Y es que Zúrich es un importante foco financiero de Europa, y una ciudad que puede presumir de tener una altísima calidad de vida, y un lugar con animada vida cultural con escenarios como la ópera o museos de primerísima categoría… pero también es una gran urbe en la que es posible caminar por la orilla de un lago, disfrutar de vistas incomparables desde sus colinas o bucear entre flores y plantas en un jardín botánico, todo ello con las montañas de los Alpes como telón de fondo. Elementos propios de la naturaleza se fusionan a la perfección en Zúrich con otros propios de las grandes ciudades para ofrecernos una experiencia única. Nos acercamos a conocer los lugares imprescindibles de Zúrich.

Qué ver en Zúrich

Y qué hacer. Porque Zúrich es una ciudad que ofrece al visitante numerosos lugares para ver, pero también ofrece múltiples propuestas: desde probar su famoso chocolate a pasear junto al lago, visitar un museo, disfrutar de representaciones de ópera, entrar en tiendas de lujo o pasear en barco… eso sí, para disfrutar de muchas de las actividades que la ciudad propone tendremos que tirar de nuestros ahorros, pues los precios de las cosas aquí son bastante altos.

Centro histórico

La Altstadt en alemán. Antes de meternos en harina y comenzar a visitar los monumentos más importantes de Zúrich, no encontramos mejor propuesta que la de perderse por las callejuelas empedradas flanqueadas por casas de corte medieval que nos deja el casco antiguo. Está compuesto por cuatro barrios y en él descubriremos algunos de las construcciones más famosas de la ciudad helvética como el ayuntamiento, hermoso edificio de finales del XVII. Encanto a raudales para empezar a destapar los secretos de Zúrich.

Lindenhof

Junto al río Limmat, en el casco antiguo de Zúrich, asentado sobre la colina homónima, se encuentra el barrio histórico de Lindenhof. Preciosas callejuelas nos trasladan a épocas remotas cuando en esta ubicación existía un castillo romano y, posteriormente, construcciones medievales. Un lugar que se presenta ideal para tomar un primer contacto con la urbe suiza gracias a la estupenda panorámica que nos proporciona.
Pero si de magníficas vistas hablamos, hay que mencionar igualmente a Üetliberg, una montaña de casi 900 metros de altura que conseguirá que desconectemos y nos olvidemos por un momento que estamos en la principal ciudad suiza mientras caminamos rodeados de naturaleza.

Lago de Zúrich

Pero bajemos de las alturas. Es el momento de dirigirnos al más famoso de los lugares de la ciudad suiza. Si alguien nos preguntara por ciudades con lago, posiblemente la primera opción que encontrásemos la mayoría de nosotros en nuestra cabeza sería Zúrich.

 
El lago de Zúrich tiene más de 40 kilómetros. Son muchas las propuestas que nos ofrece: pasear o andar en bici por su orilla, tomar un café o un delicioso chocolate suizo en sus bares, jugar con los niños en sus playas, coger un barco y navegar por él… En definitiva, uno de los imprescindibles para todo viajero que se acerque a conocer Zúrich.

Bahnhofstrasse

La otra Zúrich. Una de las calles emblemáticas de Europa. Tiendas de lujo, cafeterías chic, galerías de arte… la vida a otro nivel.

Iglesias más importantes de Zúrich

Son varias las iglesias que no podemos dejar de visitar en Zúrich. Algunas de las más importantes son:

Iglesia de Grossmünster: Principal templo religioso de la ciudad. Ubicada a orillas del río Limmat. Su construcción llevó más de 100 años, concretamente desde el 1100 hasta el 1220, aunque con el paso de los años sufrió algunas reformas y se añadieron varios elementos, como dos imponentes torres que nos regalan unas vistas únicas de la ciudad. De estilo románico, en el interior llaman la atención las magníficas vidrieras y la cripta.

 
Iglesia de Fraumünster: Otra de las construcciones religiosas antiguas de Zúrich, concretamente del siglo XII. Si en la Iglesia de Grossmünster llamaban la atención sus dos esbeltas torres, en la de Fraumünster lo que sorprende es una sola torre rematada con tejado en punta de color verde, algo muy habitual en los templos de Centroeuropa por la oxidación del cobre. En el interior, preciosas vidrieras.

 
Iglesia de San Pedro: Peterskirche. Bonita iglesia románica y gótica en la que destaca un enorme reloj.


Museos para visitar en Zúrich

Zúrich cuenta con una gran oferta museística. Algunos de sus museos más importantes son:

Museo Nacional de Zúrich: el más popular y visitado de Suiza. Precioso edificio que guarda una amplia colección de objetos que nos guían por la historia del país. Uno de los mejores lugares de Zúrich para empezar a tomar contacto con la vida cultural de la ciudad.

Museo Kunsthaus: para los amantes del arte, un imprescindible de la ciudad. Impresionante colección que lo sitúa entre los mejores de Europa. Empieza en la Edad Media y nos lleva por varios siglos y corrientes artísticas gracias a obras de maestros como Van Gogh, Monet, Picasso, Miró o Rembrandt. Casi nada.

 
Museo Rietberg: para descubrir el arte de otras latitudes del planeta. Amplia colección de objetos que nos hacen viajar hasta lugares remotos.

 
Para los que se queden con ganas de más, tienen en el Museo de Relojes Beyer un espacio en el que conocer la historia y curiosidades de un objeto representativo de Suiza.

Edificio de la Ópera

Para seguir disfrutando de la parte más cultural de la ciudad. Cerca del lago. Edificio de estilo neoclásico de finales del XIX que ha acogido las mejores obras y a los artistas más reconocidos del mundo de la ópera.

Jardín botánico de Zúrich

No encontramos mejor manera para acabar nuestra visita a Zúrich que hacerlo rodeado de naturaleza. Para ello solo tenemos que alejarnos un poco del centro de la ciudad y dirigirnos al Jardín Botánico donde nos esperan miles de plantas y flores, tres llamativos invernaderos, pequeños lagos y estanques… en definitiva, se trata de volver a sumergirnos en la naturaleza para decir adiós a esta preciosa ciudad suiza.

Un plan para los que dispongan de más tiempo y quieran conocer otros lugares con encanto de Suiza es acercarse a Lucerna, maravillosa ciudad que nos regala rincones y monumentos como el Puente de la Capilla, el puente Spreuer, varias iglesias, un precioso casco antiguo o el curioso Monumento al León.