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Qué ver en la Vall de Boí: iglesias románicas en un espectacular paisaje


Un parque nacional que acoge un espectacular valle pirenaico comprendido por varios pueblos de montaña con encanto que poseen un conjunto de iglesias románicas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000. 

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Datos Útiles


País: España
Idioma: Español, Catalán
Zona Horaria: GMT +2
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

O dicho de otra manera, en la ruta de hoy nos acercaremos a conocer el estupendo conjunto de iglesias románicas levantadas en varios pueblos de la Vall de Boí (Valle de Bohí en castellano), junto al Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (Parque Nacional de Aiguas Tortas y Lago de San Mauricio).​

Qué ver en la Vall de Boí

La Vall de Boí se encuentra situado en la comarca de l’Alta Ribagorça (Alta Ribagorza) en la provincia de Lleida. El principal atractivo turístico del valle es su famoso conjunto de iglesias románicas. Sin embargo, un espectacular entorno natural en el que las altas cumbres pirenaicas son las protagonistas, invita a conectar con la naturaleza a través de varias rutas senderistas.

Iglesias románicas en la Vall de Boí

Asomados a las altas cumbres de los Pirineos, minúsculos pueblos de piedra y pizarra se concentran en el municipio de la Vall de Boí: Barruera, Cóll, Cardet, Durro, Erill la Vall, Pla de l’Ermita, Saraía, Boí, Taüll. Siete de ellos guardan un tesoro de incalculable valor: impresionantes iglesias románicas construidas en los siglos XI y XII, perfectamente conservadas, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En total son ocho iglesias y una ermita las que forman el conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí. La más famosa de todas es la de Sant Climent de Taüll, sin embargo, todas ellas merecen la pena y la mayoría se pueden visitar (en la única que no hay que pagar es en la de Santa María de Taüll). El nombre de estos templos son: Sant Climent de Taüll, Santa María de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barrera, Natividad de Durro, Santa María de Cardet, Assumpció del Cóll y Ermita de Sant Quirc de Durro. Estas dos últimas no están abiertas al público. Veamos brevemente alguna de ellas.

Sant Climent de Taüll

En el precioso pueblo de Taüll encontramos las dos iglesias más importantes del valle. Sin duda, la de Sant Climent de Taüll es la joya de la corona. La más famosa. La más buscada por los turistas y la más fotografiada. Se consagró en el año 1123 por Ramon Guillem y está considerada una obra maestra del románico en Cataluña. De planta basilical perfecta (tipo de planta que tiene su origen en los templos públicos romanos), en su ábside se encontraba el Pantocrator, fresco que es una de las obras cumbre del románico en Cataluña. Aunque en la actualidad esta joya románica se encuentra en el Museu Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) de Barcelona, podemos ver una reproducción de la obra mediante una proyección en la que se utiliza la técnica del vídeo-mapping. En el exterior, destaca su esbelto campanario, que, como veremos más adelante, es uno de los elementos más destacados de las iglesias románicas de la Vall de Boí.

Santa María de Taüll

En el mismo pueblo encontramos otra de las iglesias románicas más importantes del valle, la de Santa María de Taüll. Fue consagrada en el mismo año que la de Sant Climent, en el 1123, y es única por dos motivos: es la única del conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí que se encuentra dentro de un núcleo poblacional y es la única de las visitables en la que no hay que pagar. Influenciada por el románico lombardo, merece la pena por las réplicas de las pinturas murales que guarda en su interior.

Sant Joan de Boí

Dejamos Taüll y nos acercamos a Boí para seguir disfrutando de templos románicos. La iglesia de Sant Joan de Boí es del siglo XI y está considerada como la más antigua del valle. Es de planta basilical y en ella se pueden apreciar elementos de ese estilo lombardo tan presente en las construcciones del valle. En su interior llaman la atención las réplicas de algunas magníficas pinturas murales (las originales también se encuentran en la MNAC). Una vez que hemos visitado la iglesia, conviene detenerse un momento y embriagarse de las maravillosas vistas que la naturaleza nos regala en este lugar.

Santa Eulàlia d’Erill la Vall

En uno de los pueblos más encantadores del valle, Erill la Vall, encontramos la Iglesia románica de Santa Eulàlia d’Erill la Vall. Se trata de una construccióndel siglo XII cuya estructura la forman una sola nave y tres ábsides con forma de trébol. Su interior guarda el conjunto escultórico de El Descendimiento de Erill la Vall, una de las cumbres artísticas del románico en Europa. El perfil de la iglesia queda marcado por un altísimo campanario de seis pisos con impresionantes vistas. Para los que estén interesados en el estilo arquitectónico que impera en el valle, en Erill la Vall se encuentra el “Centro del románico”.

Sant Feliu de Barruera

En el pueblo de Barruera hay dos imprescindibles: el precioso paraje de El Salencar de Barruera y otra de las iglesias románicas de la ruta, la de Sant Feliu de Barruera. Se trata de una construcción de los siglos XI y XII que, además del románico, presenta otros estilos como el gótico o el barroco en algunos de sus elementos. Posee una nave y dos ábsides.

Nativitat de Durro y Sant Quirc de Durro

Durro es otro de los pueblos más bonitos de la Vall de Boí. Su monumento más importante es la iglesia de Nativitat de Durro, que destaca por sus dimensiones, ya que se trata de una de las más grandes de la zona. Presenta elementos góticos y barrocos. Sobresale su esbelto campanario de cinco plantas. Un poco más alejada se encuentra la pequeña ermita de Sant Quirc de Durro. Aunque no se puede visitar, merece la pena acercarse hasta este pequeño templo por el agradable paseo que hay que dar hasta llegar a ella y porque el lugar en el que se ubica te hará sentir pequeño ante la inmensidad del paisaje que lo rodea.

Otras cosas que hacer en la Vall de Boí

No podemos obviar que a este conjunto de iglesias románicas lo envuelve un espectacular paisaje pirenaico compuesto por altísimas cumbres. Por lo tanto, otra de las cosas que podemos hacer en la Vall de Boí es recorrer algunas rutas senderistas que nos sumergen en lugares mágicos. Algunas de las rutas senderistas que se pueden realizar en la zona son la del Salencar de Barruera, el Camí dels Enamorats o la Ruta de la Nutria.

Por otro lado, el Vall de Boí es uno de los accesos que existen al Parc Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, por lo que otra de las opciones que tenemos es visitar el único parque nacional que posee Cataluña. Por último, un poco más al norte, tenemos otro valle con un espectacular paisaje pirenaico y con varios pueblos con encanto, el Val d’Aran(Valle de Arán).


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