East Side Gallery, sucesión de grafitis y murales que lo convierten en uno de los mejores sitios del mundo para ver arte urbano al aire libre.
Puerta de Brandeburgo
No nos movemos de Berlín. Si del Muro de Berlín destacábamos su importancia histórica por encima de su belleza estética, la Puerta de Brandeburgo es una mezcla de ambas. Punto y final (o principio) de una de las calles más emblemáticas de Europa, Unter den Linden. Se encuentra en la Pariser Platz, cerca del famoso Hotel Adlon, y a escasos metros de otro símbolo histórico y turístico de la ciudad, el Reichstag. Fue construida a finales del siglo XVIII, concretamente en 1791, y en lo alto llama la atención la estatua de la Diosa de la Victoria. Si bajamos la cabeza, lo que veremos es una línea de adoquines que marcan donde se encontraba el límite entre la zona oriental y occidental. Imprescindible.
Catedral de Colonia
De este a oeste. Viajamos hasta otra de las grandes ciudades alemanas, Colonia, para conocer uno de los monumentos más importantes de Alemania y una de las construcciones más visitadas de Europa, la Catedral de Colonia o Kölner Dom, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 1996. Su estilo gótico a algunos les recordará a la Catedral de Burgos. Comenzó a levantarse a mediados del siglo XIII, pero no se concluiría hasta 1880, teniendo que ser en parte reconstruida tras la II Guerra Mundial. Su exterior destaca por sus grandes dimensiones y por la imagen de postal que forma junto al río Rin. El interior, por sus vidrieras y porque guarda un auténtico tesoro, el Relicario de los Reyes Magos, de enorme belleza y que sitúa al templo como lugar importante de peregrinación. Su altura, de 157 metros, la convirtieron durante años en el edificio más alto del mundo, por lo que no es de extrañar que para alcanzar la cima de su torre haya que subir más de 500 escalones ¿la recompensa? Unas vistas únicas de la ciudad y el entorno.
La Ópera Semper de Dresde
Seguramente, la Ópera Semper de Dresde (Semperoper en alemán) no sea tan famosa como los monumentos de Alemania que hemos visto hasta ahora, sin embargo, estamos ante uno de los teatros más increíbles del mundo. Se encuentra en la Thaterplatz (cerca de otros monumentos importantes) y fue construido en el siglo XIX por el arquitecto Gottfried Semper, quien da nombre al edificio. Su escenario ha sido testigo del estreno de óperas de grandes compositores como Richard Wagner y Richard Strauss. En Febrero de 1945, Dresde fue prácticamente arrasada por los bombardeos aliados, quedando el edificio gravemente dañado. Finalmente sería reconstruido en el año 1986.
Neues Rathaus de Múnich
La Marienplatz se encuentra situada en el corazón del casco histórico de Múnich. Además de miles de turistas cámara en mano, allí encontrarás varias construcciones de gran interés. Quizá tu mirada se detenga en la Columna de Santa María (Mariensäule), de 1638, que se encuentra en el centro de la plaza. Puede ser también que te acerques a echar un vistazo a la Fuente de Fischbrunnen, de 1864. Seguramente, llamará también tu atención el Altes Rathaus o Ayuntamiento Viejo. Sin embargo, de lo que no nos cabe ninguna duda es que pasarás un buen rato admirando el monumento más importante de Múnich, el Neues Rathaus o Ayuntamiento Nuevo. Magnífico edificio de estilo neogótico que fue construido entre la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX, con espectacular fachada y que cuenta con un carillón que entra en escena a las 11, 12 y 17.
Palacio de Schwerin
Schwerin es, sin duda, una de las ciudades más bonitas del norte de Alemania. Su construcción más sobresaliente es el Palacio de Schwerin. Si decíamos que la importancia del Muro de Berlín es histórica y que la de la Puerta de Brandeburgo es una mezcla de historia y belleza, en el caso de este palacio su fama viene dada por su encanto, atractivo y elegancia. Imagina un palacio como de cuento, en una isla rodeada de lagos (en Schwerin hay hasta 12 lagos), completando la postal unos jardines barrocos espectaculares. Aquel que lo visita no sabe con que quedarse de este palacio del siglo XIX, si con el exterior o con el interior. Para decidirlo, lo mejor es ir y verlo.
Neuschwanstein Schloss
A veces las locuras llevan a crear cosas asombrosas. Y si la locura es de un rey, entonces el resultado puede escapar a nuestra imaginación. Terminamos esta ruta por los monumentos más importantes de Alemania con el castillo de Neuschwanstein Schloss. Se encuentra situado en el sur de Baviera, cerca de la ciudad de Füssen, y fue el resultado del deseo de Luis II de Baviera, conocido como el “Rey Loco”, de crear un castillo como los de las historias de sus héroes medievales. Decide dar forma a su sueño y comienza su construcción en 1869. Seguramente su interior con cientos de habitaciones y con espacios tan llamativos como la Sala del Trono, se quede pequeño ante el impresionante exterior en plenos Alpes alemanes, rodeado de montañas y de lagos. Un castillo de los de los cuentos de hadas que se encuentra entre los lugares más visitados de Alemania.