En el Monasterio de Santa María de Rioseco se escucha el silencio del olvido, el susurro de las piedras, un grito de auxilio, y la voz de la esperanza gracias a la labor de recuperación del lugar por parte de un grupo de voluntarios. Son 3 magníficos monasterios en la provincia de Burgos que queremos conocer y disfrutar en el artículo de hoy.

Burgos es una provincia que puede jactarse de poseer lugares, paisajes y monumentos de gran belleza. Pueblos como Orbaneja del Castillo, Frías, Covarrubias o Lerma; monumentos como la propia Catedral de Burgos, una de las más importantes del mundo o la Cartuja de Miraflores; y paisajes que invitan a sentarse y disfrutar como Las lagunas de Neila.

Sin embargo, en esta ocasión nos proponemos conocer Burgos desde otro punto de vista, desde el silencio y la paz que transmiten algunos de los más impresionantes monasterios que encontramos en la provincia de Burgos.

Santo Domingo de Silos

El Monasterio de Santo Domingo de Silos se podría incluir entre los cinco monasterios más importantes de España. Se encuentra situado en el municipio de Santo Domingo de Silos, en el área conocida como “Triángulo del Arlanza”, cerca de algunos de los pueblos más bonitos de Burgos como Covarrubias y Lerma.

Se trata de un monasterio benedictino de finales del siglo IX o comienzos del X. Aunque se pueden apreciar otros estilos, su elemento más importante y el que le ha dado fama es su claustro, considerado uno de los mejores ejemplos del románico que se pueden ver actualmente y que se encuentra en un perfecto estado de conservación. El claustro es del siglo XI, tiene doble altura y cuenta con un total de 64 capiteles con increíbles relieves tallados en la piedra. Puedes pasarte horas y horas admirando cada uno de los elementos de las columnas. También destaca el techado mudéjar. En el patio se encuentra el esbelto ciprés al que cantó Gerardo Diego.

Pero el Monasterio de Santo Domingo de Silos no se acaba en su maravilloso claustro. La Biblioteca, por ejemplo, acumula un gran número de ejemplares de gran valor y es famosa porque fue aquí donde se escribieron las conocidas “Glosas Silenses”, primeras palabras escritas en castellano. La Botica es del siglo XVIII y cuenta con ejemplares muy valiosos y con una muestra de tarros de cerámica de Talavera.

Dejamos el Monasterio de Santo Domingo de Silos con los monjes entonando sus cantos gregorianos y con su famoso ciprés viendo como pasa lentamente el tiempo.

Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas

Otro de los monasterios más fascinantes que hay en la provincia burgalesa es el Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, construcción que se encuentra en la misma ciudad de Burgos.

Estamos ante un lugar especial, monasterio cisterciense femenino más importante de España. Fue fundado en el año 1187 por el rey Alfonso VIII y su esposa Doña Leonor. Una de las características de este monasterio es que su abadesa tenía gran poder eclesiástico, siendo el papa el único que le podía dar órdenes.

En el monasterio se pueden apreciar varios estilos como el románico y el gótico y cuenta con una iglesia y un magnífico claustro románico. Uno de los aspectos destacados del monasterio es que aquí han sido enterrados personajes muy importantes de la corona de Castilla, entre ellos el propio Alfonso VIII y su esposa Doña Leonor.

Uno de los lugares que más llama la atención del monasterio es el Museo de Ricas Telas Medievales, que guarda una joya histórica como es el Pendón de las Navas de Tolosa, utilizado en la batalla del mismo nombre que se produjo durante la reconquista.

Monasterio de Santa María de Rioseco

El Monasterio de Santa María de Rioseco nos habla de olvido y de esperanza. Un olvido que dejó al monasterio en ruinas y una esperanza, la del grupo de voluntarios que están intentando sacar del olvido a Santa María de Rioseco y recuperar un lugar repleto de historia y arte.

Junto al río Ebro, en el Valle de Manzanedo, se encuentran las hoy ruinas de lo que en el pasado fue una formidable construcción. Corría en el año 1236 cuando se levanta el Monasterio de Santa María de Rioseco en el lugar en el que se encuentra ahora, siendo habitado por monjes blancos de la Orden del Císter. Tras varios siglos de bonanza y prosperidad en los que el monasterio se fue ampliando, llegó su decadencia y abandono en el siglo XIX. Varios sucesos como la Guerra de la Independencia o la ley de Desamortización de Mendizábal, en la que se expropiaron bienes de la Iglesia, supusieron un duro golpe para el monasterio y su definitivo abandono.  

Por suerte, desde el año 2010, y gracias a la labor de un grupo de voluntarios, se está intentando recuperar el que fue, en su día, uno de esos magníficos monasterios con los que cuenta la provincia de Burgos.