Pueblos que hay que visitar en la costa de Guipúzcoa

En la costa guipuzcoana, mar y montaña se unen para crear paisajes de una fuerza y belleza abrumadoras. Estos son algunos de los pueblos más bonitos que hay que ver en la costa de Guipúzcoa.

Hondarribia

Comenzamos nuestra ruta en la parte más oriental de la costa guipuzcoana visitando Hondarribia. Se trata de uno de los pueblos más importantes de toda la provincia por cuatro motivos: el primero, en él desemboca el río Bidasoa, uno de los más importantes del País Vasco; el segundo, se encuentra situado cerca de la frontera entre España y Francia; el tercero de los motivos es que muy cerca de esta localidad está el aeropuerto, lo que convierte a Hondarribia en una buena opción para comenzar una ruta por la costa guipuzcoana; y la cuarta y última (y seguramente la más importante), es que se trata de uno de los pueblos pesqueros con mayor encanto de toda la costa.

Y es que Hondarribia vive del y para el mar. Testigo mudo de la importancia del mar en el pueblo es la bellísima bahía de Txingudi. Pero si hay un lugar en la localidad donde empaparnos de su esencia pesquera y marítima, ese es el barrio de la Marina y, en especial, la Calle de San Pedro. En el barrio destacan con fuerza sus coloridas casas con floridos balcones. Esta zona se convierte en un buen sitio en el que degustar los deliciosos pintxos vascos. Además, Hondarribia puede presumir de un amplio conjunto monumental, destacando construcciones como la Puerta de Santa María, el Castillo de Carlos V (actualmente Parador Nacional), la casa consistorial, el Palacio de Zuloaga (actualmente sede de la biblioteca municipal) o la Casa-Palacio Etxebestenea, así como de animadas calles y plazas como la Nagusi Kalea (la Calle Mayor), la Plaza de Armas y las Plazas del Obispo y de Guipúzcoa.

Pasajes

Cerca de San Sebastián encontramos otro pueblo de la costa guipuzcoana con marcada tradición marinera.Entre los montes de Jaizkibel y Ulia emerge Pasajes, localidad que tiene su origen en la unión de cuatro famosos barrios: Pasai Antxo, Trintxerpe, San Pedro y Donibane; siendo estos dos últimos los que concentran la mayor parte de la riqueza monumental y paisajística de la localidad.

Algunos de los monumentos más representativos de Pasajes son el Palacio Arizabalo, la iglesia de San Juan Bautista, la Basílica del Santo Cristo de Bonanza y la Iglesia Parroquial de San Pedro. Pero como decíamos, lo que hace de Pasajes un lugar especial es ese olor a mar que lo envuelve. Un aroma que se percibe en los platos basados en el pescado de los numerosos restaurantes de la localidad, en la arquitectura de estilo marinero de muchas de sus construcciones o en Albaola, curioso lugar en el que podemos conocer las técnicas que se usaban en la construcción de las embarcaciones.

Orio

Pasamos de largo de San Sebastiány, continuando nuestro camino en dirección oeste, llegamos hasta Orio, otro de los pueblos costeros de Guipúzcoa en los que la actividad pesquera ha tenido un gran peso en la economía local. Merece la pena visitar el “Goiko Kale”, parte vieja del pueblo formada por un laberinto de callejuelas empinadas del siglo XII. Allí encontramos la Iglesia de San Nicolás de Bari, uno de los monumentos principales de Orio junto con la Ermita de San Martín de Tours.

Al igual que sucedía en Hondarribia y Pasajes, en Orio también son el mar y el puerto sus lugares con mayor encanto. Una buena prueba de esta relación con el mar es el olor a Besugo al horno que desprenden muchos de los restaurantes de la localidad.

Además, Orio un lugar inmejorable para realizar la práctica del senderismo, de hecho esta población es uno de los puntos claves dentro de las rutas del Camino de Santiago de la costa. Para los que prefieran descansar y pasar un buen día de playa disponen de interesantes opciones como las playas de Antilla o de Oribazar.

Zarautz

El último de los pueblos con encanto que visitaremos en esta ruta por la costa guipuzcoana es Zarautz. El principal motor turístico de la localidad es su espectacular playa de más de dos kilómetros y medio y de arena fina que atrae a turistas de buena parte de Europa y a surfistas de todo el mundo. Y es que, si por algo es famosa la localidad de Zarautz es por ser uno de los destinos más buscados por los amantes del surf. Al final de la playa de Zarautz está el conocido como Biotopo Protegido de Iñurritza, considerada como la zona de dunas más extensa de todo el litoral.

El casco histórico de Zarautz esconde algunos monumentos de importante valor monumental, destacando la Iglesia de Santa María la Real o la Torre Luzea. Al igual que la mayoría de pueblos del litoral guipuzcoano, Zarautz se antoja perfecto para degustar los exquisitos platos de su famosísima gastronomía. De hecho, una de las mejores cosas que podemos hacer en la localidad es realizar una ruta de pintxos acompañada de una buena botella de txakolí.