Algunos de estos pueblos reflejan de manera fiel la arquitectura tradicional de los pueblos de montaña pirenaicos. Otros, hechizan al turista que llega por su carácter medieval. Pero unos y otros tienen un punto en común: se encuentran rodeados de maravillosos paisajes donde reina el silencio. Y queremos ser testigos de todo esto. Por eso, en el artículo de hoy nos acercaremos a conocer algunos de los pueblos más bonitos de la provincia de Huesca. 

Sallent de Gállego y un entorno natural único 

Empezamos la ruta por los pueblos con mayor encanto de la provincia de Huesca en Sallent de Gállego. La naturaleza y el entorno son los principales responsables de la belleza de este municipio oscense situado a más de 1300 metros de altura. El Valle de Tena, los ríos Aguas Limpias y Gállego, el pantano de Lanuza, el Pico del Infierno, el Circo de Piedrafita, la estación de esquí de Aramón Formigal-Panticosa… son motivos más que suficientes para descubrir el entorno de Sallent de Gállego. 

Pero recorrer las calles del pueblo también tiene su encanto, pues son varios los monumentos y rincones de interés que hay que ver en Sallent de Gállego. Destaca la Iglesia de la Asunción, construida sobre una antigua ermita romana. Muy interesante es el puente del siglo XVI de un único ojo que cruza el río de Aguas Limpias. La Torre de los Marton, la Plaza Mayor y varias casas de los siglos XVI y XVII completarían la lista de lugares que ver en Sallent de Gállego.   

Jaca, uno de los pueblos más importantes de la provincia de Huesca 

Uno de los destinos más importantes en la provincia de Huesca es, sin duda, Jaca. Una relevancia cuya raíz hay que buscarla en el peso que la localidad tuvo en el pasado por ser uno de los enclaves más importantes en el Camino de Santiago. De hecho, Jaca llegó a ser capital del reino de Aragón.  

La Ciudadela es el monumento más famoso de Jaca. Se trata de un magnífico ejemplo de arquitectura militar levantada en el siglo XVI por Tiburzio Spannocchi y que tuvo gran importancia durante los años de la Guerra de la Independencia. Tiene forma pentagonal y cuenta con un gran foso donde hay ciervos.  

La primera visita en Jaca suele ser la Ciudadela, pero no nos podemos quedar aquí, ya que la ciudad cuenta con otros muchos lugares que hay que visitar. La Catedral de San Pedro se presenta como uno de los primeros ejemplos del románico en la península, ya que data del siglo XI. Otros lugares de interés son la magnífica Torre del Reloj; el Monasterio de las Benedictinas, que guarda el precioso sarcófago de Doña Sancha; y el Puente de San Miguel. 

San Juan de la Peña: Cerca de Jaca se encuentra el Monasterio de San Juan de la Peña, uno de los monumentos más famosos de Aragón. Está formado por dos construcciones levantadas junto a una enorme roca en distintos siglos; una primera construcción de una iglesia de estilo mozárabe del siglo X y una segunda construcción más tardía, del siglo XVII, de estilo románico. Por encima de todo destaca su impresionante claustro. 

Sabiñánigo y el conjunto de iglesias del Serrablo 

Otro de los lugares de interés de la provincia de Huesca es Sabiñánigo, enclavado a los pies del precioso Valle de Tena.  

El Castillo de Larrés, del siglo XV, acoge un importante museo, el de Dibujo Julio Gavín, con obras de grandes artistas como Dalí y Zuloaga. Otro de los museos con los que cuenta Sabiñánigo es el Museo Ángel Orensanz y Artes del Serrablo, un espacio donde conocer mejor la vida y las costumbres de la zona. 

En los siglos X y XI se creó en la comarca de El Serrablo un impresionante conjunto de monumentos de estilo mozárabe, lo que se ha dado en llamar como la “Ruta de Serrablo”. Una ruta que invita a perderse por los alrededores de Sabiñánigo y disfrutar de estas maravillas arquitectónicas. 

Aínsa y su belleza medieval 

Uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Huesca es Aínsa, pues aúna de forma armoniosa su encanto medieval con el precioso entorno natural que la rodea.  

La villa de Aínsa está formada por un casco histórico medieval uniforme de imponentes casas de piedra típicas de esta zona del norte de Aragón. En el casco antiguo destacan las calles Mayor y Santa Cruz, ambas poseen varias casonas que encajan con el estilo arquitectónico al que hacemos referencia. 

La Plaza Mayor vertebra a la localidad de Aínsa. Fue construida en plena Edad Media, en los siglos XII y XIII, y su imagen más característica es la de los porches laterales románicos y los arcos de medio punto.  

Junto a la Plaza Mayor tenemos dos de los monumentos más importantes de Aínsa. Por un lado, tenemos que hablar del castillo, una fortaleza del siglo XI con magníficas vistas del entorno y en la que destaca el Patio de Armas. El conjunto alberga el Centro de Interpretación del Geoparque de Sobrarbe y el Ecomuseo de la Fauna. Por otro lado, destaca la Iglesia Parroquial de Santa María, bello ejemplo del románico del Alto Aragón formada por iglesia, claustro, cripta y una enorme torre de 30 metros de altura que ofrece una magnífica panorámica de la zona. 

Si nos decidimos por dar un pequeño paseo y salir del pueblo, podemos acercarnos a visitar la Cruz cubierta de Aínsa, que conmemora un acontecimiento histórico: la aparición de una cruz de fuego que provocó la retirada de las tropas musulmanas en el 724.  

Además, Aínsa se encuentra rodeada de bellos parques naturales como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural de Posets Maladeta y el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. No nos extraña que Aínsa esté considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.