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Monumentos de Coimbra


Tan cerca de nosotros y, muchas veces, tan desconocida. Portugal encierra en su territorio maravillosos paisajes, espectaculares regiones y ciudades con muchísimo encanto. Si bien Lisboa y Oporto son las que se llevan la palma como ciudades más turísticas del país vecino, no hay que olvidarse de otras más pequeñas que esconden igualmente un importante conjunto monumental. 

Coimbra Coimbra Coimbra Coimbra Coimbra
Datos Útiles


País: Portugal
Idioma: Portugues
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: EUR
Requisitos de entrada: DNI válido

​Una de esas pequeñas joyas es Coimbra, ubicada en el centro-norte del país y a la que dedicaremos la ruta de hoy.​

Qué ver en la ciudad portuguesa de Coimbra

Un recorrido por Coimbra nos permitirá descubrir una ciudad apasionante, con multitud de lugares interesantes. Sin embargo, el monumento que seguro más nos llamará la atención será el de la Universidad. Con ella comenzamos la ruta por esta encantadora ciudad lusa. 

Universidad de Coimbra

No es solo que sea la más antigua del país, sino que estamos ante una de las universidades más antiguas del mundo, levantada en el año 1290.

Dentro del edificio, denominado Paço das escolas, podemos admirar las distintas partes de las que se compone la Universidad. Sin duda, la palma se la lleva la Biblioteca Joanina, una de las bibliotecas más espectaculares del mundo, que llamará la atención del visitante no sólo por el continente (espléndidas las estanterías de la biblioteca), sino también (y por encima de todo) por el contenido: en sus estanterías descansan obras de incalculable valor que datan de los siglos XV al XVII.

Dejando atrás este portentoso lugar, hay otros espacios de la Universidad de Coimbra que merece la pena conocer como la Sala dos capelos, la más importante del complejo, y la Capilla de San Miguel. No podemos olvidarnos tampoco de la Torre de la Universidad, del siglo XVIII,  que es uno de los lugares más simbólicos para estudiantes y profesores y que nos regala unas magníficas vistas de la ciudad. La Universidad de Coimbra ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Catedral vieja

Dejamos atrás el maravilloso espacio que ocupa el complejo universitario coimbricense y nos acercamos hasta otros lugares quizá menos famosos, pero con mucho encanto. Así, nuestros pasos nos guían ahora hasta la Catedral Vieja. Coimbra cuenta con dos catedrales. La vieja data del siglo XII y está realizada en estilo románico. Lo más interesante de ella es el pórtico, realizado en el siglo XVI, conocido como Porta especiosa. En su interior llaman la atención la Capilla Mayor y la Capilla del Sacramento. Con un poco de suerte, puede que en sus escaleras te encuentres con algunos estudiantes cantando los tradicionales fados.

Catedral nueva

Y si hay una Catedral Vieja, tiene que haber una nueva. La Catedral Nueva de Coimbra se construyó en el siglo XVI y guarda algunas pequeñas joyas como la pila bautismal, la sillería o los retablos.

Monasterio de Santa Cruz

Por supuesto, en la lista de los monumentos más importantes que hay que ver en Coimbra no podía faltar la que es una de las construcciones más antiguas de la ciudad, el Monasterio de Santa Cruz (Mosterio de Santa Cruz). Estamos ante un precioso edificio religioso que fue fundado en la primera mitad del siglo XII, pero que tuvo que ser reformado en siglos posteriores (siendo la que se realizó ya en el XVI la más importante de todas las reformas llevadas a cabo). En su interior destaca la Capilla Mayor, de gran importancia histórica por ser ahí donde reposan los restos del primer rey de Portugal Afonso Henriques y los de su hijo Sancho I. Otros espacios a los que hay que dedicar unos minutos son la Capilla de los Mártires de Marruecos y la Capilla del Señor de los Pasos, el Claustro del Silencio y el Púlpito.

Monasterio de Santa Clara la Vieja

Seguimos perdiéndonos por las calles de la ciudad lusa con el objetivo de descubrir sus monumentos más importantes. Nos acercamos en esta ocasión al Monasterio de Santa Clara la Vieja, fundado a mediados del siglo XIII y refundado en el año 1314 por la reina Isabel de Aragón. Debido a su ubicación cercana al río Mondego y a las continuas inundaciones, las monjas tuvieron que abandonar el edificio y trasladarse al Monasterio de Santa Clara la Nueva, edificio este del XVII que es famoso porque entre sus paredes se encuentran los restos de la reina Isabel de Aragón. Por su parte, el Monasterio Viejo volvió a abrir sus puertas en el año 2009.

Qué hacer en Coimbra

Además de por sus monumentos, Coimbra destaca por ser una de las ciudades portuguesas con más vida. A continuación, recomendamos tres lugares en los que olvidarse por un rato de tanto edificio histórico y vivir la ciudad de otra manera.

Jardines de la Quinta de las lágrimas

Los Jardines de la Quinta de las lágrimas nos permitirán revivir el amor del príncipe Don Pedro (posteriormente rey de Portugal) e Ines de Castro. Cuenta la leyenda que donde cayeron las lágrimas que ella derramó cuando fueron a ejecutarla por ese amor prohibido con el príncipe, brotó una fuente de color rojizo que simboliza la sangre de la noble.

Museo Nacional de Machado de Castro

La segunda de las actividades que proponemos es la visita al Museo Nacional de Machado de Castro, quien se convertiría en uno de los escultores más importantes de la historia de Portugal. En el interior del museo destacan algunas obras como la figura del Cristo Negro, la escultura de la Virgen con el niño o el cáliz de Doña Gueda Mendes del siglo XII. Otro de los atractivos del museo es que debajo de él hay un espectacular conjunto de galerías de la época romana.

Parque de los pequeñitos

Por último, si viajamos con niños puede ser una buena idea la de acercarse al parque temático del Portugal de los pequeñitos. Allí encontraremos réplicas a escala de los edificios más importantes del país vecino.

Sin embargo, Coimbra es famosa por su ambiente universitario y por la alegría que se vive en sus calles. Allá donde vayas encontrarás multitud de cafés, mesones y tascas, como los que hay en las calles de la Baixa, el barrio medieval de la ciudad. Por lo tanto, la ciudad invita sobre todo a descubrirla sin un itinerario prefijado y que sea el propio viajero el que decida como disfrutarla.


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