Lo primero que tenemos que saber es que la capital húngara es, en realidad, dos ciudades en una, ya que nació de la unión de Buda y Pest, dos poblaciones situadas una en cada orilla del Danubio, que las había separado tradicionalmente. Buda, ocupa la zona de suaves colinas y bosques junto al río y Pest, la explanada donde se concentra buena parte de la ciudad actual.

Así pues, empezamos nuestra ruta con un paseo junto a río, donde se concentran algunos de los principales atractivos turísticos de la capital húngara, como el Puente de las Cadenas, el Castillo de Buda o el Parlamento.

- Parlamento: situado a la orilla del río en Pest, ofrece una de las estampas más famosas de la ciudad. Se trata del segundo parlamento más grande de Europa, después del de Rumanía. Construido entre 1884 y 1902, el Parlamento de Budapest consta de 691 habitaciones y se caracteriza por la elegancia y opulencia de sus salas, ya que todo el edificio fue concebido como una muestra del poderío económico del país en los primeros años del siglo XX.

- Puente de las Cadenas: es, probablemente, una de las imágenes más típicas de Budapest. Este puente, que por su magnificencia recuerda al Tower Bridge londinense, fue construido en 1849 y destruido por el ejercito alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Su reconstrucción, el actual puente, se inauguró en 1940 y sirve como puerta de entrada a la antigua Buda, donde se ubica nuestra próxima parada: el Castillo de Buda.

- Castillo de Buda: el castillo se ubica en lo alto de un cerro y su acceso, que puede realizarse al salir del Puente de las Cadenas, puede hacerse a pie (subiendo las escaleras) o en su funicular, inaugurado en 1870 y uno de los más antiguos de Europa. Una vez en lo alto de la colina, podremos visitar el castillo, la antigua residencia real húngara que actualmente acoge la Bibloteca Nacional Széchenyi (entrada gratuita), la Galería Nacional de Hungría y el Museo de Historia de Budapest.

- Bastión de los Pescadores: además del castillo, la colina de Buda esconde muchos otros secretos, como el Bastión de los Pescadores, que quiere homenajear con sus siete torres a las siete tribus fundadoras de Hungría. El monumento ofrece, además, unas espectaculares vistas de Pest y el río Danubio. Ideal para tomar fotos y bonitas panorámicas de la ciudad.

- Iglesia de Matías: antes de dejar la colina de Buda, podemos acercarnos realizando un corto paseo desde el Bastión de los Pescadores, hasta la iglesia de Matías (s.XV), otro de los monumentos que ofrece el cerro y la iglesia católica más famosa de la ciudad.

- Balneario Gellert: dejando la colina de Buda nos esperan muchos otros atractivos turísticos, como los centros de aguas termales que han dado fama a Budapest como ciudad balneario. Uno de los más famosos es el célebre Balneario Gellert, cuya piscina principal rodeada de columnas ha sido objeto de múltiples rodajes y ha servido de escenario para anuncios y películas de todo tipo. El centro Gellert fue construido en 1918 y forma parte del hotel del mismo nombre (aunque su construcción fue anterior). Como curiosidad, es uno de los pocos que permite el baño mixto, ya que otros centros tienen piscinas para hombre y piscinas para mujeres. Otros balnearios famosos son el Balenario Rudas (construido en el siglo XVI durante la ocupación otomana) o el Balneario Szechenyi (1913), que cuenta con 15 piscinas, tres de ellas de grandes dimensiones y situadas en el exterior.

- Vaci Utca y Mercado Central: tras un relajante baño, nada como un paseo por Vaci Utka la calle comercial más famosa de Budapest y una visita al Mercado Central, donde podremos comer o tomar un refrigerio mientras visitamos el recinto.

- Avenida Andrassy y la Ópera: si seguimos callejeando por la ciudad, ya sea a pie en uno de sus antiguos tranvías, no podemos olvidar una visita a la señorial avenida Andrassy (donde se ubican las tiendas de lujo) y a la Ópera, uno de los edificios renacentistas más importantes de la ciudad.