En los últimos años Dubrovnik se ha puesto de moda como destino turístico. Seguramente a ello ha contribuido que algunas de las construcciones y rincones más importantes de la ciudad hayan servido como escenario de la archiconocida serie “Juego de Tronos”. Sin embargo, la razón principal por la que cada vez más viajeros se acercan a ella es para poder descubrir todas las maravillas que hay que ver en Dubrovnik.
Lugares imprescindibles que hay que ver en Dubrovnik
Dubrovnik (antiguamente Ragusa) es una importante ciudad croataubicada a orillas del mar Adriático (de ahí el sobrenombre de “Perla del Adriático”). Sus imponentes murallas y su bello casco histórico no dejan indiferente a nadie. Pero la ciudad cuenta con otros muchos lugares que ver (no obstante es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1979). A continuación hacemos un pequeño recorrido por los lugares más importantes que hay que ver en Dubrovnik.
Murallas de Dubrovnik
Las murallas de Dubrovnik se encuentran, sin duda, en el lado de los imprescindibles de la ciudad. Fueron construidas en la Edad Media, cuando todavía era la república de Ragusa, con el objetivo primordial de protegerse de los ataques que llegaban por mar. Rodean la ciudad con sus dos kilómetros de longitud y poseen todos los elementos necesarios para ofrecerla una buena protección, tales como bastiones, torres de vigilancia, foso y gruesos muros. Previo pago de entrada, es posible recorrer todo el perímetro amurallado y disfrutar de las vistas que nos deja esta importantísima construcción de Dubrovnik que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1971.
Puerta de Pile
La Puerta de Pile era en su día la entrada principal a la ciudad amurallada y hoy en día nos permite acceder al precioso casco histórico de Dubrovnik. Fue levantada en la primera mitad del siglo XVI. Consta de puente sobre foso y dos torres adornadas con la estatua del patrón de la ciudad croata, San Blas. En el extremo opuesto de la calle Stradun, la principal del casco histórico, se encuentra la otra puerta de las murallas, la Puerta de Ploce.
Casco histórico
¿Y qué encontramos tras esas murallas? Pues un maravilloso laberinto compuesto por callejuelas medievales que suben, bajan y se pierden en innumerables recovecos y un puñado de edificios y monumentos que desprenden gran encanto. En el casco antiguo de Dubrovnik sí debemos hacer caso a eso de “caminar sin un rumbo fijo”. Pero además, entre la riada de turistas encontraremos varias estampas de la vida cotidiana de la ciudad y bares y restaurantes que nos ofrecen lo mejor de la gastronomía local. En definitiva, un placer para los cinco sentidos.
Calle Stradun
Como decíamos, Stradun es la principal calle de la zona vieja de Dubrovnik, funcionando como nexo conector entre las dos puertas de la muralla, la de Pile y la de Ploce. Adornada por bellos edificios a derecha e izquierda, la calle Stradun es el lugar elegido por turistas y vecinos para tomar algo en sus bares y restaurantes, comprar un recuerdo en sus tiendas, pasear por su suelo empedrado o tomarla como punto de referencia del laberinto de callejuelas del casco antiguo, haciendo de esta arteria uno de los lugares más concurridos y con más ambiente de la ciudad.
Fuente de Onofrio
La Fuente de Onofrio es una de las construcciones más llamativas del casco histórico. Situada justo al otro lado de la Puerta de Pile, fue diseñada por el arquitecto Onofrio della Cava en el siglo XV con el objetivo de dotar de un sistema de agua potable a la ciudad, trayendo, a través de un acueducto, agua hasta ella desde las afueras de Dubrovnik. La fuente es de forma poligonal y está decorada con 16 máscaras que “escupen” agua por sus bocas.
