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Barrios famosos de España: Cimadevilla de Gijón


En nuestro afán por descubrir los barrios más famosos de España, teníamos claro que el de Cimadevilla en Gijón tenía que estar incluido en la lista. La razón principal era nuestro deseo de hablar de un barrio eminentemente marinero. Y el de Cimadevilla lo es.

Datos Útiles


País: España
Idioma: Español, Asturiano
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

Cuando, en su día, viajamos al Barrio Gótico de Barcelona, lo que descubrimos fue un lugar donde a cada paso teníamos que parar para admirar la belleza de sus monumentos. En el Albaicín de Granada lo que nos cautivó fue su aire bohemio. En el barrio Cimadevilla de Gijón lo que nos atrapa es su historia marinera, el aroma a mar, la brisa marina del Cantábrico, las típicas calles que encontramos en muchos de los pueblos pesqueros del norte y algunas casas marineras que todavía se conservan en perfecto estado cuyo rasgo más característico son las escaleras exteriores.

Sin embargo, sería un poco injusto considerar como uno de los barrios más famosos de España al de Cimadevilla solo por ese carácter marinero. Y es que esta zona de Gijón es mar, pero también historia, y es cultura, y es el ajetreo de sus vecinos y de los turistas, y es salir a disfrutar de unas sidras en las terrazas de sus plazas. A continuación, te contamos todo lo que se puede hacer en la pequeña península que es el barrio de Cimadevilla en Gijón.

Qué hacer en el barrio de Cimadevilla

En el barrio de Cimadevilla podemos, por supuesto, pasear por sus calles estrechas y descubrir, no sólo los edificios más destacados del barrio, sino también ese ambiente marinero del que hablábamos y que tan bien se reflejan en sus casas tradicionales marineras.

Y por el camino, es seguro que ante nosotros se abrirán grandes espacios en forma de plazas. Son varias las que existen en el barrio de Cimadevilla que nos obligan a hacer una parada. En la Plaza del Marqués será el propio Don Pelayo quien nos dé la bienvenida, personaje principal de la reconquista y muy conocido por estos lares, en forma de fuente y estatúa de finales del siglo XIX. Seguro que también te llama la atención un gran edificio que hay en la plaza, es el Palacio de Revillagigedo, construcción del siglo XVIII y que hoy es Centro Internacional de Arte Contemporáneo. Junto a él pasa un poco más desapercibida la Colegiata de San Juan Bautista.

En la Plaza Mayor, el edificio del ayuntamiento contempla como los gijoneses invaden la plaza para disfrutar de la vida en sus terrazas, especialmente en las noches de verano. La otrora Plaza del Lavaderu, se llama hoy Plaza Arturo Arias; el nombre es lo de menos, lo que sí es real es el magnífico ambiente de la plaza donde las sidrerías son las protagonistas. La Plaza de la Corrada, la Cuesta del Cholo… todos son buenos lugares para disfrutar de la “poción mágica” asturiana. Sin embargo, en la Plaza de la Soledad la cosa cambia y es la Capilla de la Soledad la que nos recuerda que estamos en un barrio de marineros, pues era aquí donde se pedía por los pescadores y marineros que se echaban a las aguas del Cantábrico.

Pero ha llegado el momento de hacer una parada. No todo en el barrio de Cimadevilla va a ser caminar por calles estrechas y amplias plazas llenas de gentes. Nos metemos en el Museo Casa Natal de Jovellanos para conocer esta figura tan destacada que nació en Gijón a mediados del siglo XVIII y que se convirtió en uno de los hombres más destacados de la época. La entrada es gratuita. Si quieres saber como era la vida marinera del mar, nada mejor que pasarte unos minutos (o incluso horas) admirando la magnífica obra conocida como “El Retablo del Mar” del escultor Sebastián Miranda. Una auténtica joya. Junto al Museo, la Capilla de los Remedios, famosa porque en ella descansan los restos de Jovellanos.

Salimos a que nos dé (si tenemos algo de suerte) el sol gijonés en la cara y nos dirigimos hasta la Iglesia de San Pedro Apóstol que, como si fuera un faro, vigila todo aquello que en el mar acontece. Se trata de la más antigua de Gijón, del siglo XV, aunque tuvo que ser reconstruida tras la Guerra Civil. Cerca de ella, unas termas nos dan una pista del pasado romano de la ciudad. En el subsuelo encontramos las Termas Romanas de Campo Valdés. Un lugar perfecto para hacernos una idea de como era Gijón en tiempos de los romanos.

Pero dejemos la época romana y volvamos al presente. Caminamos lentamente, llenando los pulmones de brisa marina, por el paseo marítimo. En el Puerto deportivo es posible que nos llame la atención una extraña escultura relacionada con la sidra. Se trata de un árbol con 3200 botellas de sidra, reflejo de la relevancia de esta bebida en la ciudad y como concienciación sobre la importancia del reciclaje.

La visita por el barrio de Cimadevilla nos ha deparado mil y una sorpresas. Es el momento de descansar. El Cerro de Santa Catalina nos espera y nos susurra al oído que alcancemos su cima para desconectar mirando al mar. No hace falta decir nada, sólo cerrar los ojos y escuchar como las bravas olas rompen con fuerza en las rocas. Lo demás sobra. Terminamos la visita a Cimadevilla mirando al infinito desde una de las obras más famosas de Eduardo Chillida, el Elogio del Horizonte.


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