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Música, cultura, museos… la Costa Brava que no te esperas


La Costa Brava es mundialmente conocida por sus bellas playas y sus calas rocosas, con verdes pinos y aguas transparentes. Sin embargo, más allá de la impresión que produce su paisaje, esta zona del litoral catalán ha enamorado a personajes tan célebres como Salvador Dalí, Ava Gardner o Truman Capote gracias a otros de sus secretos. Te los contamos todos. ¿Hacemos las maletas?

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Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT UTC +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada: DNI válido

La Costa Brava es el nombre con el que se conoce el litoral de la provincia de Gerona (Cataluña). Una amplia extensión de costa caracterizada por su paisaje rocoso, sus calas y sus aguas cristalinas. Además, se trata de una zona con un interesante patrimonio arqueológico, artístico y cultural, que ofrece muchas sorpresas al visitante. Éstas son algunas de las cosas que no puedes perderte si te decides a conocer la Costa Brava:

- Playas y Calas: sin duda son la mejor tarjeta de presentación del litoral de la provincia de Gerona. Desde las poblaciones situadas más al norte, como Cadaqués, El Port de la Selva o Roses, hasta la más meridionales, como Lloret de Mar, la costa Brava reúne un sinfín de playas y calas de espectacular belleza. No te pierdas los caminos de ronda que, en muchas poblaciones, permiten bordear las playas desde los acantilados. No sólo ofrecen buenas vistas y paisajes excepcionales para hacer fotos, sino que, además, son una excelente vía para ir de cala en cala o, de pueblo en pueblo. Especialmente bonito es el camino de ronda que une Calella de Palafrugell con Llafranch, ofreciendo espectaculares vistas de ambas localidades.

- Parques Naturales: si te gusta la naturaleza, las excursiones al aire libre y la observación de la fauna, no puedes perderte dos de los parques naturales que pueden encontrarse en la Costa Brava: el Cap de Creus y Els Aiguamolls de l’Empordà. En el primer caso, podrás disfrutar de los bellos paisajes de una zona donde el Pirineo se encuentra con el mar, dando lugar a más de 10.000 hectáreas de montes y acantilados en la península del mismo nombre. Si visitas el Cap de Creus, no puedes perderte una excursión a Sant Pere de Rodes, un monasterio benedictino situado en pleno parque natural. En el caso de los Aiguamolls de l’Empordà, la visita merece la pena para ver los contrastes que se dan en la zona. Se trata de una interesante área húmeda de más de 4.000 hectáreas formada por dunas, humedales, playas y arrozales. Un lugar ideal para la observación de la fauna y la contemplación de la naturaleza.

- Museos: más allá de sus paisajes y playas, otro de los ingredientes que ha dado fama internacional a la Costa Brava es su patrimonio artístico y cultural. Si viajas al litoral gerundense, no puedes irte sin descubrir la huella que el célebre pintor Salvador Dalí dejó en la zona. Para ello, nada como visitar su casa museo, situada en el pequeño núcleo pesquero de Portlligat (Cadaqués) y su Teatro-Museo, en la localidad de Figueres. Se trata de uno de los museos más visitados de España y es un tributo al universo surrealista del genial pintor. - Yacimientos arqueológicos: la Costa Brava ha sido lugar de paso durante muchos años, además de un crisol de culturas y civilizaciones, como lo demuestran sus vestigios de otras épocas. Uno de los más destacados testimonios de este pasado podemos encontrarlo en el yacimiento arqueológico de Empúries (en la localidad de L’Escala), que conserva vestigios de las antiguas ciudades griega y romana, consideradas puerta de entrada de las culturas clásicas a la península ibérica. Además, cuando acabemos nuestra visita podemos aprovechar para descubrir la localidad de L’Escala, famosa por la elaboración de anchoas. Una visita al museo de este producto y una degustación pueden poner el broche perfecto a un día diferente en la Costa Brava.

- Festivales de Verano: en verano no puedes perderte sus festivales musicales, como el que se celebra cada año en el Castillo de Perelada (que, además, ofrece una excelente excusa para disfrutar del espectacular castillo de estilo francés del siglo IX que le da nombre) o el de los Jardines de Cap-Roig (en Calella) En este caso, la visita nos permitirá disfrutar también del entorno, pues el festival tiene lugar en unos bellísimos jardines colgados sobre el mar, cuyo origen se remonta a 1927 cuando el coronel ruso Nicolai Woevodsky, aficionado al dibujo y a la arquitectura, y su esposa, la aristócrata inglesa Dorothy Webster, decoradora, dejaron atrás su vida en Londres para instalarse en este enclave junto al mar.


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