Quizá Ginebra te suene más por ser sede de importantes instituciones internacionales que por sus monumentos y, sin embargo, Ginebra tiene muchos lugares interesantes que ver. Y si no te lo crees, acompáñanos por este recorrido por la ciudad suiza.
Lugares qué ver en Ginebra
Un enorme lago, un chorro de agua que alcanza los 140 metros de altura, varios parques y muchos museos (entre ellos, algunos museos de relojes, como no podía ser de otra manera en el país helvético)… estamos seguros de que Ginebra te va a sorprender… y hasta conquistar.
El lago Lemán
El lugar más importante de Ginebra y el que le confiere su particular encanto es el Lago Lemán. Locales y turistas lo buscan para pasar un rato agradable, convirtiéndose en un ir y venir de gentes que disfrutan de agradables momentos de ocio. Y es que, el agua es un elemento muy importante para los ginebrinos como lo demuestran ciertos enclaves de la ciudad como el Bains de Paquis, en el barrio de Paquis, zona elegida por sus habitantes para tomar el sol o darse un buen chapuzón en los días de calor, o La Jonction, otra de las zonas de ocio de Ginebra que tienen al agua como protagonista. Este lugar es verdaderamente especial, ya que allí se juntan las aguas de diferentes colores de los dos ríos de la ciudad, dejando una imagen realmente curiosa.
El Jet d’Eau
Pero quizá, la imagen que tienes en tu cabeza de Ginebra es la de el Jet d’Eau, un enorme chorro visible desde muchos puntos de la ciudad que se ha convertido en el lugar de la ciudad más visitado. El torrente de agua expulsado puede llega a alcanzar los 140 metros de altura, siendo lanzado con una fuerza y una velocidad sorprendentes. Es posible llegar hasta él a través de una pasarela.
Casco Antiguo de Ginebra
Dejamos el agua para sumergirnos en otras zonas de la ciudad que también tienen mucho encanto como su casco histórico. Allí, imponentes casas se mezclan con coquetos negocios como pequeñas tiendecitas para regalarnos un bonita estampa. Hay varias calles y plazas que merecen realmente la pena como la Place de Neuve y Rue des Granges, la Plaza Borg-de-Four o la Place du Molard, especialmente hermosa esta última por la noche con multitud de placas en el suelo iluminadas que reciben al viajero en distintos idiomas.
Catedral de San Pedro
La Catedral de San Pedro o Catedral de St. Pierre se encuentra en el casco histórico de Ginebra. Esta iglesia protestante fue edificada en el siglo XII y en ella se puede contemplar una interesante mezcla de varios estilos arquitectónicos. En su interior encontramos lugares sorprendentes como la hermosa Capilla de los Macabeos. De gran valor histórico es la silla de madera de Calvino que se guarda en el interior de la catedral. Sin duda, antes de irnos de la iglesia deberíamos subir hasta sus torres para disfrutar de una magnífica vista de la ciudad y del lago.
Jardín inglés
Junto al lago Leman se sitúa el Jardín Inglés, un precioso y famoso parque de la ciudad helvética. En estos jardines hay una parada obligatoria: el reloj de flores. En el país de los relojes, más de 6000 flores forman un enorme reloj que es, a su vez, una auténtica obra de arte. Otro de los monumentos imprescindibles del Jardín Inglés es el Monumento Nacional. Para aquellos que disfruten de la naturaleza y se queden con ganas de más, pueden acercarse hasta el Jardín Botánico.
Parque de los Bastiones
Pero si nos alejamos un poco del centro, encontraremos más lugares verdes en los que dar un agradable paseo, sentarnos a descansar un rato o disfrutar de variadas actividades como el Parque de los Bastiones. Es allí donde se sitúa uno de los imprescindibles de Ginebra, nos estamos refiriendo al Muro de los Reformadores. Se trata de una gran pared que tiene esculpidos a cuatro hombres fundamentales durante la reforma protestante: Calvino, Guillaume Farel, John Knox y Teodoro de Beza.
Palacio de Naciones Unidas
Como hemos comentado al principio, Ginebra, la conocida como “Capital o ciudad de la paz” es sede de varias instituciones internacionales relevantes como la Cruz Roja o una de las cuatro sedes de la ONU, concretamente la segunda más importante del mundo tras la de Nueva York, situada en el Palacio de las Naciones Unidas. Frente al palacio se alza una peculiar escultura que tiene la forma de una enorme silla de más de diez metros de altura a la que la falta una pata, por lo que es conocida como La Silla Rota, que simboliza el rechazo y repulsa a las minas antipersonas.
Museos de Ginebra
Como hemos podido comprobar hasta ahora, Ginebra cuenta con muchos lugares de interés y de ocio, pero además, la ciudad suiza nos sorprende con una diversa e interesante propuesta de museos. Solo es cuestión de elegir el que más se acerque a nuestros gustos. Entre la oferta museística de la ciudad encontramos el Museo de Arte e Historia, el Museo de Historia Natural, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAMCO) y, como no podía ser de otra manera en la ciudad de los relojes, dos museos dedicados a este instrumento: El Museo Patek Philippe y el Museo Swatch.
Mención aparte merece la Casa Tavel, museo situando en el casco histórico ginebrino y que está considerada como la casa más antigua de la ciudad helvética. En la última planta del museo llama la atención de los visitantes una impresionante y enorme maqueta de la ciudad.
Carouge
Para los que quieran ver algo distinto (un lugar un poco más bohemio y con carácter italiano) pueden acercarse a descubrir Carouge, pequeña localidad junto a Ginebra que hace las delicias de los visitantes.
Y si queremos seguir conociendo Suiza…
Para los que tengan la suerte de disponer de unos cuantos días más, ya hayan terminado de conocer Ginebra y quieran seguir disfrutando de otras ciudades suizas, una opción muy interesante es acercarse hasta la ciudad de Lucerna, que seguro les sorprenderá por sus puentes, iglesias, su delicioso casco antiguo y por su encantador entorno natural.