La ciudad de Sevilla puede convertirse en el perfecto punto de partida para realizar una ruta por los pueblos más bonitos de la Campiña sevillana, una de las siete regiones naturales en las que está dividida la provincia. Coger el coche y recorrerla puede convertirse en una de las mejores opciones para quien disponga de tres o cuatro días libres. Durante el viaje nos acompañarán los hermosos paisajes de la campiña, a veces interrumpidos por pueblos levantados bajo la influencia de las distintas culturas y civilizaciones que habitaron esta zona de Andalucía. Carmona, Écija, Osuna, Marchena, Utrera y Alcalá de Guadaira nos invitan a conocer su infinito conjunto monumental, a degustar sus sabrosos platos y a disfrutar del carácter y la singularidad de estas tierras a través de sus costumbres y tradiciones.

Recorrido por la Campiña sevillana

La capital sevillana con su catedral, Real Alcázar, Plaza de España y Torre del Oro, puede ser el punto de partida ideal para descubrir los parajes y pueblos más bonitos de la Campiña sevillana.

Carmona

 
Así, salimos de la capital andaluza y nos dirigimos en dirección este hasta el primero de los pueblos de la Campiña sevillana: Carmona.

En las calles de Carmona existen numerosos monumentos que no son más que un reflejo de las distintas culturas que por aquí han pasado. Caminando por estrechas callejuelas empedradas aparecerán ante nosotros varios monumentos que forman un conjunto patrimonial más que interesante. De época musulmana es su construcción más llamativa, el Alcázar del Rey Don Pedro, levantado como fortaleza en la zona alta de la ciudad con el objetivo de defenderla de posibles ataques. Su nombre se debe a que el Rey Pedro I hizo de él uno de los palacios que visitaba con mayor frecuencia. En 1933 fue declarado monumento de Bien Cultural y hoy en día en sus dependencias se encuentra el bellísimo Parador de Carmona.

Otra visita interesante es la del Museo de la Ciudad de Carmona, donde podremos realizar un recorrido por todas las épocas y culturas que ha vivido la localidad, desde la paleolítica hasta la contemporánea, pasando por la romana o, como no, los años de dominio árabe que vivió la ciudad.

Écija

 
Dejamos Carmona y continuando dirección este por la A-4 alcanzaremos Écija, siguiente objetivo para descubrir en la Campiña sevillana.

 
Ubicada en el valle del Genil, Écija nos sorprende con varios monumentos de bella factura, de hecho es conocida como “El Pueblo de las Torres”, ya que en ella se pueden contar hasta once de estas construcciones. Destaca la majestuosa Iglesia de Santa María, construida sobre un antiguo templo mudéjar del siglo XVI y en la que sobresalen la sillería del coro de Juan de Mena y una importante colección de piezas arqueológicas de distintas épocas. Igualmente merece la pena el Palacio de Peñaflor (también conocido como Palacio de los Balcones largos), del siglo XVIII y estilo Barroco. Se trata de un edificio de dos plantas cuya particularidad reside en que en la planta superior hay una balconada que recorre toda la fachada. Es monumento nacional desde 1962.

 
Al igual que en la visita a Carmona, merece la pena acercarse hasta el Museo Histórico Municipal, ubicado en el precioso palacio barroco del siglo XVIII conocido como Palacio de Benamejí. Destaca la Sala de los Mosaicos, donde es posible admirar seis mosaicos romanos; en cuanto a las piezas de las colecciones arqueológicas del museo destacamos la escultura de “La Amazona Herida”.

 
Más allá de su importante conjunto monumental, Écija puede ser una buena parada para saborear la gastronomía de la zona y para emocionarse con un buen espectáculo flamenco.

Osuna

Desde Écija, por la A-351, se llega si continuamos en dirección sur hasta Osuna, el tercero de los pueblos con encanto de la Campiña de Sevilla.

 
Su magnífico conjunto histórico-artístico se debe en gran medida a los distintos pueblos que pasaron por esta localidad sevillana. La construcción más importante es la Colegiata de Osuna, enorme templo del Siglo XVI ubicado junto a la Universidad. Destacan en su interior algunas fantásticas obras de importantes pintores como las de José Ribera “El Españoleto”. La Universidad de la Purísima Concepción, del XVI, es otro de los monumentos más llamativos que ver en Osuna. Transitando por encantadoras calles teñidas de blanco llegaremos hasta la parte alta donde se encuentra el majestuoso Convento de la Encarnación que alberga un museo de arte sacro. Las iglesias de la Victoria, la de Santo Domingo y la Casa de los Torres son otros lugares imprescindibles de Osuna.

 
Dos notas antes de terminar: Osuna fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1967 y la localidad sirvió como escenario de la popular serie “Juego de Tronos”.

Marchena

Tras Osuna, podemos coger de nuevo el coche y conducir en dirección noroeste para llegar hasta Marchena, otra de las poblaciones de la Campiña que cuenta con un estupendo conjunto arquitectónico.

 
Tras la antigua muralla almohade nos espera un más que interesante casco histórico con repleto de notables rincones. El templo religioso más importante es la Iglesia de San Juan Bautista, del XV, y de estilo mudéjar, que fue declarada Bien de Interés Cultural y que presume de contar con obras de Zurbarán. Otras construcciones religiosas de Marchena son la Iglesia de Santa María de la Mota, la de San Sebastián y la de San Agustín. La Puerta de Sevilla es la más famosa y emblemática de la muralla de la ciudad. El Castillo de la Mota-Palacio Ducal, antigua alcazaba, se añade a la lista de monumentos de una localidad declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1966 gracias a su riqueza patrimonial.

Utrera

Desde Marchena, vamos acercándonos a Sevilla en dirección sureste con el fin de visitar Utrera. Las calles de la localidad rezuman aromas de un pasado musulmán que se refleja en el Castillo almohade, donde se imponen majestuosos la torre del homenaje y el patio de armas. Como majestuosa es la Iglesia de Santiago el Mayor, edificio gótico del siglo XVI en el que es posible admirar importantes obras escultóricas y pictóricas de los siglos XVI, XVII y XVIII. Además de estas importantes construcciones del centro de la ciudad, merece la pena dirigirnos a las afueras de Utrera para visitar el Santuario de Nuestra Señora de la Consolación.

Alcalá de Guadaíra

En dirección norte regresamos a la ciudad de Sevilla, nuestro punto de partida, no sin antes hacer una última parada a 15 kilómetros de la capital hispalense en otro de los pueblos de la Campiña: Alcalá de Guadaíra.

 
La construcción que más nos llama la atención de Alcalá de Guadaira es el castillo árabe del siglo XII que se asienta sobre una pequeña colina de la localidad. Por su lado, la Iglesia de Nuestra Señora del Águila es del siglo XIV, de estilo mudéjar, y en ella se encuentra la imagen de la patrona. Un rincón muy bonito en el que pasar un agradable rato es la Plaza del Duque, que sorprende por su decoración y donde está el edificio del ayuntamiento. Una propuesta distinta es realizar la Ruta de los Molinos, en el que descubriremos varias de estas construcciones, entre ellas el Molino del Algarrobo o el de San Juan. Otra opción es acercarse hasta el área de Gandul para admirar su necrópolis.