Por la distancia con España, por su tamaño y por la cantidad de lugares interesantes que tiene para ver, Lyon puede convertirse en un destino perfecto para realizar una escapada en un puente o cuando el calendario laboral nos permite juntar tres o cuatro días libres, como puede ser la Semana Santa.
Atravesada por dos ríos, el Saona y el Ródano, Lyon está considerada como una de las ciudades más importantes de Francia. La mayoría de sus monumentos y lugares de interés se concentran en sus tres barrios más importantes, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Vieux Lyon, Presqu’ile y Fourvière.
Lyon es una ciudad con mucha historia, ya que, entre otras cosas, fue capital de la Galia durante la época romana y siglos más tarde se convertiría en el epicentro del comercio de la seda. Además, en ella nacieron o vivieron ilustres personajes como Antoine de Saint-Exupéry o los hermanos Lumière.
Qué ver en Lyon en tres días
Si decides que Lyon puede ser una buena opción si dispones de tres o cuatro días libres, estos son algunos de los lugares de interés que encontrarás en la ciudad gala.
Basílica de Notre-Dame de Fourvière
Uno de los barrios más importantes de Lyon es Fourvière, cuyo principal encanto radica en que está situado en lo alto de una colina, por lo que las vistas desde él son únicas. Tanto si llegas al Barrio deFourvière caminando como si lo haces en funicular, disfrutarás de una atractiva zona de Lyon que tiene en la Basílica de Notre-Dame de Fourvière su construcción más importante.
La Basílica de Notre-Dame de Fourvière es de segunda mitad del siglo XIX y en ella se distinguen elementos románicos y bizantinos, tal y como se puede apreciar en su bonita fachada principal. En el interior también se advierte la influencia bizantina, destacando algunos mosaicos, esbeltas columnas de mármol y preciosas vidrieras. Una vez visto el interior del templo, merece la pena dar un paseo por los alrededores y disfrutar de unas magníficas vistas.
La huella romana en Lyon
En tiempos de los romanos, a Lyon se la conocía como Lugdunum y era la capital de la Galia. Fruto de esa importancia son algunos vestigios romanos que se conservan en la ciudad, en Fourvière. El teatro galo-romano es del siglo I y podía acoger a 10000 personas. Hoy se utiliza para espectáculos culturales de distintos tipos. Un poco posterior es el Odeón, teatro que podía llegar a albergar a 3000 personas. Para conocer la vida en época romana en Lyon nada mejor que acercarse al Museo “Lugdunum”. Otro espacio relacionado con la época del imperio romano en la Galia que podemos ver en Lyon son las termas romanas.
Callejear por el Vieux Lyon
Generalmente, a los viajeros les gusta perderse por las partes viejas de las ciudades, es decir, su casco antiguo, y respirar ese aroma medieval que desprenden callejuelas estrechas y empedradas. La parte antigua de Lyon es el Vieux Lyon (o Viejo Lyon), sin duda, una de las zonas con más encanto de la urbe francesa. El Vieux Lyon invita a pasear sin rumbo fijo, a entrar en una pequeña tienda y comprar alguno de sus productos tradicionales mientras charlamos con el dependiente, a disfrutar de una agradable comida en los Bouchons (restaurantes típicos de esta parte de Lyon), o a descubrir los Traboules, unos pasajes que conectan los patios interiores de las viviendas. El Vieux Lyon es sinónimo de caminar mucho y dejarse sorprender a cada paso.
Catedral de Lyon
Además de la Basílica de Notre-Dame de Fourvière, la Catedral de San Juan Bautista de Lyon es otro de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad. En el encantador Vieux Lyon, junto a uno de los ríos que cruza la ciudad, el Saona, se alza la Catedral de Lyon. Se trata de un edificio que combina los estilos románico y gótico, ya que al demorarse su construcción 300 años (de 1180 a 1480) se introdujeron elementos de ambos estilos arquitectónicos. Maravilla tanto el exterior como el interior. Quizá lo que más llama la atención del templo es un precioso reloj astronómico que hace las delicias del visitante.
Ópera de Lyon
Uno de los monumentos más sorprendentes de Lyon es la Ópera, ya que se trata de un edificio que combina el estilo neoclásico con una moderna bóveda de metal y cristal. Esto se debe a que Jean Nouvel rediseñó a las puertas del siglo XXI un edificio de 1831.
Place des Terraux
Nos acercamos a otro de los barrios con más encanto de Lyon, Presqu’ile, zona de la ciudad abierta a los dos ríos que la atraviesan. Uno de los lugares más buscados del barrio para descansar o tomar algo en sus bares y terrazas es la Place des Terraux. Se trata de una plaza peatonal que cuenta con varios monumentos interesantes como el Hotel de Ville (ayuntamiento, de mediados del XVII), el Museo de Bellas Artes o una fuente obra de Bartholdi.
Place Bellecour
En el corazón de Lyon se encuentra la Place Bellecour. Si la Place des Terraux destacaba por su belleza y por su magnífico ambiente, la de Bellecour lo hace por su tamaño, pues estamos ante una de las plazas peatonales más extensas de Europa. Llaman la atención dos estatuas que hay en ella: la estatua ecuestre de Luis XIV y la de Antoine de Saint-Exupéry, uno de los más ilustres personajes de la localidad francesa.
Lugares culturales en Lyon
Hemos visto los lugares más interesantes que ver en Lyon en tres o cuatro días, pero para aquellos que tengan todavía tiempo pueden aprovechar para disfrutar de algunos de los numerosos espacios culturales con los que cuenta esta importante urbe francesa. Sin embargo, antes de visitar alguno de sus museos, puede resultar muy interesante patear la ciudad en busca de los más del centenar de murales que la adornan; algunos muy queridos entre los lioneses como el Mur des Canuts o el Mur des Lyonnais. Por otro lado, los amantes del cine, y más concretamente de la historia del cine, no pueden irse de Lyon sin visitar el Institut Lumière, espacio dedicado a los hermanos que inventaron el cinematógrafo. En cambio, para aquellos que quieran terminar esta escapada de 3 días por Lyon recorriendo los pasillos de un museo, pueden dirigirse al Museo de Bellas Artes, en la Place des Terraux, que alberga una importante colección de arte con obras de grandes pintores como Picasso, Miró o Van Gogh.
Lugares donde desconectar en Lyon
Como hemos podido ver, las propuestas para el turista que visita Lyon son numerosas. Afortunadamente, la ciudad gala también cuenta con hermosos espacios donde descansar. El Parque de la Tete d’Or es un lugar que invita a pasear tranquilo y a desconectar rodeado de naturaleza. Otra buena opción para relajarse es caminar junto a los ríos que cruzan la ciudad, el Ródano y el Saona, o disfrutar de las vistas de la ciudad desde puentes como la Passerelle Saint-Vicent o el Pont de la Guillotière.