Cualquier época del año es ideal para descubrir todos los rincones con encanto que hay que ver en Brihuega. No obstante, cada vez son más los turistas que deciden acercarse a esta preciosa villa de la provincia de Guadalajara a finales de junio o durante el mes de julio.
Qué ver en Brihuega
Brihuega es uno de los pueblos más bonitos de La Alcarriay de toda Guadalajara, entre otras razones por el importante conjunto monumental que guarda su casco histórico . Sin embargo, es a comienzos de verano, en los meses de junio y julio, cuando este lugar se viste de gala y desprende toda su magia. Los que se acerquen a Brihuega en esas fechas, quedarán prendados por los olores y colores de la floración de los campos de lavanda que muestran todo su esplendor en esta zona de La Alcarria. Estos son los lugares imprescindibles que hay que ver en Brihuega.
Campos de lavanda de Brihuega
Así es. Si te acercas a Brihuega en los meses de junio o julio serás recibido por un océano de campos de lavanda en plena floración. Será entonces cuando despierten los sentidos de la vista y el olfato con el fin de atrapar los colores y olores de este mágico entorno natural. Los apodos de “Jardín de La Alcarria” o “Provenza española” hacen merecida justicia al espectáculo que se presenta ante nuestros ojos. La época de la floración de la lavanda atrae cada año a un mayor número de turistas, por lo que no es raro que este momento único cuente con un festival propio a mediados de julio, que sirve para homenajear a una materia prima imprescindible para el desarrollo económico de la localidad.
Casco histórico de Brihuega
Los extensos campos de lavanda dejan paso a un casco histórico de calles empedradas y rico patrimonio monumental que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1973. Entre castillos e iglesias, encontraremos lugares tan curiosos como unas cuevas árabes, una fábrica de paños o un museo de miniaturas.
Plaza del Coso
La Plaza del Coso esconde varias sorpresas: el edificio del ayuntamiento, la Real Cárcel de Carlos III y unas cuevas árabes.
Real Cárcel de Carlos III: Una interesante construcción nos recibe en la Plaza del Coso, es la Real Cárcel de Carlos III, levantada en el 1781 por uno de los más importantes arquitectos del siglo XVIII, Ventura Rodríguez, para sustituir a una cárcel anterior del siglo XVI. Aunque ha tenido diversos usos, este edificio alberga en la actualidad la Oficina de Turismo.
Cuevas árabes: Sin embargo, lo que más llamará nuestra atención en este plaza son unas escaleras que bajan hasta una cueva. Se trata de una red de galerías que tienen origen árabe y que fueron realizadas entre los siglos X y XI. En total son 8 kilómetros de pasillos bajo tierra que servían para protegerse de los ataques y para escapar, en caso necesario, de la población, ya que esta red de pasadizos subterráneos se extendían más allá de las murallas. Sin embargo, aquel que visite estas cuevas no llegará tan lejos, pues en la actualidad solo se pueden recorrer 700 metros de los 8 kilómetros de galerías.
Fuentes en Brihuega
Manantiales y fuentes son dos elementos que reflejan la importancia del agua para esta villa guadalajareña. Por el casco antiguo de Brihuega encontramos varias fuentes, siendo la más famosa la “Fuente de los 12 caños” o “Fuente Blanquina”, localizada junto al lavadero municipal.
Real Fábrica de Paños
Si bien a día de hoy, la lavanda es uno de los motores económicos de Brihuega, en el siglo XVIII esa responsabilidad recaía en la Real Fábrica de Paños, fundada por Fernando VI y que se convirtió en una fructífera industria en aquellos años con sus más de cien telares. El lugar pasó por épocas de mayor y menor esplendor (por ejemplo, durante la Guerra de la Independencia fue utilizado como cuartel por las tropas francesas). Actualmente, locales y turistas se acercan hasta la Real Fábrica de Paños para disfrutar y relajarse en sus bellos jardines.
Murallas y Castillo de Peña Bermeja
Brihuega estuvo totalmente amurallada. Hoy en día se conservan dos kilómetros de muros y varias puertas, entre las que destacan el Arco de Cozagón y el Arco de la cadena. Al sur de la localidad se encuentra el Castillo de Peña Bermeja, construcción que tiene sus orígenes en época árabe, en el siglo XI, y al que posteriormente se fueron añadiendo otros elementos. Creado como fortificación para defender la villa, fue utilizado también como residencia de verano de los reyes taifas de Toledo. En sus límites encontramos la Torre y capilla de la Vera Cruz, un cementerio y, sobre todo, la Iglesia de Santa María de la Peña, magnífico templo del siglo XIII de estilo románico tardío que posee una bonita portada. Su interior acoge la imagen de la Virgen de la Peña, patrona de Brihuega.
Además de la Iglesia de Santa María, por las calles de Brihuega encontramos otros edificios religiosos interesantes como la Iglesia de San Miguel, del siglo XIII y de estilo mudéjar, o la Iglesia de San Felipe, también del siglo XIII, pero en este caso levantada en estilo románico y con varios elementos góticos.
Museo de Miniaturas en el Convento de San José
Otra de las construcciones más llamativas junto al castillo de Peña Bermeja es el Convento de San José, convento franciscano de comienzos del siglo XVII que alberga en la actualidad el Museo de Historia de Brihuega y el Museo de Miniaturas del Profesor Max. En este último se puede ver una colección de objetos con un denominador común, sus piezas son miniaturas o trabajos realizados en fragmentos minúsculos.