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Pueblos más bonitos de Navarra


Las cumbres pirenaicas, Zugarramurdi y la ruta de la brujería, Pamplona y los Sanfermines, los peregrinos del Camino de Santiago, el Ebro a su paso por estas tierras, los productos de la huerta… son muchos los incentivos que nos animan a visitar Navarra. Nosotros te vamos a dar una razón más: acercarte a conocer los pueblos más bonitos de Navarra.

Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

Aparte de Pamplona, la capital navarra, y de Olite, uno de los pueblos con más encanto no solo de Navarra sino de toda España, existen otras muchas localidades de la comunidad foral de indudable belleza. Hacemos las maletas y nos vamos a conocer cinco de los pueblos más bonitos de Navarra.

Pueblos más bonitos de Navarra

Los tres primeros pueblos más bonitos de Navarra que vamos a conocer están estrechamente ligados al Camino de Santiago. Después, nos acercaremos a otros dos municipios navarros por los que no pasa la ruta jacobea, pero que igualmente cuentan con muchos encantos que animan a visitarlos.

Roncesvalles

Muchas veces hemos hablado en megustaviajarbarato de Santiago de Compostela y Finisterre, los dos lugares elegidos por los peregrinos para terminar el camino. Sin embargo, nunca hemos hecho referencia a Roncesvalles, punto de partida para muchos de los caminantes que hacen la ruta jacobea. Es en este pequeño pueblo pirenaico donde comienza la aventura para muchos de ellos. A partir de aquí les esperan largas jornadas de caminatas y la posibilidad de vivir una aventura que recordarán el resto de sus vidas.

Además de por ser lugar de paso del Camino de Santiago, Roncesvalles aparece en los libros de historia por haber tenido lugar en la localidad la famosa Batalla de Roncesvalles, librada en el siglo VIII y que supuso una derrota para el ejército de Carlomagno.

Sin duda, uno de los aspectos que convierten a Roncesvalles en uno de los pueblos más bonitos de Navarra es su situación en plenos Pirineos. Rodeado de un hermoso manto verde en el que abundan los hayedos y los abetos, los peregrinos, todavía sin demasiados kilómetros en sus piernas, descubren una de las primeras maravillas del camino: un tradicional pueblecito de montaña cuyo monumento más representativo es la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles, construcción del siglo XII de estilo gótico francés.

 

Puente la Reina

Tras varias etapas que han ayudado al peregrino a coger el ritmo, y tras haber cruzado ya Pamplona, aparece en la lejanía Puente la Reina, una de las paradas más importantes del camino gracias a lugares tan emblemáticos como el puente sobre el río Arga. Se trata de un puente románico del siglo XI de más de 100 metros de longitud que fue mandando construir por Doña Mayor.

Pero los encantos que tiene guardados Puente la Reina para peregrinos y turistas no acaban en el puente. Adentrarse en esta localidad navarra es descubrir una interesante villa medieval que tiene su epicentro en la Calle Mayor. Las iglesias de Santiago y del Crucifijo, ambas románicas del XII, son dos de los monumentos más destacados de Puente la Reina. Construcciones como la Iglesia de San Pedro, el Convento de los Trinitarios o la Casa del Vínculo, completan la lista de lugares de interés de un pueblo que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1993.

Estella

Tras Puente la Reina, el peregrino enfila el camino que le lleva hasta La Rioja, no sin antes hacer una parada en otro de los pueblos más bonitos de Navarra, Estella.

La fisionomía de Estella queda definida por el paso del río Ega y por la abundancia de monumentos románicos que presenta la localidad y que le ha valido para ser declarado, en el año 2002, Conjunto Histórico-Artístico.

La muralla aun conserva alguno de sus elementos, como la Puerta de Castilla. El Palacio de los Reyes de Navarra, de estilo románico del siglo XII, encabeza la lista de palacios y casas señoriales que posee Estella y que lo completan construcciones como el Palacio de Justicia o el Palacio de los Eguía. Si nos acercamos al patrimonio religioso, tenemos en la Iglesia de San Pedro, del XIII, en la del Santo Sepulcro y de San Miguel Arcángel sus construcciones más destacadas.

A partir de aquí, ya solo nos queda disfrutar de un agradable paseo junto al río Ega, descubrir bellos puentes, como el Puente de la Cárcel, o acercarnos a descubrir el entorno natural de la localidad.

Ujué

En el este de la Comunidad Foral de Navarra, en la comarca de Tafalla, en lo alto de un pequeño cerro, se distingue la silueta de Ujué, considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Ujué es de esos pueblos que invitan a pasar una larga temporada en él gracias a la tranquilidad que transmite su entorno y su entramado de calles medievales que culminan en la imponente Iglesia-fortaleza de Santa María, construcción de estilo románico-gótico y que es, sin duda, el principal tesoro monumental de la localidad.

 

Artajona

Entre las localidades de Puente la Reina y Tafalla, en las suaves pendientes de una pequeña colina, se encuentra el último de los pueblos más bonitos más bonitos de Navarra que vamos a visitar, Artajona.

Desde cualquier punto de los alrededores de Artajona se divisa la que es su más importante atracción turística, el conocido como “Cerco de Artajona”. En el punto más alto de la colina, se alza imponente una fortaleza medieval amurallada que data del siglo XI. Actualmente existen nueve torreones. La construcción más importante del complejo es la Iglesia gótica de San Saturnino.

Saliendo de el conjunto fortificado de “El Cerco” nos espera un conjunto medieval compuesto por pequeñas callejuelas empedradas y varias casas y palacios señoriales. Los monumentos religiosos más importantes de Artajona son la Parroquia de San Pedro, de estilo gótico, y la Basílica de Nuestra Señora de Jerusalén, de estilo barroco.

 

Estos serían cinco de los pueblos más bonitos de Navarra. Aunque podríamos seguir visitando muchos más (Elizondo, Ochagavía…), otra opción que tendríamos es empaparnos de naturaleza y adentrarnos en tres maravillosos parques naturales de Navarra: el Parque Natural Señorío de Bértiz, el Parque Natural Urbasa-Andía y el Parque Natural Bardenas Reales. Muy diferentes entre sí, pero que esconden espacios de inigualable belleza.


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