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7 lugares encantados en España


Existe una España misteriosa; una España de pueblos abandonados, edificios encantados y parajes que parecen estar bajo la influencia de una maldición eterna.

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Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada: DNI Válido

Ya en el siglo XIX, Gustavo Adolfo Bécquer nos hablaba de algunos de estos lugares que parecen embrujados. En sus “Leyendas” nos hablaba del monte de las Ánimas, un precioso paraje de Soria cargado de misticismo o del Moncayo y sus espíritus demoníacos. En el siglo XX, la guerra civil llevó a la desaparición de muchos pueblos de España, convirtiendo a algunos, como Belchite, en pueblos arrasados por las balas donde sólo las piedras y los fantasmas son testigos silenciosos de todo lo que allí ocurrió.

Hemos buscado y encontrado pueblos que fueron cayendo en el olvido y a los que una espesa bruma parece envolverles eternamente, contribuyendo a esa sensación de abandono y misterio. Pueblos que quedaron vacíos cuando la guerra civil se ensañó con ellos y fueron bañados en sangre. Edificios que sus paredes y muros podrían contar terribles historias de llantos y penurias.

Todos estos lugares han atraído, desde hace tiempo, a los amantes de lo desconocido y a aquellos que creen que los fantasmas aún habitan en ellos. Pero, desde hace algún tiempo, comienzan a seducir a otro tipo de personas que se acercan a estos pueblos y edificios para conocer su triste historia y descubrir ese halo de misticismo que envuelve a estos oscuros lugares.

Belchite (Zaragoza):

Corría el año 1937, año dos de la guerra civil española, cuando se libraron en las inmediaciones de Zaragoza feroces batallas entre elejército nacional y el republicano. Belchite, a 50 km de la capital zaragozana, sería uno de los pueblos que con más saña y violencia vivió aquellos fatídicos días. Los cruentos enfrentamientos dejaron en Belchite 5000 muertos y un pueblo reducido a escombros.

El general Franco ordenó que el viejo pueblo de Belchite no fuera tocado y que, junto a él, se construyera un nuevo Belchite; las ruinas del viejo pueblo de Belchite quedarían como testigos del horror de aquellos nefastos días de 1937.

Una vez que el pueblo quedó abandonado, comenzaron a llegar hasta él amantes de los fenómenos paranormales. En la década de los 80 fueron grabadas psicofonías en las que se escuchaban los lamentos y las quejas de los vecinos que murieron durante la batalla, así como el sonido de los aviones y de las bombas que, por aquel entonces, redujeron al pueblo a cenizas. También se dice que por las calles de Belchite viejo se han llegado a ver sombras que deambulan entre las ruinas.

Actualmente, se puede visitar el pueblo mediante una visita guiada donde te explican los acontecimientos que vivió el pueblo durante la guerra civil y como estos marcaron la historia de este lugar.

Zugarramurdi (Navarra):

Zugarramurdi se encuentra situado en el pirineo navarro, rodeado de un hermoso paisaje. Sin embargo, lo que ha hecho que el pueblo sea conocido en toda España es su relación con la brujería.

Se cuenta que en esta villa navarra se produjo un aquelarre en el año 1610. El miedo ante las continuas amenazas de la inquisición española llevó a que los habitantes del pueblo acusaran a varias mujeres de brujería y de organizar ritos satánicos en una cueva cercana. El resultado de estas acusaciones fue que varias mujeres fueron condenadas a morir quemadas en la hoguera según dictaba el auto de fe de Logroño.

Algo más de 400 años después de que se produjeran tales acontecimientos, es posible visitar la cueva y tratar de imaginar cómo serían aquellos aquelarres que, según denunciaban los vecinos, se llevaron a cabo en su interior.

Ochate (Burgos):

Si hay un pueblo en España que podemos relacionar con los fenómenos paranormales, ese pueblo es, sin duda, Ochate.

Aunque Ochate se encuentra situado a apenas 15 km de la ciudad de Vitoria, el pueblo pertenece a la provincia de Burgos, pues se encuentra en el Condado de Treviño. Si visitáramos hoy el pueblo sólo veríamos en pie la torre de la iglesia de San Miguel, el resto serían ruinas de un pueblo completamente abandonado que va siendo cubierto por la vegetación.