Monumentos religiosos en Dubrovnik
Otro de los puntos fuertes del centro histórico de Dubrovnik es que esconde un interesantísimo conjunto monumental de carácter religioso. Así, al comienzo de la calle Stradun está el Monasterio de San Francisco. Fue edificado en la Edad Media por los monjes franciscanos y en su construcción destacan un claustro gótico con más de 100 columnas, con pozo de piedra en el centro; una biblioteca y una antiquísima farmacia en la que hoy todavía se pueden apreciar varios elementos de sus comienzos, allá en el siglo XIV, como el mobiliario o diferentes objetos relacionados con el oficio.
Otro templo religioso verdaderamente interesante es el Monasterio de Santo Domingo, situado junto a la Puerta de Ploce y construido por monjes dominicos en el siglo XIII. Combina varios estilos y en él destaca su magnífico claustro y una biblioteca. Además, de estos dos, completan el conjunto religioso de la ciudad la catedral (de la cual hablaremos después), la Iglesia de San Blas, una de las construcciones más destacadas de la famosa Plaza de Luža, y la Iglesia de San Ignacio, de estilo barroco y que llama la atención porque hasta ella se llega por unas escaleras conocidas como las Escaleras de los jesuitas que recuerdan enormemente a la famosa escalinata de la Plaza de España de Roma.
Plaza de Luža
El recorrido de la principal calle de Dubrovnik, Stradun, finaliza en la que está considerada como la plaza más importante de la ciudad. Y es que, la Plaza de Luža es un espacio del siglo XV que acoge algunos de los monumentos más importantes de esta preciosa urbe croata, entre ellos:
Columna de Orlando: de principios del siglo XV, ubicada en el centro de la plaza.
Torre de la Campana: También llamada Torre del Reloj porque posee un reloj en su fachada barroca. Supera los 30 metros de altura. Como curiosidad, Maro y Baro, dos personajillos realizados en bronce, se encargan de anunciar la hora golpeando una campana.
Palacio del Rector: Bonito edificio del XVI. En sus orígenes de estilo gótico, pero al que se le añadieron detalles renacentistas y barrocos al tener que ser reconstruido tras padecer varios infortunios. Debe su nombre a que aquí residía el rector de la república de Ragusa. En la actualidad realiza las funciones de Museo de Historia de la ciudad.
Catedral de Dubrovnik: Su nombre completo sería Catedral de la Asunción de la Virgen María. Se trata de una construcción barroca del XVIII que fue levantada sobre un templo más antiguo que se vino abajo por el grave terremoto que sufrió la ciudad en el año 1667 y que afectó a la mayor parte de estructuras de la ciudad. Su interior esconde varias joyas como una colección de pinturas entre las que destaca “La Asunción de María” de Tiziano.
Palacio Sponza: Otro de los monumentos más importantes de entre los que decoran la Plaza de Luža. Es del siglo XVI y está realizado en estilo gótico y renacentista. A lo largo de su existencia ha tenido varias funciones siendo en la actualidad sede del Museo del archivo histórico de Dubrovnik.
Fuerte Lovrijenac
Nos alejamos del casco viejo de Dubrovnik para llegar hasta otra de las construcciones que nos hablan de la importancia que tuvo en su día dotar a la ciudad de un importante sistema defensivo que la protegiese de los ataques marítimos. El Fuerte Lovrijenac o Fuerte de San Lorenzo es del siglo XI y uno de sus puntos fuertes es su ubicación, en la cima de una pequeña colina a unos 40 metros de altura, desde donde se obtiene una preciosa panorámica.
Playas de Dubrovnik
Aunque como hemos visto la ciudad cuenta con un extensísimo conjunto monumental, muchos de los turistas que viajan hasta la “Perla del Adriático” lo hacen para descansar en sus playas bañadas por aguas de tonos azul turquesa. La más importante de todas es la Playa Banje, con fantásticas vistas a la muralla y al casco viejo de la ciudad. Otras playas interesantes son la de Sveti Jakov y la de Danče.
Monte Srd y teleférico
¿Qué mejor manera de finalizar el recorrido por Dubrovnik que con una hermosa panorámica de la ciudad croata desde las alturas? Para ello nada mejor que coger el teleférico que sube hasta el Monte Srd y, una vez allí, finalizar el viaje disfrutando de unas vistas únicas.