No es difícil responder a la pregunta de cuáles son los monumentos o lugares de interés que hay que ver en Sevilla capital, sin embargo, la cosa se complica un poco si preguntamos sobre cuáles son los pueblos más bonitos que hay que ver en la provincia de Sevilla. Para todos aquellos que quieran descubrirlos, en el artículo de hoy hablaremos de siete pueblos sevillanos con mucho encanto.
¿Cuáles son los pueblos más bonitos de Sevilla?
Muchos de los pueblos más bonitos de Sevilla se reparten entre la Sierra Norte y la región natural conocida como la Campiña sevillana. Nos ponemos en marcha para conocer algunas de ellos.
Osuna
Uno de los pueblos de la Campiña sevillana es Osuna. villa ducal que a algunos les sonará por haber aparecido en la famosa serie “Juego de tronos”. Sus calles y plazas esconden un conjunto arquitectónico de primera categoría que le ha valido para ser declarada Conjunto Histórico-Artístico. De entre las primeras, destaca la preciosa calle de San Pedro; de entre las segundas, la Plaza Mayor. Otro de los imprescindibles de Osuna son sus casonas y palacios, en especial el Palacio Marqués de la Gomera y la Casa de los Torres. Pero si hay dos construcciones que sobresalen por encima del resto, esas son la Colegiata de Osuna, del siglo XVI y la Universidad de la Purísima Concepción. Completan el conjunto monumental el Convento de la Encarnación y la Iglesia de Santo Domingo.
Cazalla de la Sierra
Cazalla de la Sierra se encuentra enmarcada entre los bellos parajes de la Sierra Norte de Sevilla. Y posiblemente, ese bonito entorno natural compuesto por montañas y bosques sea el principal reclamo de la localidad. Sin embargo, una vez que nos adentremos en sus calles descubriremos un buen puñado de rincones con encanto como la Plaza Mayor o la Plaza de la Constitución. Cazalla de la Sierra cuenta además con un interesante conjunto monumental religioso, con construcciones como la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, la Iglesia de San Benito o la Ermita de Nuestra Señora del Monte.
Constantina
Seguimos en la Sierra Norte de Sevilla buscando algunos de los pueblos más bonitos de la provincia sevillana. Los encantadores paisajes de la sierra envuelven a Constantina. Si pudiéramos disfrutar de una panorámica del pueblo desde las alturas, observaríamos como el verde de la naturaleza rodea un conjunto de casas blancas apiñadas, en cuyo centro sobresale la esbelta torre de más de 50 metros de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Las calles de la localidad envuelven al visitante con el inconfundible aroma de su pasado árabe que se aprecia perfectamente en lugares como el Barrio de la Morería o en monumentos como el castillo, desde el cuál se disfrutan unas bonitas vistas del entorno. Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, guarda con recelo pequeñas joyas y rincones con mucho encanto.
Écija
A orillas del Genil se asienta Écija o, como comúnmente se la conoce, la “Ciudad de las Torres”, ya que en el skyline de la localidad se pueden apreciar hasta once torres y campanarios. Écija es famosa por contar con un gran número de palacios de magnífica factura. De entre todos ellos destaca el Palacio de Benamejí, sede del Museo Histórico Municipal de Écija, cuyo mayor tesoro es la escultura de “La Amazona Herida”. Otros palacios importantes de la ciudad son el Palacio de Peñaflor, el Palacio de Justicia de Écija y el Palacio de Valdehermoso. El conjunto religioso de Écija no se queda a la zaga y sorprende con varios templos de gran valor con sus inseparables torres, como la Iglesia y torre de Santiago, la Iglesia y torre de Santa Cruz, la Iglesia y Torre de San Gil y la Iglesia y Torre de Santa María.
Carmona
No muy lejos de la capital sevillana se encuentra Carmona, una localidad que es fruto de los tesoros que en ella dejaron las diferentes civilizaciones que la habitaron. Resguardado tras la muralla encontramos un encantador casco histórico repleto de calles empedradas, imponentes casonas y palacios e interesantes templos religiosos como las Iglesias de Santa María o de Santiago. En la parte alta de la localidad se alza la que es su construcción más destacada, el Alcázar del Rey Don Pedro. Para finalizar, no podemos irnos de Carmona sin acercarnos a la Necrópolis romana, para poder conocer de primera mano la huella que esta civilización dejó en la localidad.
Marchena
En la Campiña Sevillana, tras una muralla de origen almohade cuyo elemento más destacado es la Puerta de Sevilla o Arco de la Rosa, se esconde Marchena, otro de los encantadores pueblos de la provincia. Su monumento principal es la Iglesia de San Juan Bautista, construcción mudéjar del siglo XV cuyo interior alberga varias obras de Zurbarán. Completan el conjunto arquitectónico la Iglesia de San Agustín y la Iglesia de Santa María de la Mota. En cualquier caso, la “Bella desconocida” (sobrenombre con el que se conoce a Marchena) invita sobre todo a perderse por sus calles y a descubrir sus señoriales casas y palacios.
Santiponce
El último de los pueblos más bonitos de Sevilla que descubriremos poco tiene que ver con los que hemos visto hasta ahora. Y es que, si el denominador común de los pueblos que hemos recorrido en este artículo es el de bonitos cascos históricos que esconden un importante conjunto monumental, Santiponce, a apenas 5 kilómetros de la capital, es famosa por un solo motivo: las ruinas romanas de Itálica, reminiscencia de lo que en su día fue una de las ciudades más destacadas del imperio romano en la península. El lugar conserva todavía importantes vestigios romanos, como las murallas, el teatro y, especialmente, un anfiteatro que muestra un magnífico estado de conservación y que podía acoger a unos 25.000 espectadores, convirtiéndose así en el de mayor capacidad fuera de Italia. Además de por su valor arquitectónico, Itálica tuvo gran importancia histórica, ya que en ella nacieron grandes emperadores romanos como Trajano y Adriano. Otro lugar que no hay que perderse en Santiponce es el Monasterio de San Isidoro del Campo, magnífico edificio levantado en el siglo XIV.