Viajamos hasta el norte de Italia, a la región de Lombardía, cerca ya de la frontera suiza, para descubrir los monumentos más importantes que hay que veren una de las ciudades más apasionantes del país trasalpino, Milán.
Monumentos más importantes que hay que ver en Milán
Poco tienen que ver los pueblos y ciudades del sur de Italia con los del norte. Se podría decir, a modo de resumen, que las ciudades del sur, como Bario Nápoles, poseen una “belleza imperfecta” y que las del norte, como Florencia o Milán, quedan definidas por su “belleza tranquila”. Hoy nos acercamos a esta última para descubrir cuáles son sus rincones y monumentos más importantes.
El Duomo de Milán
Como no podía ser de otro modo, empezamos el recorrido por los monumentos más importantes que hay que ver en Milán con el Duomo. Se trata de una de las iglesias católicas más grandes del mundo y, sin lugar a dudas, una de las más bellas de entre las que se han construido hasta la fecha.
La Catedral de Milán es de estilo gótico. Fue Gian Galeazzo Visconti quien ordenó la construcción del templo. Aunque las obras empezaron en el año 1386, se tardaría más de cinco siglos en concluirla.
El magnífico aspecto que presenta se debe sobre todo a que el exterior está revestido de mármol blanco, lo que da al edificio ese toque majestuoso que tiene. Además, se encuentra adornada por numerosas estatuas, siendo la más famosa de todas ellas la de la Madonnina, del año 1774.
Si hablamos de su interior, descubriremos un enorme espacio con 5 naves, una central y cuatro laterales, sostenidas por grandes columnas. El templo milanés guarda un gran número de tesoros artísticos, entre ellos la Estatua de San Bartolomé de Marco da Agrate, el Sepulcro del Cardenal Marino Caracciolo, los Sarcófagos de Giovanni Visconti, Ottone y Marco Carelli, el Candelabro Trivulzio y uno de los clavos de Cristo que halla en una bóveda del techo.
La Plaza del Duomo es uno de los lugares con más vida de la ciudad y normalmente se encuentra llena de locales y turistas que se acercan a ella para disfrutar tanto de la catedral como de los edificios históricos que la rodean.
Galleria Vittorio Emanuele II
Una de las cosas que todo turista tiene que hacer si visita Milán es ir de compras. En el corazón de la ciudad se encuentra la Galleria Vittorio Emanuele II (Galería de Victorio Emanuel II),centro comercial más antiguo y más famoso de Milán diseñado por el arquitecto Guiseppe Mengoni. Se trata de un precioso edificio de cuatro plantas, cubierto por techos realizados con hierro fundido y bóvedas de vidrio. Fue una de las construcciones de los años de la Belle époque que sirvió para aumentar la majestuosidad y belleza de las calles y plazas del centro de la ciudad. Su interior se encuentra decorado con estatuas y mosaicos de aquella época. El viajero que se acerque hasta las galerías podrá comprar ropa en sus lujosas tiendas (no obstante, Milán es una de las capitales mundiales de la moda) u obras de arte, pero también podrá aprovechar para hacer un alto en el camino y tomar algo en sus bares y restaurantes.
Teatro de La Scala
Otro de los monumentos más importantes que hay que ver en Milán es el Teatro de La Scala (o Teatro allá scala). Desde las Galerías de Victorio Emanuel II llegamos hasta este edificio que es, a día de hoy, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. Su nombre se debe a que se encuentra ubicado donde antes estaba la iglesia de Santa María alla Scala. Fue el archiduque Fernando de Austria quien ordenó la construcción del nuevo recinto después de que un incendio arrasara el antiguo Teatro Ducale en el año 1776. El nuevo fue inaugurado el día 3 de Agosto de 1778, convirtiéndose desde sus comienzos en uno de los templos de la ópera mundial. En su escenario se estrenaron algunas de las óperas más famosas de todos los tiempos como “Nabucco” o “Madame Butterfly”. Además, el edificio de la ópera cuenta con un interesante museo donde es posible admirar pinturas y trajes de época.
Castillo Sforzesco
Tras sorprendernos con la fachada del Duomo, ir de compras a la Galleria Vittorio Emanuele II y disfrutar de una ópera en el Teatro de La Scala, un buen plan puede ser acercarse a conocer el Castillo Sforzesco, levantado como fortaleza en el siglo XV por la familia Sforza. Allí residió Ludovico el Moro quien se encargó de dar prestigio al edificio reuniendo en sus salas a lo más selecto de la sociedad milanesa. Actualmente, en el castillo se celebran diferentes actos culturales y su interior alberga tres interesantes museos: Museo de Artes Aplicadas, Museo Arqueológico y, el más famoso de los tres, Museo de Arte Histórico, lugar este en el que se pueden admirar famosas obras como la “Piedad Rondanini”, última de las obras que realizó Miguel Ángel o trabajos del genial Leonardo da Vinci.
Santa Maria delle Grazie
En la plaza homónima se encuentra la Iglesia de Santa María delle Grazie (Santa María de las Gracias), construcción gótica de finales del siglo XV. Si por algo es famoso este templo es por guardar uno de los cuadros más famosos de la historia, nos referimos a “La Última Cena” de Leonardo da Vinci, quien fue contratado para realizar este fresco en una de las paredes de la iglesia.
Estos serían los cinco monumentos más importantes que hay que ver en Milán, pero la lista de edificios históricos y lugares de interés de la ciudad italiana es inmensa (Pinacoteca de Brera, Basílica de San Lorenzo, museos, galerías de arte… ). Además, si disponemos de más tiempo, un buen plan es acercarse a la cercana ciudad de Bérgamo.