Qué ver en Basilea

Basilea es una ciudad situada a pocos kilómetros de dos grandes países europeos como Francia y Alemania. Aunque a nivel turístico no tenga la importancia de otras ciudades suizas como Ginebra o Zúrich, sería una pena perderse en un viaje por el país helvético todo lo que hay que ver en Basilea.

Casco antiguo de Basilea

Un buena forma de empezar a familiarizarse con esta urbe suiza es perderse por su encantador casco antiguo (Altstadt en alemán). El Rin es el encargado de vertebrar y dividir un centro histórico tomado por calles y casas medievales perfectamente conservadas. El hecho de que, como decíamos en la introducción, Basilea no es un destino turístico de primer nivel, hace que sea posible caminar por ella sin prisas y sin agobios, pararnos cuando lo deseamos, sacar la cámara y tomar buenas fotos de los rincones y monumentos más llamativos de esta parte de la ciudad. La visita al casco viejo basiliense puede comenzar en Markplatz para luego irnos adentrando en otras calles con encanto como Spalenberg o Augustinergasse.

La Markplatz y el ayuntamiento

La Markplatz es el corazón del casco antiguo de Basilea. En ella se reúnen los días de mercado vendedores de flores, frutas y quesos que ofrecen sus productos a locales y turistas. En esta animada plaza se encuentra uno de los monumentos más importantes de la ciudad helvética, el ayuntamiento o Rathaus. El edificio, del siglo XVI, llama rápidamente la atención por su fuerte color rojo y por los adornos de la fachada. Muy bonito también es su patio interior, decorado con interesantes murales y al que se puede acceder de forma gratuita.

Catedral de Basilea

Cerca de las aguas del Rin está la Münsterplatz o Plaza de la Catedral, otra de las plazas más importantes que ver en Basilea. Aquí se encuentra la Catedral o Basler Münster, construcción más importante de la ciudad junto con el edificio del ayuntamiento. De estilo gótico, fue reconstruida en el siglo XIV después de que un terremoto dañara gran parte de la estructura. Del exterior llama la atención la fachada de piedra rojiza y sus dos esbeltas torres de más de 60 metros. Su sobrio interior esconde algunos lugares muy interesantes como un precioso claustro o una cripta. Además de por su importancia arquitectónica, también tiene importancia histórica, ya que en la catedral se encuentra enterrado Erasmo de Rotterdam, figura clave del humanismo. También en el casco histórico está la Iglesia de Santa Isabel, interesante templo con altísima torre y bonitas vidrieras.

Spalentor

Otro de los lugares de Basilea que sorprende al viajero es Spalentor, una de las tres puertas que todavía se conservan del conjunto fortificado medieval de la ciudad. Construida en el siglo XIV, se compone de un robusto cuerpo central y dos torres cilíndricas en los laterales. Muy fotogénica.

St. Alban Tor

El barrio de St. Alban es una tranquila zona de la ciudad situada junto al Rin. Merece la pena pasear por esta bonita parte de Basilea y pararse a conocer algunos de sus construcciones más destacadas como el Molino de Papel, interesante museo que nos habla de la fabricación del papel y de la importancia de la imprenta y de la escritura. Junto a un apacible parque se pueden observar los únicos restos que quedan de la antigua muralla de la ciudad y la St. Alban Tor, otra de las puertas del recinto fortificado que todavía se pueden ver en Basilea.

Puente Mittlere Brücke

Basilea no se entendería sin la imagen del Rin atravesando la ciudad. Punto de encuentro de los basilienses quienes se bañan en sus aguas en verano y dan largos paseos por su orilla en invierno. El Mittlere Brücke es el puente más bonito de los que cruzan el río y sirve como nexo de unión entre la parte antigua y la nueva.

Kleinbasel

La zona que hemos visitado donde se encuentra los edificios más importantes de la ciudad como el Rathaus o la Catedral se la conoce como la “Altstadt Grossbassel”, lo que viene a ser algo así como “El casco antiguo de la Gran Basilea”. Pues bien, si cruzamos al otro lado del Rin por el Mittlere Brücke llegaremos a la “Altstadt Kleinbassel”, algo así como “El casco antiguo de la Pequeña Basilea”. Se trata de una zona de la ciudad más alternativa y con más movimiento que su hermana mayor, en donde se reúnen sus habitantes para tomar una copa en locales de moda o para comprar en sus modernas tiendas.

Museos de Basilea

Aquellos que estén buscando destinos culturales o museísticos para sus próximos viajes deberían poner a Basilea como una de las primeras opciones. ¿La razón?... pues que esta ciudad helvética cuenta con unos 40 museos. Como sería demasiado largo nombrar todos ellos, citaremos algunos de los más importantes. Uno de los principales es el Museo de Arte de Basilea o Kunstmuseum Basel, que cuenta con una de las colecciones de arte más importantes del país, abarcando desde el siglo XV hasta la actualidad y con obras de artistas tan reconocidos como Rembrandt, Monet, Van Gogh, Juan Gris o Picasso. También merecen la pena el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia. Mención aparte merece el Museo Tinguely que esconde sorprendentes obras cinéticas del escultor suizo Jean Tinguely. Por cierto, en el casco antiguo, cerca de la catedral, se encuentra una de las obras más curiosas de este artista suizo, una fuente creada en 1977 con figuras que se mueven sobre el agua.