Si bien es cierto que Dublín cuenta con algunos lugares muy interesantes que ver, también lo es que la capital de Irlanda no posee la monumentalidad de otras ciudades europeas como Roma, París o Praga. Sin embargo, más que en sus monumentos, quizá el punto fuerte de Dublín hay que buscarlo en su animado ambiente y en su estilo de vida.
Lugares más importantes que ver en Dublín
Por supuesto que lugares como la Catedral de San Patricio o la impresionante biblioteca del Trinity College te dejarán sin palabras, pero seguramente sean calles como Grafton Street o zonas como Temple Bar, repleta de pubs con música en directo, las que hagan que te enamores de esta ciudad. Hacemos un pequeño recorrido por los lugares más interesantes que hay que ver en Dublín.
Temple Bar
A orillas del río Liffey se sitúa la zona más animada de Dublín, Temple Bar, un barrio que, si bien durante el día tiene un magnífico ambiente con multitud de turistas recorriendo sus calles empedradas, es cuando el sol se mete a dormir cuando esta zona de Dublín despliega todos sus encantos. Al atardecer, numerosos bares y pubs abren sus puertas para que los clientes disfruten de una rica pinta de cerveza y escuchen buena música en directo. Uno de los más buscados es un mítico pub de fachada roja que toma el nombre del barrio: The Temple Bar. Sin embargo, hay muchos otros locales en los que pasar un buen rato como Quays, Porterhouse, Oliver St. John Gogerty, O’Neills Pub o The Old Storehouse.
Ha’Penny Bridge
Como veremos más adelante, Dublín posee varios parques que invitan a caminar. Sin embargo, un buen plan también podría ser el de dar un agradable paseo junto al Liffey, río que atraviesa la ciudad. Además, aquí se encuentra uno de los símbolos de la ciudad irlandesa, el Ha’Penny Bridge (Puente del medio penique), llamado así porque era el precio que costaba antiguamente cruzarlo.
George’s Street Arcade
Mientras paseas por esta zona de Dublín, seguramente te llame la atención la imagen de un gran edificio con una preciosa fachada realizada con ladrillos rojos. Es el George’s Street Arcade, un antiguo mercado del siglo XIX con puestos en los que hacer compras y locales en los que llenar el estómago.
Trinity College
En el centro de la ciudad está el Trinity College, considerado el lugar más bonito que hay que ver en Dublín. Se trata de un conjunto de edificios que forman la universidad de la Dublín, una de las más antiguas de toda Irlanda. Sus orígenes se remontan al año 1592 cuando fue fundada por la reina Isabel I para estudiantes protestantes. De entre los edificios con los que cuenta la universidad destaca por encima de todos su biblioteca, considerada como una de las bibliotecas más bonitas del mundo. Cada centímetro de este lugar huele a madera y libros viejos. La joya de la biblioteca es el Libro de Kells, creado por monjes celtas en el siglo VIII que recoge los 4 evangelios
Grafton Street y O’Connell Street
Dejamos atrás el embriagador olor de las estanterías de la biblioteca del Trinity College para acercarnos a dos de las calles más famosas de Dublín. Cerca de la universidad está Grafton Street, arteria peatonal de la ciudad que suele estar repleta de dublineses y turistas y animada por músicos callejeros. Cerquita de aquí se encuentra la famosa estatua de bronce de Molly Malone, la escultura representa a una mujer que tira de un carro con pescado y que es protagonista de una famosa canción tradicional irlandesa. Otra de las calles más transitadas de Dublín es O’Connell Street, comercial y con bonitos edificios, posee la que está considerada como la escultura más alta del mundo, The Spire, una aguja que alcanza los 120 metros de altura.
Catedral de San Patricio y Catedral de la Santísima Trinidad
Sí. Dublín tiene dos catedrales y las dos muy antiguas. La Catedral de San Patricio destaca por su tamaño. Sus orígenes hay que encontrarlos en un pequeño templo hecho en madera en el siglo V. Siglos más tarde sería levantada en piedra. De entre los tesoros del interior destaca su pila bautismal. La otra catedral de la ciudad es la Catedral de la Santísima Trinidad o Christ Church. Esta es de primera mitad del siglo XI. Posee una gran cripta. Está unida con el Synod Hall mediante un puente.
Castillo de Dublín
Otro de los monumentos más importantes que ver en Dublín es su castillo, aunque realmente no parece uno de esos castillos que estamos acostumbrados a ver en España, ya que de su construcción original del XIII solo conserva una imponente torre, el resto tuvo que ser reconstruido tras ser asolado por un incendio. Ha tenido diferentes usos y en la actualidad se pueden recorrer sus salones y demás estancias mediante visita guiada.
Fábrica de Guinness
Seguramente, si nos encontrásemos de viaje unos días por La Rioja, una de las actividades que realizaríamos sería la de visitar alguna bodega de vino. En Dublín, cambiamos vino por cerveza. Uno de los planes que no pueden faltar en la capital irlandesa es acercarse a descubrir la Fábrica de Guinness o Guinness Storehouse. El recorrido por sus instalaciones nos permitirá conocer cómo fueron los orígenes de la marca, su historia a lo largo de los años y el proceso de elaboración de la cerveza. Tras la visita, en la última planta de la fábrica se encuentra el Gravity Bar, donde además de saborear una Guinness podremos disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad.
Parques de Dublín
Dublín cuenta con varios parques a los que se acercan dublineses y forasteros para pasear, leer, practicar deporte, hacer un picnic o simplemente para relajarse. El más importante es el de St. Stephen’s Green, de estilo victoriano situado al final de la animada Grafton Street. En el Parque Merrion Square hay una estatua de uno de los ciudadanos más importantes de Irlanda, Oscar Wilde. Por su parte, Phoenix Park se encuentra ya fuera de la ciudad, cerca de uno de los símbolos de la lucha de Irlanda por la independencia, la cárcel de Kilmainham Gaol, y destaca por su enorme extensión y porque en él es posible encontrar ciervos correteando.