Con una población poco más de medio millón de habitantes, Málaga es la sexta ciudad más poblada de España y la segunda de Andalucía, tras Sevilla. Su puerto, foco de incesantes actividad económica, su gastronomía y su notable patrimonio artístico, arquitectónico y monumental la convierten en una visita que no podemos perdernos si pasamos por el sur de España. Éstas son algunas de las cosas imprescindibles en nuestra estancia:

- Calle Larios: la calle Marqués de Larios es la arteria principal del centro histórico malagueño. Fue inaugurada en 1891 en base a un proyecto del ingeniero José María Sancha (modificado años después junto a Manuel Rivera). En la actualidad es una importante arteria de la ciudad, un centro comercial de primer orden y una interesante visita para el turista, ya que, junto con la Plaza Constitución, forma un espacio urbano protagonista de importantes acontecimientos de la ciudad.

- Alcazaba: la Alcazaba es un palacio fortaleza cuyo nombre en árabe significa ciudadela. Fue construida entre los años 1057 y 1063 por orden del rey de taifas bereber de Granada, Badis. Se cree que en su construcción se reutilizaron piezas del anexo teatro romano, como columnas y capiteles. Posteriormente, pasó al reino Nazarita y fue reformada para conjugar las necesidades de defensa con la belleza de un palacio árabe, organizado a base de patios rectangulares y crujías en torno a sus jardines y estanques. Actualmente, es visitable y acoge en su interior numerosas muestras de artesanía. Además, se sitúa a los pies del monte Gibralfaro, donde se ubica el Castillo defensivo árabe al que estaba unido por un pasillo resguardado por murallas llamado La Coracha; junto al Teatro romano y frente al edificio de la Aduana. Es pues una buena oportunidad para ver en solo unos metros la unión de las culturas romana, árabe y renacentista, lo que convierte a este rincón en un lugar muy especial.

- Teatro Romano: el Teatro Romano de Málaga, una visita que no podemos perdernos si vamos a la Alcazaba, no fue descubierto hasta mediados del siglo XX (1951), ya que se encontraba semi oculto por el edifico conocido como Casa de la Cultura, cuyas obras de reforma permitieron sacar a la luz los restos romanos. Actualmente, después de sucesivas excavaciones que permitieron recuperar el escenario y una grada de 31 metros, entre otros, dispone de un moderno centro de interpretación. Éste, gracias a las nuevas tecnologías, permite conocer la vida y las costumbres de la época. También se ha recuperado su uso primigenio ofreciendo espectáculos en su interior.

- Castillo de Gibralfaro: la tercera visita que no podemos dejar de hacer si vamos a la Alcazaba y al Teatro Romano, es el castillo de Gibralfaro. Se trata de una construcción defensiva de origen árabe, que durante años fue considerada la fortificación más inexpugnable de la Península Ibérica.  Fue edificado en el siglo XIV para albergar a las tropas y proteger a la Alcazaba y hoy en día se ha convertido en uno de los monumentos más visitados de Málaga, en parte por su valor arquitectónico y patrimonial, pero también por las impresionantes vistas que ofrece la ciudad de Málaga. En su interior alberga un centro de interpretación.

- Catedral: la Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación, conocida popularmente como La Manquita porque sólo tiene una torre, se empezó a construir en 1530 sobre los restos de una mezquita almohade y se terminó en el siglo XVIII, aunque algunos consideran que se trata de una obra inconclusa. Destacan sus órganos, con más de 4.000 tubos, y su sillería con 42 tallas. En el conjunto de la Catedral se encuentra también el Museo Catedralício.

-Palacios: Málaga es una ciudad llena de palacios, lo que hace que un simple paseo pueda convertirse en una clase de historia. Algunos edificios que destacan por su valor patrimonial son el Palacio de Buenavista, el Palacio Episcopal, el Palacio de Miramar o el Palacio del Marqués de la Sonora, entre muchos otros.

- Puente de los Alemanes: este puente metálico, situado junto a la iglesia de Santo Domingo, es especialmente destacable debido a su singular historia. Aunque su nombre es puente de Santo Domingo, se conoce popularmente como Puente de los Alemanes. Este apodo popular tiene su origen en un regalo del pueblo alemán a la ciudad de Málaga por su ayuda en el naufragio del navío germano Gneisenau. La singular historia se remonta a diciembre de 1900. Ese invierno un temporal hace naufragar a la fragata alemana Gneisenau junto a la ciudad. Muchos malagueños acudieron al socorro de los marineros, perdiendo la vida algunos de los rescatadores. Este acto le valió a Málaga el título de “Muy Hospitalaria” que hoy luce en el escudo de la ciudad. Años más tarde, en 1907, el río Guadalmedina se desbordó, arrastrando y destruyendo los puentes existentes. Al conocer esta noticia, en Alemania se iniciaron recogidas de fondos para la construcción puente.

- La Malagueta: la Malagueta es un barrio situado entre el puerto y la playa del mismo nombre. También en la zona se ubica la plaza de toros llamada igualmente, La Malagueta. Si vamos a la ciudad en verano, una visita a la playa de la Malagueta resulta prácticamente imprescindible.