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Qué ver en Split, una ciudad alrededor de un palacio


No es muy habitual que un único monumento sea el que atraiga la mayor parte de las miradas de los turistas que visitan una ciudad. Sin embargo, algo así ocurre en Split con el Palacio Diocleciano. Pero sería injusto reducir las maravillas de esta urbe croata a este palacio, ya que hay otros muchos lugares interesantes que ver en Split.

Croacia Croacia Croacia Croacia
Datos Útiles


País: Croacia
Idioma: Croata
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

Qué ver en Split

Split se encuentra a orillas del mar Adriático, en la costa Dálmata. Se trata de la segunda ciudad más importante Croacia y con el paso de los años se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes del Mediterráneo. Su casco histórico está tomado por el magnífico Palacio Diocleciano, así como por los templos, palacios y demás edificios que se fueron añadiendo con el paso de los años a este conjunto palaciego y que crearon una especie de pequeña ciudad en el centro de Split. Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Puertas de acceso al palacio en Split

Son cuatro las puertas que dan acceso al recinto palaciego, situada cada una en uno de los puntos cardinales: Puerta Aurea (o de oro), Puerta Ferrea (o de hierro), Puerta Platea o Argentea (o de plata) y Puerta Aenea (marítima o de bronce). 

La Puerta Aurea da acceso al palacio desde la parte norte y es la más importante de las cuatro. Del siglo IV, al estar incorporada a las murallas está construida en piedra y tras ella aparece un patio interior. Está decorada con nichos y estatuas. Era la que usaba el emperador Diocleciano para acceder al palacio. La Puerta de Hierro es la que da acceso al palacio desde el lado occidental. La Puerta de Plata está situada en la zona oriental de la muralla y desemboca en uno de los lugares más famosos del recinto, el Peristilo. La Puerta de Bronce o marítima es la que está en la parte sur y se abre a la Riva o Paseo Marítimo de Split.

Palacio Diocleciano

Llegamos al punto álgido de la visita a Split. Y es que, si hay un lugar que ver en Split, ese es el Palacio de Diocleciano. Se trata de un enorme conjunto palaciego que ha tomado buena parte del casco antiguo de la ciudad, y se encuentra delimitado por dos calles principales y varias adyacentes. El palacio tiene aspecto de fortaleza ya que, como hemos visto, está rodeado de murallas y puertas que dan acceso al recinto. Fue mandado construir por el emperador romano Diocleciano en los siglos III y IV para utilizarlo como residencia y lugar de retiro. El Palacio Diocleciano comprende varios edificios o lugares de interés como el Peristilo o el Templo de Júpiter y es Patrimonio de la Humanidad desde 1979. En resumen, un lugar único para sumergirse en la historia que consigue trasladarnos hasta tiempos remotos.

El Peristilo

Uno de los rincones más bonitos del enorme complejo palaciego y que muestra hoy en día un buen estado de conservación es el Peristilo. Se trata de una plaza central que era muy importante en época del emperador, ya que en ella se hacían los actos públicos. Estaba rodeada de varias construcciones, como palacios, templos, columnas… e incluso podemos ver alguna esfinge traída directamente de Egipto. Aquí está la Oficina de Turismo de Split, por lo que puede ser un buen lugar para hacer una parada e informarnos acerca de la historia del Palacio Diocleciano, aprovechar para comprar las entradas para la Catedral y para el Templo de Júpiter, e incluso, podemos preguntar acerca de las otras atracciones turísticas de la ciudad y de los alrededores. Sin duda, una de las mejores cosas que hacer en este maravilloso rincón del palacio es escuchar música en directo y dejar que su melodía nos transporte a otro lugar y a otro tiempo.

Los sótanos

Desde el Peristilo se puede acceder a otro de los lugares importantes del conjunto palaciego, los sótanos, que eran utilizados como almacén durante la época romana. Se encuentran muy bien conservados y se hacen exposiciones. Desde los sótanos podemos llegar al Paseo Marítimo tras atravesar la Puerta de Bronce.

Catedral de San Domnius

Curioso el caso de la Catedral de San Domnius, ya que en sus inicios fue levantado como mausoleo del emperador Diocleciano, pero en el siglo VII se convertiría en catedral. Lo llamativo de esto es que Diocleciano fue una de las figuras que más se empeñó en perseguir a los cristianos y, lo que en un principio iba a ser el mausoleo en el que él descansara, acabo convertido en una catedral cristiana donde lo que descansan son las reliquias de dos santos: San Anastasio y San Domnius.

Si nos centramos en la catedral desde un punto de vista arquitectónico, hay que decir que es de planta octogonal y que en ella destacan unas preciosas puertas de madera, una esfinge traída de Egipto y, en especial, un campanario levantado en el siglo XIII de 57 metros de altura que regala preciosas vistas de la ciudad croata para aquel que se atreva a subir a él.

Templo de Júpiter

El Templo de Júpiter es otro de los lugares del palacio que, con el paso de los siglos, cambió la que era su función inicial. Así es, cerca del Peristilo se encuentra este edificio que fue levantado en el siglo III como templo romano para honrar a Júpiter, Dios romano, y que en el siglo VII se transformaría en baptisterio. Tiene cúpula abovedada, cripta y guarda una estatua de San Juan Bautista. Aquí encontramos otra de las esfinges egipcias del palacio que se trajeron de Egipto. Como nota curiosa, hay que destacar que justo a la salida del templo se encuentra la calle “Let me pass” o “Déjame pasar”. La calle debe su nombre a que es tan estrecha que tienes que lanzar este grito de advertencia para que el que viene de frente te dé prioridad y así poder pasar uno de los dos.

Plazas con encanto en Split

Empezamos el recorrido por algunas plazas con encanto de Split y lo hacemos visitando la Plaza del Pueblo. Situada cerca de la Puerta de Hierro, está rodeada por antiguos palacios donde residían familias nobles y tiene en el ayuntamiento su construcción más llamativa. Por su parte, la Plaza de la República, con varios edificios del renacimiento, nos traslada a Venecia por su parecido con la Plaza de San Marcos de la ciudad italiana. Por último, la Plaza de la Fruta es una de las más visitadas por locales y turistas y tiene en la Torre Veneciana y en el Palacio Milesi sus puntos de interés.

Estatua de Grgur Ninski

Ya fuera de los límites del complejo palaciego, justo enfrente de la Puerta Aurea, encontramos una enorme escultura de más de 8 metros de altura que representa a Grgur Ninski, un obispo del siglo X que se convirtió en una de las figuras históricas más importantes de Split, ya que se enfrentó al papá para conseguir que el croata fuese una de las lenguas que se utilizasen en las misas, mucho antes de que la iglesia católica concediese el privilegio de hacer misas en un idioma que no fuese el latín.

Paseo Marítimo y playas

Por último, para aquellos que quieran apartarse por un rato de tantos monumentos y lugares históricos y busquen un buen rato de ocio, tienen la opción de pasear por la Riva o paseo marítimo de Split tranquilamente y parar a tomar un café o a comer algo en los múltiples bares y restaurantes que encontrarán a su paso. Otra opción para relajarse es acercarse hasta alguna de las playas de la urbe croata. 

Por último, a muchos de los que visiten Split, les sonará algunos rincones de la ciudad por haber sido escenarios de la famosa serie Juego de Tronos, e incluso cerca del casco histórico encontrarán un museo dedicado a la serie.


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