Ochate era un pueblo como cualquier otro, un lugar donde sus habitantes intentaban llevar una vida lo más normal posible. Pero a partir de la década de 1860, esa normalidad empieza a transformarse en maldición. Desde 1860 a 1870 se ceban con Ochate tres epidemias, una de viruela, una de tifus y una de cólera. Lo extraño de este hecho es que estas epidemias sólo se dieron en el pueblo de Ochate, quedando los pueblos cercanos libres de epidemias.

Además de las extrañas epidemias que asolaron al pueblo, se han producido en Ochate otros sucesos inexplicables que atraen a los amantes de lo paranormal y de lo misterioso. Así, se cuenta que en él se han producido desapariciones misteriosas y avistamientos de OVNI’s; incluso hay quien dice que entre las ruinas de Ochate se oye a veces las  voces de una madre y su hija invitando a la gente a marcharse del pueblo. No es extraño que muchos consideren a Ochate como el pueblo más maldito de España.

Fuerte de San Cristóbal (Navarra):

Volvemos a Navarra para hablar de otro lugar donde se cuenta que se producen fenómenos paranormales.

El fuerte de San Cristóbal es una construcción que fue levantada en tiempos de Alfonso XII. Con el paso de los años, cambia el uso del edificio y pasa a ser una prisión militar entre 1934 y 1945. Allí conviven miles de presos en condiciones bastante deplorables.

El 22 de mayo de 1938 se produce la que es la mayor fuga de presos de una cárcel española. Cerca de 800 reclusos intentan escapar de los muros de la prisión, muriendo abatidos más de 200.

Desde entonces, y aunque actualmente se encuentra cerrada, se dice que entre sus muros se oyen voces y suceden fenómenos extraños.

Las cárceles del terror de Teruel:

Otras prisiones que se hicieron famosas por el trágico destino de sus presos son las conocidas como “cárceles del terror” de Teruel. Estas cárceles se encontraban en la comarca del Matarraña. En total eran 11 prisiones, fueron utilizadas entre los siglos XVI y XVIII, y entrar en alguna de ellas hace que a uno se le hiele la sangre.

Cárceles como las de Mazaleón o Fuentespalda eran utilizadas por la inquisición para castigar a los infieles. Las prisiones formaban parte del edificio del ayuntamiento. La de Mazaleón contaba con dos pisos; en el inferior se encontraban los presos con delitos más leves y en el superior los presos con delitos graves y que estaban condenados a pasar el resto de sus vidas entre rejas.

Adentrarse en este segundo piso es adentrarse directamente en el horror, la barbarie y la crueldad más inhumana. Se pueden observar en las celdas los cepos y cadenas con las que los presos eran amarrados para el resto de sus vidas, e incluso en las paredes se pueden leer testimonios de los reos escritos con su propia sangre.

Hospital de Tórax (Tarrasa):

El hospital del Tórax se encuentra en la localidad barcelonesa de Tarrasa. Se construyó en los años 50 para tratar aquí a enfermos de tuberculosis y para, posteriormente, acoger apacientes con problemas respiratorios (de ahí su nombre).

Este hospital se hizo famoso en su época porque en él se producían un importante número de suicidios, siendo el hospital que tenía año tras año la mayor tasa de suicidios de toda España. El dolor que sufrían los enfermos de tuberculosis era tan fuerte que les llevaba a sufrir una especie de psicosis y muchos de ellos decidían acabar con su vida arrojándose desde el último piso del hospital. Algunos de los pacientes que allí estaban oían los lamentos de estos enfermos y decidían seguir el mismo trágico final que sus compañeros de hospital.

Castillo del Buen Amor (Salamanca):

Faltaba en nuestra lista por los lugares encantados de España una leyenda sobre amores y fantasmas.

El Castillo del Buenamor, situado en la localidad salmantina de Topas, guarda una hermosa leyenda sobre un amorío imposible que acaba trágicamente.

El Castillo de Topas se levanta en el siglo XI, pero poco se conserva ya de aquella primera construcción. La estructura que se conserva a día de hoy es del siglo XV.

Tras pasar por varias manos, el obispo de Ávila, Alonso Ulloa de Fonseca, se convierte en dueño del castillo y allí se aloja con su amante,Teresa de las Cuevas. Ante la imposibilidad de este amor, Teresa prefiere quitarse la vida en el mismo castillo donde convivía con el obispo; desde entonces se dice que el fantasma de Teresa vaga por el castillo y que a veces se escuchan ruidos inexplicables en el interior de sus muros.

Desde el año 2003, el castillo se ha convertido en un magnífico hotel donde los clientes pueden pasar una noche en un espacio de auténtica leyenda.


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