Si cuando piensas en la región de Murcia, la primera imagen que te viene a la cabeza es la de algunas de sus grandes ciudades o la del mar mediterráneo bañando sus costas, hoy visitaremos el Parque Regional de Sierra Espuña para intentar convencerte de que hay otros lugares en Murcia muy diferentes y que merecen también mucho la pena.
Qué ver en el Parque Regional de Sierra Espuña
Ya sea por las imágenes que recibimos del exterior, ya sea por la idea que tenemos nosotros mismos preconcebida, nos cuesta asociar la Región de Murcia con grandes montañas o con amplios espacios repletos de vegetación. El Parque Regional de Sierra Espuña vendría a desmentir esa apreciación y contribuiría a quitarnos la venda de los ojos y a hacernos ver que existe otro tipo de paisajes en Murcia que van más allá del Mar Menor o de grandes ciudades como la propia capital murciana o Cartagena.
Cómo es el Parque Regional de Sierra Espuña
Sierra Espuña es un macizo montañoso que se sitúa en el extremo más oriental de las cordilleras béticas. Cuenta con una orografía muy irregular y accidentada que crea importantes desniveles en el terreno, con algunas cimas montañosas que sobrepasan los 1500 metros de altura como el Morrón de Espuña con 1583 metros o el Cerro Pedro López con 1568 metros. Sierra Espuña tiene un total de 25000 ha y comprende seis municipios: Alhama, Mula y Totana, Pliego, Librilla y Aledo. Por su parte, el Parque Regional abarca un total de 17804 hectáreas.
El pino carrasco es el que más abunda en el Parque Regional de Sierra Espuña, aunque el tipo de vegetación varía dependiendo de la altitud en la que nos encontremos. Otras especies arbóreas que habitan el parque son los olmos y los chopos. En lo que respecta a la fauna, hay que hablar del águila real y al búho real como aves más características junto con otras como gavilanes o buitres leonados. En lo que respecta a los mamíferos tenemos al arruí, al muflón de atlas, el jabalí, al gato montés, al lirón o al conejo.
Ricardo Codorníu, el hombre que cambió el paisaje de Sierra Espuña
Aunque Sierra Espuña se formó hace unos 20 o 30 millones de años, uno de sus momentos claves se produce a finales del siglo XIX y tiene como protagonista a un ingeniero forestal llamado Ricardo Codorníu. Y es que, el progresivo aumento de núcleos poblacionales en Sierra Espuña, y con ello, el aprovechamiento de sus recursos, llevaron a la casi deforestación de la zona. Es entonces cuando surge la figura de Ricardo Codorníu, quien lleva a cabo a finales del siglo XIX la compleja tarea de reforestar la zona consiguiendo que poco a poco se fuera convirtiendo en lo que conocemos hoy en día. A su protección contribuyó que fuera declarada en el año 1931 como sito de interés nacional y en 1992 como parque regional.
Centro de interpretación Ricardo Codorníu
Como siempre recomendamos cuando nos acercamos a conocer un espacio natural, no hay mejor manera de hacerse una primera idea de lo que vamos a ver que visitando el centro de interpretación. El Centro de Interpretación de Sierra Espuña lleva el nombre de la persona que tanto hizo por la conservación del parque. Una de las cosas que podremos conocer en este centro de interpretación es como funcionan los Pozos de la Nieve, interesantes construcciones de las que hablaremos más adelante.
Las Paredes de Leiva
Ahora sí. Es el momento de meternos de lleno en algunos de los parajes que forman parte del Parque Regional de Sierra Espuña y, posiblemente, sean las Paredes de Leiva, unos de los lugares más imponentes del parque. Como su propio nombre indica, se trata de una enorme pared o muro vertical con unas dimensiones de dos kilómetros de largo y 200 metros de altura.
Pozos de la Nieve
Se trata de una de las construcciones más características que vamos a encontrar en el Parque Regional de Sierra Espuña. La necesidad de tener un lugar en el que poder almacenar y conservar los alimentos originó la construcción, allá en el siglo XVII, de un tipo de construcción llamado Pozos de Nieve, cuya función era la de almacenar la nieve que caía en las cumbres en el invierno con el fin de venderla como hielo a los comercios en la primavera, cuando llegaban temperaturas más altas. Este tipo de construcciones cumplieron su función hasta hace unos 70 años, cuando llegaron a comercios y hogares electrodomésticos destinados a esta función. Por suerte, en Sierra Espuña todavía se pueden apreciar varias de estas construcciones.
Senda del Dinosaurio y Senda del caracol
Aunque aquí las ponemos juntas, no tienen nada que ver una senda con la otra. La Senda del Dinosaurio es un camino fácil y apto para los niños que comienza con un puente colgante y en donde los más pequeños tienen que encontrar una piedra con forma de huella de dinosaurio. Por su parte, la Senda del Caracol es un camino exigente que sube en forma de zigzag y que nos ofrece como recompensa una preciosa panorámica. Desde la zona conocida como La Carrasca, encontraremos otras rutas senderistas.
Dedo y arco de Sigismondi
El dedo y el arco de Sigismondi son dos formaciones muy particulares que se han ido formando en el Morrón de Espuña debido a la acción de los elementos meteorológicos a lo largo de miles de años. Sin embargo, no es fácil llegar hasta este lugar del parque.
Barranco de Gebas
Por último, aunque se encuentra fuera del parque, hay que hablar de un paisaje un tanto particular, el del Barranco de Gebas. En esta ocasión, nos encontramos con un tipo de paraje que se podría describir como paisaje lunar, con cañones, barrancos y escasa vegetación. Se trata de uno de los espacios naturales protegidos de la región murciana.
Pueblos que visitar en Sierra Espuña
En los límites de Sierra Espuña encontramos hasta seis municipios. En Aledo destaca la Torre del Homenaje y una ruta que llega hasta el Estrecho de la Arboleja, impresionante cañón de 500 metros. En Pliego podemos visitar su castillo, la iglesia de Santiago y recorrer su casco histórico. Por su parte, en Totana tenemos la Iglesia de Santiago el Mayor y el Santuario de Santa Eulalia como edificios religiosos destacados, sin olvidarnos de otros lugares importantes como el yacimiento arqueológico de La Bastida. Alhama de Murcia está relacionado con las aguas termales y uno de los lugares que ver en la localidad es el Museo Arqueológico de los Baños, además de su castillo, la Casa de la Tercia y construcciones religiosas como la Iglesia de San Lázaro o de la Concepción. En Librilla podemos visitar los restos del castillo y la Iglesia de San Bartolomé, del siglo XVII. Por último, en Mula hay que acercarse hasta su castillo y, si vamos en Semana Santa, podremos disfrutar de un evento muy importante para la localidad: la Tamborada.