Posiblemente sean pocos los españoles que son capaces de responder a la pregunta ¿Qué monumentos y lugares de interés hay que ver en Liubliana? Sin embargo, la capital eslovena es una de esas ciudades europeas de tamaño medio que sorprende gratamente al viajero que se acerca a conocerla.
Lugares de interés que hay que ver en Liubliana
Así es. Para poder conocer bien París, Roma o Berlín, por citar solo tres grandes ciudades europeas, necesitaremos varios días repletos de jornadas maratonianas en los que las visitas a sus monumentos y lugares de interés se suceden sin apenas descanso. En cambio, para aquellos que gusten de viajar más relajados, la capital de Eslovenia puede convertirse en una magnífica opción, ya que, por su reducido tamaño, es posible visitarla en un solo día. A continuación te hablamos de los lugares imprescindibles que hay que ver en Liubliana.
Casco antiguo de Liubliana
Una de las cosas que hacer en Liubliana es perderse por su centro histórico, dominado por casas color pastel y regado por las aguas del río Ljiubljanica. Que sea pequeño y peatonal, invita a que el visitante lo recorra sin prisas, haciendo las paradas que sean necesarias para conocer a fondo sus calles, plazas y rincones más importantes.
Plaza Mestni Trg
El casco antiguo de Liubliana esconde varias plazas con encanto. Una de las más bonitas es la Plaza Mestni Trg, situada junto al río y en la que encontramos el ayuntamiento de la ciudad y la famosa Fuente barroca de Robba. Sin embargo, el edificio que alberga el consistorio no está solo en esta plaza, ya que lo acompañan otras construcciones de gran interés como la Casa Lichtenberg o la Casa Souvan.
Plaza Preseren
Pero si hay una plaza en Liubliana que concentra la mayor parte de las miradas de los turistas tanto por su belleza como por su magnífico ambiente, esa es la Plaza Preseren. Su nombre se debe a que en ella está la estatua con la figura del que está considerado como el más importante poeta esloveno, France Preseren. Una de las construcciones más destacadas de la plaza es la Iglesia Franciscana de la Anunciación, barroca del siglo XVII, que llama la atención por el particular color rosado de su fachada. Sobre las aguas del río Ljiubljanica se levanta el Puente Triple, uno de los más famosos de la ciudad, cuya función es la de unir el casco antiguo con la otra orilla. Comenzó siendo un solo puente, pero con el paso del tiempo se añadirían dos más, convirtiéndose en un puente triple. Otro de los edificios interesantes de la Plaza Preseren es la Farmacia Central de Liubliana o Palacio Meyer.
Puente de los Dragones
La figura del dragón se encuentra estrechamente relacionada con Liubliana y su imagen se puede ver en varios puntos de la ciudad. Uno de los lugares más icónicos de Liubliana es el Puente de los Dragones, construido en el año 1901 y que está decorado con cuatro estatuas de este animal mitológico. Otros puentes importantes de la ciudad son el Puente de los Carniceros y el Puente de los Zapateros.
Castillo de Liubliana
El Castillo de Liubliana se encuentra situado a 370 metros, en lo alto de una pequeña colina. Hay dos maneras de llegar hasta él: dando un tranquilo paseo o cogiendo el funicular. Fue levantado en el siglo XI sobre una construcción anterior, aunque con el paso del tiempo se fue modificando su estructura inicial. En su interior se puede recorrer su patio, descubrir el bonito Museo de las Marionetas, visitar una exposición que cuenta la historia de Eslovenia, acceder a la Capilla de San Jorge o disfrutar de unas vistas únicas desde su torre, especialmente al caer la tarde.
Catedral de San Nicolás
Uno de los edificios religiosos más importantes de Liubliana es la Catedral de San Nicolás que, aunque inicialmente comenzó siendo gótica, en el siglo XVIII se convirtió en un templo barroco. En el exterior llama la atención su cúpula verde y sus dos esbeltas torres. El interior está bellísimamente adornado con frescos y numerosas obras de arte.
Metelkova Mesto
Sin duda, el lugar más sorprendente de Liubliana es Metelkova Mesto, un ejemplo de cómo transformar un lugar triste y sin ningún atractivo en un espacio lleno de creatividad. Y es que, Metelkova Mesto pasó de ser un recinto militar en tiempos de la antigua Yugoslavia a convertirse en un barrio alternativo tomado por numerosas manifestaciones de arte urbano en forma de grafitis, pinturas y esculturas un tanto singulares. Las curiosidades que nos deja esta zona de la capital eslovena no acaban aquí, ya que en Metelkova Mesto encontramos el Hostel Celica Art, construido en un edificio que hace años era una cárcel. En este alojamiento es posible dormir en una de las antiguas celdas de la prisión convenientemente transformada para acoger huéspedes.
Mercado Central de Liubliana
Si se tiene la fuerza de voluntad de levantarse temprano, uno de los mejores planes para hacer en la capital eslovena es acercarse hasta el Mercado Central, edificio diseñado por Joze Plecnik. Allí, además de sorprendernos con el ir y venir de los liublianenses en busca de productos frescos, podemos aprovechar para tener la primera toma de contacto del día con la gastronomía local. El mercado tiene su extensión en modo “aire libre” en los puestos que se colocan en la anexa Plaza Vodnik.
Café Neboticnik
Si la primera hora de la mañana la dedicamos a visitar el Mercado Central, las últimas horas de luz del día las podemos aprovechar para disfrutar de un bonito atardecer desde el Café Neboticnik, situada en lo alto del rascacielos homónimo.
Tivoli Park
Liubliana no solo es una ciudad agradable para visitar por su reducido tamaño y porque sus lugares de interés se encuentra relativamente cerca entre ellos, sino también porque cuenta con numerosos espacios verdes (de hecho, fue nombrada Capital Verde Europea en el año 2016). El parque más grande de la ciudad es el Tivoli Park, situado cerca del casco antiguo y que cuenta con varios elementos que se antojan ideales para pasar un agradable día de relax, como un invernadero, espacios para hacer deporte, paseos, jardines y hasta un castillo, el Castillo Tivoli.
Lago Bled
Para aquellos que deseen salir de la ciudad para conocer los magníficos parajes eslovenos, una visita casi casi obligada es el Lago Bled, ubicado en los Alpes julianos, al noroeste de Eslovenia. Allí te recibirá uno de los paisajes más bonitos de toda Europa. Se trata de un lago glacial de aguas transparentes con una pequeña isla en el centro donde se encuentra la Iglesia de la Asunción, del siglo XVII. En un lateral, en lo alto de un acantilado, está el Castillo de Bled, fortaleza levantada en el siglo XI. Además, la zona cuenta con varios miradores desde los que obtener unas vistas impresionantes de esta joya de la naturaleza.